Goliath - Goliath

Enviado por El Marqués el Lun, 05/09/2016 - 19:12
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1. Herencia Maldita
2. La Fuerza del Rock
3. Trampa Mortal
4. Reaccionar
5. Dios del Rock
6. Te Encontraré
7. Evasión
8. Drácula
9. Música

Llevo unos días hablando de grupos españoles perdidos en el túnel del tiempo. A la “doble T”, los Tarzen y Tritón, se irán uniendo otros como Zero, Alcaudón, Rosa Negra…me gusta rescatarlos tanto por sus buenas canciones como por la cantidad de recuerdos que me traen, y sobre todo me fascina ver lo representativos que son de aquel periodo concreto, el heavy de barrio, litrona y comercios cerrados por miedo en los aledaños de las salas de conciertos.

En ese sentido nuestros protagonistas de hoy, Goliath, se llevan la palma. Sexteto que se crea en Madrid movido por el verdadero amor a la música y al Rock de sus componentes, recién llegados a la escena unos, con algo más de recorrido otros, pero que tendrán en Goliath una plataforma de lanzamiento para carreras que en algunos casos llegan a nuestros días.

Aquí están Ángel Arias, futuro bajista de los Barones, y Enrique Bertrán de Lis, procedente del entorno de Ñu, e inmortalizado por JC Molina en el directo “No hay Ningún Loco”.

José Barta, que tocaría los teclados en el “Hijos de Caín” de Barón Rojo, y el fallecido Javier Ponce también son nombres que recordamos, y junto al cantante Luis Pulido y el batería Alberto Hernando darán forma a un homónimo único disco producido por Carlos de Castro, cuya copia original es, como suele ocurrir con estos trabajos, ilocalizable a día de hoy, siendo una utopía esperar que algún ángel de la guarda del rock and roll se moleste en reeditarlo.

“Goliath” sigue llamando la atención por esa poderosa portada tan cimmeria, y encierra nueve temas de clásico heavy metal, con excelentes duelos de guitarra por parte de Ponce y Bertrán, muy inspirados, contundentes y elegantes según la ocasión lo requiera, con temas veloces y metálicos como “Herencia Maldita”, “Dios del Rock” o “Reaccionar” (seguramente la mejor de todas, con un estilo totalmente actual), heavy más complejo al estilo Maiden –“Trampa Mortal”-, otros más hard con buenos estribillos –“Evasión”-, épica infantilona –“Te encontraré”, con un precioso cambio de tiempo comandado por las guitarras solistas y un guiño al Bruce Dickinson gritón de “Run to the Hills”-, y las habituales llamadas al hermanamiento metalero y a la lealtad a lo que más nos gusta, la Música (a la que dedican un sentido baladón como despedida) y la Magia, la Fuerza del Rock.

Y lo cierto es que pese a no inventar nada consiguen sonar muy entretenidos y originales a su manera, con dibujos muy curiosos de las seis cuerdas y una muy buena interpretación vocal.

Procedían como tantos otros del circuito de aquellos certámenes que se celebraban en la Villa de Madrid y que servían a las bandas para acceder a los estudios de grabación, y elevaron la ceja ante el éxito que consiguió Sangre Azul y lo que comenzaba a sonar en la radio: Bon Jovi y Europe arrasaban, y Goliath habían demostrado que sabían componer temas accesibles, así que se cambiaron de nombre y como Júpiter tendrían su momento de gloria junto a Niágara, Marshall Monroe y compañía en la recta final de los 80.

Según pude leer, Javier Ponce terminó ingresando en la Policía, completando la santísima trinidad de maderos melenudos junto a Yosi y Matt Barlow, y falleció de manera casi anónima en 2003.

Ángel Arias desde la web de Barón Rojo le dedicó una cariñosa despedida, y un recuerdo a los orígenes de Goliath, su primera etapa profesional, estimulado por Ponce, quien le llegó a prestar el dinero para adquirir su primer bajo.

Detalles de hermandad en una escena, la española en aquella década, que siempre he dicho no tiene nada que envidiar a cualquier otra del movimiento.

Luis Pulido: Voz
Javier Ponce: Guitarra
Enrique Bertrán: Guitarra
Alberto Hernando: Batería
Ángel Arias: Bajo
José Barta: Teclados

Sello
Chapa