
1. "Coming Your Way"
2. "Closing My Eyes"
3. "Fighting For Madge"
4. "When You Say"
5. "Show-Biz Blues"
6. "Under Way"
7. "One Sunny Day"
8. "Although the Sun Is Shining"
9. "Rattlesnake Shake"
10. "Without You"
11. "Searching For Madge"
12. "My Dream"
13. "Like Crying"
14. "Before the Beginning"
Bonus en posteriores versiones
15. "Oh Well – Pt. 1"
16. "Oh Well – Pt. 2"
17. "The Green Manalishi (With the Two Prong Crown)"
18. "World in Harmony"
"Si la música es el alimento del amor, y de hecho lo que mueve al alma, entonces toca"
Hace muy pocas semanas perdimos al gran Peter Green, por lo que me gustaría que esta reseña, que anecdóticamente es mi aportación 1900 a nuestro querido portal, quede como un tributo a la vida y obra de este grandísimo músico.
Los años setenta estaban a la vuelta de la esquina y el bueno de Peter Green ya había logrado labrarse una reputación como astro de las seis cuerdas gracias a los exitosos y recomendables dos primeros álbumes que este había lanzado bajo el nombre de Fleetwood Mac. En ambos predominaron sonidos más cercanos al Blues-Rock de toda la vida, con grandes solos y estructuras más bien similares entre ellas salvo en contadas ocasiones. Por ello, Green decidió autoexigirse un poco más como músico y tratar de hacer de su siguiente obra una propuesta algo más variada sin por ello renunciar a sus raíces.
Una de las primeras decisiones que Green tomó fue introducir en el grupo a un joven Danny Kirwan, procedente del trío de blues Boilerhouse para equilibrar un poco más el peso compositivo, vocal y “guitarristico” que había mermado por aquellos tiempos a Peter debido, en gran parte, a la reprochable actitud de Jeremy Spencer, quien se negó a participar o colaborar en cualquier composición que este escribiera (de hecho solo figura en los créditos como teclista en la segunda parte de “Oh Well”).
El título del tercer disco, el cual fue grabado a finales de 1968, fue “Then Play On” y es un guiño a una frase que dice el Duque Orsino en Noche de Reyes de William Shakespeare. Sin embargo, y antes de entrar de lleno en lo que al análisis de esta obra se refiere, no puedo dejarme atrás el lanzamiento, durante el periodo de composición y grabación de este disco, el lanzamiento del legendario single de “Albatrozz” en el que Kirwan, según el propio Peter Green, había sido clave para sacarla adelante («hubiese sido imposible sin Kirwan» reconoció hace pocos años el guitarrista). Este tema llegó al número 1 en el Reino Unido (su primer gran éxito), creando más expectación de cara a su nuevo disco.
Desde la inicial “Coming Your Way” podemos observar síntomas de evolución sonora de este grupo. Esa batería con toques latinos, mientras las guitarras se entrelazan con suavidad sin acercarse en ningún momento al Blues y Kirwan muestra su soltura y desparpajo como nuevo cantante. Le sigue la preciosa balada armónica “Closing My Eyes” en la que también aparecen casi que por primera vez muchos matices melódicos que nunca antes le habíamos escuchado a estos chicos. La letra es dolorosamente dura, así como la imponente interpretación vocal o los pequeños punteos de guitarra acústica.
Sí querías un poquito más de marcha los Mac revisitan sus propios inicios con un Blues instrumental asesino titulado “Fightning For The Madge” en el que Green se desmadra tras la guitarra y ofrece una auténtica exhibición tras el mástil, mientras el resto del grupo le acompaña creando una base dura y que sirve para ejemplificar lo importante que han sido estos músicos para entender lo que se haría en el Rock durante las siguientes décadas.
“When You Say” parece traer de vuelta el lado emotivo de los británicos mostrado en “Coming Your Way”. Tema suave en el que las voces y la guitarra se compenetran y se imitan unas a otras construyendo una canción dulce y atmosférica justo antes de que irrumpa la más eléctrica “Show Biz Blues” y nos sintamos por momentos como si estuviéramos escuchando “Mr. Wonderful” en su totalidad.
Otro instrumental. En este caso se trata de “Underway”, una dulce pieza de poco más de tres minutos que nos hace meternos en la portada del álbum gracias a los punteos y adorno que el eterno Peter Green fue capaz de introducir con su Gibson Les Paul. Un tema sin sobresaltos, pero tampoco sin pegas.
