
1. Intro: Slow Death / Deformed (05:58)
2. Reality of Life (03:34)
3. Morbid Way to Die (04:37)
4. Sexual Mutilation (04:21)
5. Outro: Death of the Bumblebee (00:19)
GRAVE es uno de los ancestros ciclópeos de la vieja escuela sueca. Sentando los cimientos de un sonido inolvidable, las motosierras arrancaban más oxidadas que nunca. Un olor a cadáver pútrido se alza en el ambiente, la intensidad de la peste es tan fuerte que marea y hasta causa alucine. Esos son GRAVE, Death Metal de la más pura estirpe, más bruto y duro que un diamante sin procesar.
Nada más y nada menos que 1989, año capital y vital para la vida de nuestro pequeño engendro. NIHILIST habían destrozado el sector con sus bombas incendiarias de napalm en formato de cassette, luego de causar tales destrozos decidieron despertar la bestia en el 89: ENTOMBED. DISMEMBER rompieron el suelo en dos con el golpetazo de sus demos. CARNAGE infestaban de maldad al mundo. GRAVE no iban a ser menos. Si ENTOMBED eran los reyes, DISMEMBER los más dementes, CARNAGE los más macabros; GRAVE eran los más fuertes y bestias. “La tumba” escupía un metal rugoso, grumoso, pútrido y corpulento que tumbaba a cualquiera de sus sucedáneos con semejante demostración de fuerza.
Las demos son la muestra primigenia de los deseos más puros de un puñado de adolescentes que, con esta música incomprensible y del mal gusto, drenaban todas sus inconformidades de manera sana, aunque esto último se puede poner en duda…Las portadas en blanco y negro hechas por algún colega del colegio a bolígrafo pueden parecer lo más cutre del mundo, pero en esas portadas con grandes cotas de amateurismo y ganas de hacer encuentro un encanto inexplicable. Junto con aquel primerizo logo encontremos una música que, al igual que esos trazos de marcador con ilusiones y sueños impresos, no volvería nunca. “Sexual Mutilation” es una muestra de honestidad y compromiso. No hay retoques, ni maquillaje, solo el sudor y sangre de tres muchachos poseedores de la fuerza de Þrúðr, la hija de Thor.
El sonido de unos amplificadores y una tímida baqueta nos dan la bienvenida, seguido de un fúnebre riff encarnando la psicopatía de un asesino en serie. “Knot” lanza su primer gargajo en forma de “uh” como buen aprendiz del tío Thomas. A continuación, vienen los inconfundibles riffs de la inefable “Deformed”. Si pensaban que la versión de “Deformed” en “Into the Grave” poseía una brutalidad incontestable, estaban equívocados, en “Sexual Mutilation” la deformidad suena con una intensidad viciante y un filo capaz de cortar piedras. La visceralidad de “Deformed” llega a niveles de ranciedad incluso superiores a la de su hermana menor “larga duración”. Las demos de GRAVE tienen la particularidad de alternar las voces entre los tres miembros, dándole un sonido más desquiciado, de manicomio a “Sexual Mutilation”, como si de múltiples voces esquizofrénicas gritándonos en las trompas de Eustaquio se tratase. El alarido desgañitado del minuto 3:26, con unas guturales aún embrionarias, vale todo el oro del mundo, se los aseguro. Nada más “Deformed” es mucha tela que cortar, un himno inmortal y pilar del Death Metal.
Esta época…este sonido jamás volverá, poco importa si bandas revival tratan de emular esto porque es inimitable. Producto de una época, contexto y condiciones muy específicas, que por cuestiones tecnológicas no sucederá de nuevo. El sonido thrasher de los primeros pasos de la bestia de la mortalidad tampoco volverá. Es cierto que existen bandas que mezclan Thrash Metal y Death Metal, mas lo hacen intencionado y se nota en el producto final: una mezcla heterogénea segmentada y poco natural. Estos chicos eran pioneros sin saberlo, inocentemente (aunque esta música es de todo menos inocente) tallaban los grabados del decálogo de cómo hacer Death Metal, he ahí la gran diferencia. Eso se nota en la música, las intenciones se perciben porque ¿Qué es la música más que la desnudez de nuestras emociones y pensamientos?
“Reality of Life” abre depravadamente para luego mostrar el pelaje característico de la banda con la base rítmica cabalgante y áspera. Composición totalmente thrasher, del corte más salvaje con el pedigrí de un oso grizzly capaz de desfigurar cualquier ser vivo de un zarpazo. De esta pureza es de la que hablo: un thrash tan pasado de revoluciones que se convirtió en algo más. “Reality of Life” se alza como otro epítome del género. Al escucharla sientes cómo te entierran vivo y arañas el ataúd con la esperanza de salir, aun sabiendo la imposibilidad del escape. Con GRAVE no se juega.
Otra vez nos encontramos con una joyita en bruto. “Morbid Way to Die” es una versión mucho más sucia y acelerada que su configuración de estudio. Un tritura cabezas que deja hecha papilla las cavidades craneales ¿Qué más quieres? No hay tiempo para florituras y recesos. Un viaje sin descanso a las profundidades de un cementerio. Eso es GRAVE.
“Sexual Mutilation” la homónima, muy bonita ella, nos da la bienvenida a su casa con los jadeos de un cuerpo moribundo recién violado. Educaron bien a los suecos. Tamaño de canción que tuvieron que sacar a pasear en más ocasiones. Lo tiene todo, una voz abrasiva, unos riffs imperecederos y lo más impresionante: unas baterías martilleantes, crudas, pero extrañamente cuasi jazzera por momentos. Bestia, pero con increíble derroche de clase.
Se nos despiden con la muerte de un abejorro como pequeño homenaje a Kórsakov…cagándose en su pecho, porque el Death Metal no vino a respetar a nadie. 19 segundos que emulan increíblemente bien el sonido de un moscardón cayendo en vuelo agonizante. GRAVE nos mandan un hasta pronto, la despedida vino con “Soulless”. Los suecos fueron una de la más grandes y mejores bandas de la vieja escuela sueca y del Death Metal en general.
¿Puntuación? 9.3
Ola "Necro" Lindgren: Guitarra solista, Voces, Bajo
Jensa "Death" Paulsson: Batería, Gritos
Jörgen "Knot" Sandström: Guitarra rítmica, Voz principal