
1. Blasphemic Beasts Convoked
2. Infernal Bestialitics
3. Diabolic Demolition
4. Ride
5. Whimps & Bastards
6. Metal Forever
7. Worship Me
8. Brother To Brother
9. Ruina Regnorum
10. Live For Metal
11. Heaven & Hell (Whimps & Bastards Part II)
"Es tiempo de divertirse, mamones. Vámonos a la taberna, a partir unas caras, a emborracharnos y a escuchar, y bien alto, a Manowar, a Motörhead y a Venom". Ese es el lema de una banda como Goddes of Desire (banda que tuve el placer de ver en vivo, en el Wacken 98). Escuela clásica, añeja, épica, veloz y desvergonzada, con toneladas de rimmel, capas, espadas, cartón piedra y bellas strippers danzando por un escenario. Vuelven los ochenta, y en pleno 1998. Y de la mano de Goddes of Desire. A ver si saben venderse como un buen Delorean. Viajar en el tiempo y hacerlo con clase no siempre es un acierto.
"Let Us Win This War", el primer trabajo de la formación holandesa, ya dejaba bien claro que el sonido de los Goddes estaba muy influenciado por la escuela más oscura de los ochenta (Hellhammer, Slayer, Venom, Celtic Frost o Sodom), con añadiduras, además, de un poso bien "Heavylón", muy Manowar. Goddes no se complican la vida. Rinden tributo a los mejores dioses que ha parido el género. ¿Para que innovar? Para eso ya están bandas como Machine Head, Nevermore, In Flames o Mastodon. Goddes of Desire son hijos de los ochenta y vienen dispuestos a "ochenterizarnos". El tiempo, para siempre, se paró, para nuestros muchachos, en 1985. De ahí en adelante, ni una miserable banda les interesa. Ni lo más mínimo. ¿Te vienes a la cruzada por mantener el Metal más épico, y casposete, en la cumbre? Acompañemos a Goddes of Desire. A ver que se traen entre manos. Luchemos, espalda con espalda, con los Goddes, y conquistemos junto a ellos el castillo de los malos. Comienza "Symbol of Triumph". Desenvaina, bribón.
Desde luego, ya vemos por donde van los tiros con la portada, cutre como pocas, con una ilustración de la banda, junto a unas señoritas de muy buen ver, y todo ello enmarcado en una onda muy Manowar. Se nota que a los Goddes les va el cachondeo. O eso espero. No hay quien se los tome en serio. Me encantan. Adoro a la peña sin sentido del ridículo. Guerreros desvergonzados. ¡Larga vida a la calaña casposa!
"Blasphemic Beasts Convoked", "Infernal Bestialitics" y "Diabolic Demolition", los tres "josdeputa" iniciales, nacidos al amparo de fusionar el Speed cacharrero, el sonido Thrash crudote, y desbalazado, y el aura "épico-cutresca", plagada de tópicos e ideas manidas, amén de estar tratado con unas voces muy "bourbonianas", y mucho tufillo a Motörhead y a Venom, no parecen ser temas que le vayan a cambiar la vida a nadie (más que nada por que ya llevamos años oyendo temas de naturaleza similar, y con más empaque). Las voces, alternas entre Lord Arydon y Count August, le dan un toque especial al divertídisimo ataque "acerístico-casposete", y Bastard, el batería, cumple, sin sobrarse, como aporreador de platos y timbales. Tocan tan bien, o mal, como lo puedan hacer Venom. Eso sí, no tienen ese talento natural. Como banda de covers serían mucho mejores.
"Ride", "Motörheadiana" hasta la médula, nos deja ante la riffera y potentorra "Whimps & Bastards". Sin duda, el mejor tema de todo el trabajo. Ahora sí, Goddes, muy listillos, plagian, de puta madre, el rollete de los Venom ochenteros. De hecho, fijo que a Cronos le habría molado tener un "Whimps & Bastards" en su "Calm Before the Storm", para darle más huevos al toro. "Chicha" solista maja, buen material para las cervicales. Para ponerlas a tono, digo.
"Metal Forever" (Manowar, y dos toneladas de cachondeo extra, sumado a un devenir muy Bathory, o Helloween, era "Walls of Jericho". Un batido total), Worship Me", "Brother to Brother" (épica barata y descojonante), "Ruina Regnorum", "Live For Metal" y "Heaven & Hell (Whimps and Bastards Part II)" (que no le hace justicia a la primera entrega) finiquitan un disco poco osado, muy "copiado". Eso sí, el contrapunto majo viene firmado por el empeño de los tres Goddes, que se nota, y mucho, que aman, respiran, cagan y mean, puro Metal. Del molón, de ese con olor a cuero y con el brillo de un cinturón de balas.
3 cuernos (bajos) para "Symbol of Triumph", cruce majete entre los mundos de Lemmy, de Cronos y de Joey DeMaio. Disco ideal para escuchar acompañado de buenos colegas. Con 15 cervezas en el cuerpo, quizás, la cosa nos parezca un nuevo "Kings of Metal", jejeje.
Caspa cacharrera en el nombre de los dioses de la guerra, la cerveza y el plagio gracioso. Una escucha no te hará mal. Ida de olla vacilona.
Impagable el pegarse una maratón con discos de Goddes of Desire, Sacred Steel o Hammerfall. Larga vida a la épica de tercera regional.
Count August: Voz y bajo
Lord Arydon: Voz y guitarra
The Bastard: Batería