Los británicos se ponen chulescos y nos embisten cual toro con la machacona “One Sunny Day” tan propia también del “Mr. Wonderful” por su clara estructura bluesera y que tiene como puntos álgidos los punteos de Green que logra empastar tras la pista vocal. Momentazo al igual que la sorprendente balada psicodélica “Although The Sun Is Shining” en el que seremos hipnotizados por voces dobladas y unas guitarras acústicas que cambian de acordes con precisión y elegancia.
Volvemos al Blues con la clásica “Rattlesnake Shake” que a más de un fan de Aerosmith seguramente le suene ya que fue versionada varias veces por “los chicos malos de Boston”. Blues-Rock árido con grandes dosis de Jack Daniels y unas maracas que parecen emular el contoneo de una cola de serpiente cascabel.
No podía faltar, entre tanta balada y Blues, una balada bluesera en la que se juntan los fraseos de guitarra con una solemne voz que parece desgarrarse por momentos. “Without You” no pasó a la historia, pero tampoco lo necesitó para ser valorada como la joya que es.
Amantes de lo instrumental, es vuestro momento. “Searching For Madge” es un claro ejemplo de Hard-Rock primitivo y claramente enraizado con el Blues. La canción es un ejercicio de técnica sublime por parte de unos músicos completamente venidos arriba y que hacen auténticas virguerías (ojo a los punteos que se manda Peter Green al llegar el minuto 5 y el posterior cambio casi operístico que tiene el tema hasta su final).
Desde la primera vez que escuché “My Dream” (de eso hace ya un tiempo considerable), siempre siento algo en mi interior que se pone triste. Tema también completamente instrumental pero menos rockero, centrándose más en explotar el lado progresivo y melódico del grupo. Tres minutos realmente bellos.
El colofón del disco llegará de la mano de “Like Crying” (un Blues-Rock de los de toda la vida) y la más sentida “Before The Beginning” que, por momentos, parece transportarnos a los lugares más lúgubres de El Bronx neoyorquino, como si de la introducción de una película del legendario Martin Scorsese se tratara.
El disco ha sido reeditado posteriormente ya que en la versión americana original se incluyó el clasicazo “Oh Well” (Part. 1) del que me gustaría hablaros brevemente. Aunque se dividió en dos partes, la segunda es un precioso tema acústico que parece propio de un Western de primera categoría, estamos ante un clasicazo de Fleetwood Mac hecho para triunfar y para ser sinónimo de grandes jams de guitarra. Tema marcado por un riff sencillo pero ensordecedor que da paso a una voz acapella que, inevitablemente recuerda, a lo que haría un par de años más tarde Robert Plant al cantar “Black Dog” de Led Zeppelin. De esta canción se han grabado y tocado en vivo infinidad de versiones, siendo a título personal la de Aeorsmith la más lograda, sin tener en cuenta la original, claro está. Like Crying es un blues que suena como un ensayo casual captado brillantemente en una cinta, al igual que My Dream y Searching for Madge -Then Play On, que se atasca a toda velocidad y luego se desvanece en un ruido orquestal más introspectivo para saltar al original batir de la batería al final. La canción de cierre, Before the Beginning, es tan Green como puede ser; mística e inquieta, con un toque bellamente elaborado en la guitarra y tambores suaves en la parte posterior.
Según cuentan las malas lenguas, el LSD consumido una noche en Munich terminó mermando muchos las facultades mentales de Peter Green y Kirwan (este último llegaría a sufrir esquizofrenia) poniendo en serios aprietos la estabilidad de la banda. El comportamiento cada vez más raro de un Green ultrarreligioso que comenzaba a donar todo el dinero del grupo a obras de caridad, así como las ya mencionadas adicciones, terminaron por llevarle a salir del grupo tras el lanzamiento del single de “The Green Manalishi (With The Two Prong Crown)” (sí, el tema que luego versionarían los Judas Priest. El caso es que “Then Play On” es, sin lugar a dudas, el trabajo más logrado de toda la era de Peter junto a Fleetwood Mac, mezclando elementos pasados de Blues-Rock con influencias más contemporáneas de aquel momento. Un discazo merecedor de todo tipo de elogios.
PD: ¡Gracias Gustav por proponerme esta reseña!
Peter Green: voz, guitarra, armónica y chelo en «Oh Well»
Jeremy Spencer: piano en «Oh Well»
Danny Kirwan: voz y guitarra
John McVie: bajo
Mick Fleetwood: batería