
Juako Malavirgen:
-Gente.
-Pedigüeños.
-Siglo de Oro.
-Aquellos maravillosos baños.
-La de los mecheros.
-Me dejé llevar.
-Receta del kalimotxo.
-La grulla.
-Embriología avanzada para niños.
-Albóndigas' song.
-Budespéncer.
EL RENO RENARDO
1. Meriendacena medieval
2. Gym
3. Ctrl+Alt
4. Señoras
5. Fiesta palangana
6. Despiporre
7. Hamster
8. Orcos de Mordor
9. Bogavante
10. Moria
11. Chicken es pollo
12. Crecí en los 80
MAMÁ LADILLA
1. Cosas que joden
2. Janfri Güein
3. Farloparlante
4. Flípalo
5. Yo prefiero a Baco
6. Cibernáusea
7. Heavy Metal
8. Defectuoso
9. Cumpleaños
10. Prebostes taraos
11. Cáncer
12. Aparta Papá
13. Chándal
14. Mi nave mix
15. Cunilingus postmortem
16. Sucedió en Beckelar
17. Chanquete ha muerto
18. Ataca
GIGATRON
1. Speed thrash big bang
2. Viking Bugui
3. Barco de colegas
4. Banderas de roña
5. Festival del mal
6. La tierra del rock
7. El Conan
8. Blasphemian (ft. Mamatron)
9. Visigoth kings
10. Queridodín
11. Apocalipsis molón
12. Alluminati
13. Intro + Alluminati Galileo
14. Intro + Alluminati superjebi
15. Caballón
16. El barbero de Vallekas
17. Heavy hasta la muerte
18. Rebeldes de cuero
Habiendo agotado las entradas poco tiempo antes del día "F", se creó cierta expectación en el mundillo por ver cómo se desarrollaba este nuevo evento. La organización del mismo se preocupó muchísimo de explicar por la red a los asistentes ciertos detalles logísticos y de concienciarles de lo apretados que iban a estar los horarios. Dichos organizadores se curraron además un pequeño discurso jocoso de introducción (que a mi gusto sobró) y un homenaje musical a cada sub-evento. Así, una jota presentaba al artista maño Juako Malavirgen, que abriría el show con exquisita puntualidad. Armado únicamente con su guitarra, su voz y su desbordante ingenio se metió al público en el bolsillo en seguida, aunque no le conocieran de antes. Desde el minuto uno varios cientos de personas nutrían la Mon Live, que pudieron carcajearse sobradamente del interactivo espectáculo que nos regaló el bueno de Juako. La encantadora cotidianidad de sus letras (prestar mecheros, viajar en taxi, Bud Spencer...) sumada a la enorme gracia con que son presentadas hacen que, al menos desde cierto punto de vista, el aragonés fuera lo mejor de la noche. Como guinda, dos miembros de la banda Dixlesia se subieron al escenario a acompañar los dos últimos temas. Inmejorable empiece.
Tras un chotis jocoso (de nuevo cortesía de la organización), le tocó el turno a los locales Mamá Ladilla que abrieron con Cosas que joden, presagiando que no iba a ser uno de sus shows normales. Se lanzó el día anterior su magnífico LP "Quién pudriera", así que tocaron tres piezas del mismo: Se dice Heavy Metal, Cibernáusea, y Cáncer de sida. Lógicamente, eran muy desconocidas y quizá aquello enfrió un pelín al público. Además incluyeron rarezas como Cumpleaños feliz o Farloparlante, conformando uno de sus shows más exóticos que he visto. Por otro lado rescataron Yo prefiero a Baco, lo que es todo un acierto. Los que hemos presenciado sus conciertos muchas veces agradecemos bastante tanta novedad, pero entiendo que para el público menos fiel no sea tan buena noticia. De todas formas, tendría que merecer la pena sólo por disfrutar del excelente nivel instrumental del que hace gala este trío (inspiradísimos los solos de guitarra, por ejemplo) y de las originales canciones que engendra el gran Juan Abarca. Riffs imaginativos y rasgueos imposibles por doquier; una delicia en vivo. Sea como fuere, el llenazo de gente se instaló definitivamente hasta que acabó el festi.
Tras el consabido homenaje "organizativo" (esta vez una descacharrante parodia de Chimo Bayo) y con diez minutos de adelanto sobre el horario previsto (!), irrumpieron los valencianos Gigatrón con la velocísima Speed thrash big bang. En mi opinión dieron una impresionante lección de heavy metal, con un surtido de estilos muy variopintos y una ejecución instrumental impecable. Al igual que Juako, Charly Glamour es un espectacular comunicador que engancha a la audiencia con su discurso hilarante, en clave freak metal. Sin embargo, esta vez estuvo un pelín más comedido. Quizás la música hablaba por sí sola. Por ejemplo, en el memorable Blasphemian Rhapsody que se marcaron con los ladillers en el escenario (Mamatrón) con teclista y todo. O en la brillante trilogía Alluminati, donde se colocaron unas enigmáticas túnicas dando una vuelta de tuerca a su ya de por sí brutal puesta en escena. Un final epiquérrimo donde descargaron una versión de Manowar (Caballón), otra de Rossini (El barbero de Vallekas) y hasta de Twisted Sister (Heavy hasta la muerte) demostrando su tremenda versatilidad sin dejar de lado su particular tributo al metal. ¿Qué más se puede pedir?
Último homenaje-presentación (una especie de chirigota vasca) para la banda que perpetraba el último show. A las 22h. en punto salían los navarros Reno Renardo con un público exhausto pero feliz. En directo, este grupo tiene un pequeño problema: Jevo Jevardo tiene un registro demasiado grave de voz. Esto hace que, por muy buena calidad de sonido que haya (que la hubo), es difícil entender la letra si no te la sabes ya. Menos mal que son un grupo muy seguido (esta sala la llenaron ellos solos en otra ocasión) y que dieron el recital más conservador de la noche. Hit tras hit. El bogavante, Ctr+Alt+Supr, o Meriendacena Medieval hicieron las delicias del respetable, quizá por ser temas de factura notablemente más facilona que los de las dos bandas predecesoras. El pogo y el baile imperaban en la sala, con mención especial al curioso wall of death que impulsaron en el mini-Raining blood que sonó. El colofón de la noche (con diez minutos de adelanto aún) llegó con Crecí en los ochenta, con el escenario abarrotado por todos los miembros de la organización y de las bandas implicadas en este estupendo festival, que nace con una flor en el trasero y del que ya se especula que pueda haber posteriores ediciones.
Juako, Charly, Jevo, Juan Abarca y compañía