
1. Demons - Evil Forces - 03:25
2. Blitzkrieg Air Attack - 02:08
3. Guardian Protector - 01:37
4. Bombs of Death - 01:47
5. Defeat of Amalek - 03:08
6. Raging Violence - 02:53
7. Call of the Gods - 01:20
8. Warlords Command - 02:39
9. Suicide - 02:37
10. Executed - 01:40
11. The Gauntlet - 02:03
12. Destruction and Terror - 02:33
13. Destroy - 01:07
14. Bloodbath - 01:55
"You, you will go down, down to the demons
And when you get there you'll, you'll be down in Hell"
Así nos recibe “Raging Violence”, el disco debut de Hirax, advirtiéndonos que vamos a atravesar un infierno sonoro de mucha intensidad.
Hirax son una formación clásica californiana de Thrash/Speed/Crossover y fueron junto con D.R.I, Cryptic Slaughter, Suicidal Tendencies, S.O.D o Carnivore, de las bandas principales en los ochentas de este curioso movimiento llamado Crossover.
Katon W. de Pena es el ícono y principal cerebro de la banda que recita esas primeras palabras, y el único miembro original que ha permanecido en toda la extensa carrera del grupo. Al escuchar Hirax lo primero que le llama la atención a uno es la peculiar y nasal voz de Pena, que si bien, es todo lo contrario a algo melodioso o agradable al oído atrapa inmediatamente con su carisma y extrañesa. Katon le da una dimensión a la banda de intensidad con sus inusuales formas de modular versos y sus alaridos alargados.
El título del álbum promete: disco de Thrash ochentero, la palabra “Violence” en el título y una portada impactante y rara (¿Es ese el huevo "Humpty Dumpty” siendo brutalmente masacrado?), como la música.
“Demon - Evil Forces” es el opening track y, a pesar de abrir con ese mensaje de que iremos del infierno, levantaremos una ceja escuchando el siguiente verso:
"You must believe in me, My son
I am the Lord God the Holy One"
La canción es un poco ambigua y no hace más que hacer más extravagante y peculiar la fórmula, por si no era suficiente. No sé si Pena está tratando de evangelizarnos o de rompernos el cuello, pero poco importa aquel detalle cuando la música resulta tan intensa, apasionada y descarnada. Las guitarras no paran en ningún momento, son como una centrifugadora de vidrios rotos, la voz de Pena siempre está al frente, siendo como una especie John Arch thrasher con actitud punk. La batería por otra parte, va a su rollo, totalmente a destiempo, sin mirar a los lados, pero lejos de ser este un aspecto negativo es uno brutalmente positivo. Las percusiones transmiten una fuerza bruta, un espíritu espontáneo inmenso, añadiendo esa crudeza orgánica a la mezcla que no hace más que elevar a la enésima potencia la contundencia con la que pegan estos chicos.
“Blitzkrieg Air Attack” es la que sigue, haciendo un contraste curioso a nivel letrístico, puesto a que en la anterior no sabíamos si Pena nos condenaba a ir al infierno o no vendía una biblia de segunda mano en medio de un mosh pit, pero sea como fuere, luego del evangelio tocan bombardeos áereos ¿Cómo te quedas? ¿Ah? La guerra es declarada: fuego, destrucción, muerte...creo que esto pega más con la música ¿No? El tema, musicalmente, sigue la misma fórmula y si esperas alguna variación mayor en “Raging Violence” puedes ir quitándote ese pensamiento.
El álbum poco varía a lo largo de su corto metraje, pero esto tampoco es un aspecto necesariamente malo. Lo importante acá es la sensación de velocidad, que es una barbaridad para la época, la pasión desmedida por esta música y la actitud a raudales de cuatro chicos que causarían alborotos en cero coma cinco segundos, estén donde estén, incluso en medio de una misa dando hostias en los tímpanos de la concurrencia y no de las que se comen.
Las canciones no pasan de los 3 minutos, siendo la primera la más larga con una duración de 3:25. Canciones como “Demons - Evil Forces” o “Raging Violence” con esa corta y caótica aparición de un solo de bajo y los alaridos delirantes que recitan “Raaaaaaging Violence” son himnos del rollo ¿Y ya escucharon ese TEMAZO que es “Executed”? ¡Madre míaaaaa ese riff! ¡Y qué solos tan caóticos y agresivos! ¿Y las baterías? Literalmente un desfase, impagables, irremplazables y “destroyers” o qué decir de esos blast beats tan fúricos de “Destroy” contrastando el performance estelar de Katon de Pena. Temas como “Calls of the God” suena a cristiano pregonando, pero ojito con tomárselo en broma porque Katon gritando “Caaaaall of the goooods, evil ones Buuuurn in Heeeell you will” pueden ser muchísimo más brutales que cientos de demonios, satanes, baphomets y sus madres. Así que con jueguitos y risitas nada ¿Entendido? Porque donde hay ACTITUD tan evidente un par bien, pero bien puestos que se quite los demás; esto es lo único que necesito.
Largarse a decir mil palabras sobre "Raging Violence” o describirlo tema por tema es tan absurdo como comer sopa con tenedor o explicar un mosh pit. Para comer se sopa se usa cuchara y para entender cómo es un pogo hay que ir a uno y lanzarse de cabeza ¿Capisci? Para entender el disco debut de Hirax hay que lanzarse al ojo de la tormenta.
¿Ves ese huevo con cara de agonía siendo despellejado? Ese serás tú en los próximos 30 minutos escuchando este álbum.
Nada más que decir acerca de este clásico del 85 más que ¡Escúchalo! Palabrita que, guste o no, es una experiencia única que no te debes perder, aunque sea de probar.
Un 8.6 violento que se lleva.
Katon W. de Pena: Voces
Scott Owen: Guitarras
Gary Monardo: Bajo
John Tabares: Batería