
1. Watchful Eye ov Doom
2. Eternal Might
3. Alchemy of Blood
4. Timeless Kingdom
5. Festival of Slaves
6. Sadness Will Last Forever
7. Solarflesh
8. Endless Purity
9. Mesmerized
Bien conocido es el dicho “A falta de pan, buenas son tortas”, pues hoy me permito el lujo de modificarlo a mi antojo y adaptarlo a la escena metálica para decir “A falta de Behemoth, buenos son Hate”. Visto que los primeros están estirando a más no poder el éxito cosechado con su último trabajo “Evangelion” de 2009, nos vamos a por otra formación de similares características y que en estos últimos tiempos también está haciendo méritos para asaltar el trono.
La verdad es que por suerte para todos nosotros la escena “deathmetalera” polaca sigue obsequiándonos con un montón de bandas de un nivel espectacular. Como los más veteranos y aún jefazos del cotarro seguimos teniendo a Peter Wiwczarek y sus incombustibles Vader, seguidos muy de cerca por el carismático Nergal y sus cada vez más populares Behemoth. Pero la cosa no queda ahí, Decapitated, Sceptic, Lost Soul y los propios Hate entre otros, se están encargando de que a día de hoy Polonia y Death Metal Técnico vayan cogidos de la mano. Cortados todos ellos por un patrón similar, con sus puntuales características diferenciadoras, llega un punto en que uno piensa que si allí no controlas te echan del país. Te podrán gustar más o menos, pero lo que nadie discute es que la ejecución técnica de todas estas formaciones es cuanto menos impecable.
Hate siempre anduvo un peldaño por debajo de Vader y Behemoth en cuanto a popularidad se refiere, pero disco a disco se han ido ganando el respeto del público, siendo sin duda a día de hoy los terceros en discordia (con el permiso de Decapitated que andan en una onda algo distinta). Sea como fuere su propuesta tiene muchas similitudes con sus parientes Behemoth, un Death Metal de gran calidad técnica adrezado con reminiscencias de Black Metal, siendo ambos dignos representantes del denominado Blackened Death Metal, una etiqueta bastante reciente para intentar explicar este tipo de propuestas que andan entre dos aguas, digamos que son una mezcla entre Vader y Dimmu Borgir para entendernos mejor. Y la cuestión está en comprobar si la mezcolanza cunde o no, pues lo vamos a descubrir en breve.
Arrancamos con “Watchful Eye ov Doom” la intro de rigor que ya nos prepara el cuerpo para la tormenta que se avecina, cuando uno escucha un pasaje atmosférico de este tipo ya puede intuir por donde van a ir los tiros. “Eternal Migth” entra un pelín más calmada de lo esperado, siguiendo la cadencia de la intro, con una tremenda base de doble bombo y unos riffs estirados que ya nos enseñan esa distorsión tan característica “dimuborgiriana”. Pero que no cunda el pánico, la tormenta ya anunciada acaba por descargar en el minuto 1:40, a partir cervicales tocan, aun así el tema da para mucho ya que sobrepasa los seis minutos de duración, y las alternancias entre partes rápidas y relativas pausas machaconas son una constante. “Alchemy of Blood” no se anda por las ramas y nos sacude fuerte de inicio al igual, un tema que nos recuerda la vertiente más agresiva de Hate. La siguiente “Timeless Kingdom” sigue por unos parámetros similares, pero ojito con la parte final de este tema, con un solo bastante melódico asentado en el perfecto doble bombo de Hexen y posterior ending en fade out.
Pasamos a “Festival of Slaves” con una entrada marcada por unos cantos tribales es de los temas más variados del disco, en el encontramos un poco de todo, sorprende incluso la notable melodía que aparece en algunos momentos del corte como presagiando lo que va a venir a continuación. Y es que si hasta ahora dominaba bastante la velocidad, a partir de “Sadness Will Last Forever” ganan importancia los ritmos más estirados y machacones, el jefe Sinner modula con brillantez su habitual growl y el tema acaba siendo uno de los más “suaves” del disco y actuando como elemento de descongestión, cosa que nunca viene mal en propuestas como la de Hate.
Punto y aparte para “Solarflesh”, posiblemente el mejor corte del disco, como debe de ser, a la antigua usanza, el disco se titula como el mejor tema del mismo. Una entrada con misticismo árabe nos mete de lleno en una vorágine de blast beast y redobles tremendos, demostrando una vez más Hexen que su fichaje allá por el 2006 fue todo un acierto. El tema en cuestión es sin duda el más complejo del disco, con mucha técnica, mucha clase, y mucho feeling en el estribillo.
Y aquí se acabó la mantequilla, “Endless Purity” arranca lenta y se mantiene así durante sus casi seis minutos de duración, un primer riff algo repetitivo se encargará de ser el elemento de cohesión en un corte donde prima la pesadez en detrimento de la velocidad, un tema asfixiante y oscuro, que puede llegar incluso a aburrir dado que tampoco es una maravilla compositiva, pero que conforme se va degustando se le va encontrando el punto. Y para punto y colofón “Mesmerized”, otro tema en una onda más machacona pero bastante más inspirado, la estructura es bastante similar al corte anterior, pero los coros femeninos le otorgan un aire de misticismo muy adictivo, igualmente interesante es la “lucha” constante entre los citados coros y la profunda voz de Sinner.
“Solarflesh” no es una obra maestra pero cumple a la perfección el cometido de una formación ya veterana que sabe muy bien cómo hacer las cosas para seguir viviendo de la música, un disco variado que entra muy bien gracias a ese equilibrio entre tralla y pesadez, y que es un eslabón más en la interesantísima discografía de estos polacos. Más vale que se empiecen a espabilar Nergal y los suyos si no quieren que Sinner y los demás los desbanquen de su privilegiada posición actual.
Mortifer: Bajo
Destroyer: Guitarra
Hexen: Batería
Adam the First Sinner: Voz, Guitarra