
1. Over the Hills and far away
2. Wild Frontier
3. Take a little time
4. The Loner
5. Friday on my mind
6. Strangers in the Darknes
7. Thunder Rising
8. Johnny Boy
Gary Moore es un guitarrista de Rock, ROCK con mayúsculas y poco importa el estilo donde se etiqueten cada uno de sus discos. Es complicado definir si su estilo es Heavy Metal, Hard Rock clásico, Jazz Rock o Blues, el siempre toca igual aunque su búsqueda por diferentes estilos ha hecho que muchos de sus discos tengan una identidad propia y diferente. Uno de esos discos con más personlidad propia es este Wild Frontier, ¿por qué?
Después de un irregular y heterogéneo Run For Cover, Gary necesita hacer un disco compacto con una dirección clara. Tampoco hay que esconder que Gary Moore siempre ha buscado la fórmula del éxito (que al parecer encontró definitivamente en su posterior Still Got the Blues), e incluso admite que se decantó por el Hard Rock porque era el estilo más fácil para encontrar seguidores de música guitarrera en los 80. Sea como fuere, Moore en 1987 parió uno de sus discos más interesantes y más aclamados por crítica y público.
Wild Frontier sirve de banda sonora para un viaje por la vieja Irlanda, con cantidad de influencias celta y muy influído también por la música de su amado y odiado Phil Lynnot. El tema título Wild Frontier fue escrita para que Lynnot la cantara, repitiendo lo hecho antes en Out in the Fields, pero desgraciadamente Lynnot murió antes de acabar el disco y en la contraportada de Wild Frontier se puede leer la dedicatoria "For Philip".
Otra peculiaridad de este disco es la batería. Al parecer Moore no encontró el batería indicado para grabar el álbum y se decantó por una batería electrónica. Posiblemente esto sea una de las peores cosas del disco per también es cierto que le da ese sonido especial y forma parte de esa personalidad propia de la que hablaba.
Wild Frontier se abre con una cañonazo de tema llamado Over the Hills and far away, espectacular intro de percusión, la voz de Moore, más mejorada que en anteriores discos, y esas famosas gaitas y violines celtas cortesía del mítico grupo irlandés The Chieftains. El tema es una maravilla de principio a fin con un solo de infarto donde Gary Moore nos muestra su maestría con el trémolo y el tapping a un mano. En el futuro muchos jóvenes metaleros conocerían esta canción por la versión de los finlandeses Nightwish, que para nada está a la altura de la versión original.
Wild Frontier es un bonito tema muy melódico con una bonita línea de guitarra y una parte intermedia perfecta como decíamos para Phil Lynnot, el solo es corto y efectivo y es que este es un disco de canciones, no de demostraciones por el mástil.
Take a Little Time es un tema rápido muy rockero y trepidante, con otro punto de vista casi sería un tema power, a lo Out in the Fields, y ese interludio de acústica antes de el solo jugando con un barrido de canal derecho a izquierdo, perfecta.
Llegamos a uno de los temas más clásicos del disco, la instrumental The Loner, una bella canción donde las clásicas notas blueseras de Gary se abren paso a través de los atmosféricos teclados de Neil Carter. En sus posteriores versiones en directo Gary podía hacer durar esta canción hasta los doce minutos explayándose a gusto. Lo que hace flojear la canción es la batería electrónica y el sonido de guitarra que a mi parecer hace sonar el tema demasiado artificial. Aún y así un clásico.
Otro de las canciones más curiosas del disco y también de las más pop, es la revisión del Friday on my Mind de los Easybeats, grupo australiano de los 60 donde tocaba George Young, sí, el hermano de los famosos Angus y Malcom.
Strangers in the Darkness nos muestra otra de las caras compositivas de Moore, una tema lento y ambiental, parecido a la música que podían practicar U2 en mitad de los 80.
Si buscamos una canción realmente heavy en Wild Frontier, deberíamos ponernos Thunder Rising, un tema a lo Massacre de los Lizzy, muy cañera, con mucho teclado aquí, pero con una rítmica de Moore más agresiva que en el resto del disco. En este tema debo resaltar también el trabajo del mítico Bob Daisley al bajo.
Para finalizar el disco Johnny Boy, una preciosa balada celta de aires tradicionales, bonita forma de acabar el disco.
La edición en vinilo acaba aquí. En la edición cassette se puede encontrar dos versiones más de las canciones Wild Frontier y Over the Hills con muchas más guitarras y solos extendidos, todo un regalo para los fans de Gary. Destaco la versión del Over the Hills, con una intro en donde podemos escuchar unos pasos que van de un lado a otro del auricular, el misterioso caminante primero abre una puerta y se oye un fragmento de Out in the Fields, después vuelve a caminar, se para, abre otra puerta y escuchamos un fragmento de Empty Rooms. Cierra la puerta y empieza la nueva versión de Over The Hills and far away.
En la edición en cd además se puede escuchar otro tema inédito en las veriones LP y Cassette, llamado Crying in the Shadows.
Lo dicho, otro gran disco de Gary Moore que se convirtió en un clásico del Hard-Rock.
Gary Moore: Guitarras y voz
Neil Carter: Teclados y voz
Bob Daisley: Bajo