Fear Factory - Aggression Continuum

Enviado por Betrayer el Vie, 17/09/2021 - 11:06
661

Bueno pues parece que al fin, después de mil batallas legales, litigios, reclamaciones, demandas, quiebras, divorcios, discusiones, derechos de autor, “desautor” y su puta madre, al final tenemos nuevo disco de Fear Factory. Una pena la verdad, uno siempre tiene idealizada una banda cómo ese grupo de colegas que crecen tocando en un garaje, con sus risas, sus bromas, sus borracheras, y tienen una amistad a prueba de fuego. Pero en muchos casos, en cuanto entra el dinero de por medio, la mayoría de los seres humanos se acaba corrompiendo y sacando su lado más egoísta y oscuro. Y si a eso sumamos que muchas formaciones se crean de un modo “mercenario” más que amistoso, pues ya lo tienes.

No se han salvado de la quema los Fear, viendo cómo los dos únicos supervivientes desde su creación, se enzarzaban en la que parece va a ser la última discusión entre ellos. Y sí, al final tenemos nueva entrega, incluso Burton C.Bell se encarga de las voces, pero desgraciadamente ya no forma parte de la banda. Qué sí, que no es el mejor vocalista del mundo, que en directo flojea un poco ¿y qué? Fear Factory se entiende cómo un todo, y en ese todo está incluida “la voz” de Fear Factory, oséase Burton, para bien y para mal, y va a costar un mundo digerir un nuevo disco o un show en directo sin él, eso ya os lo adelanto. Nos costó superar la marcha del percutor Raymond Herrera, pero con el tiempo Mike Heller (previo impás del maestro Gene Hoglan), lo ha sabido suplir con dignidad. Bueno en el fondo lo ha sabido substituir con profesionalidad, porque el que realmente compone baterías es el todopoderoso Cazares, punto y a parte.

Cazares, ese genio compositivo (guste o no guste), que ha basado su música en riffear como si fuera una jodida máquina percutora infalible, creando un estilo, todavía a día de hoy, inimitable. Pregunta del trivial metalero ¿Cuántas bandas suenan cómo Fear Factory? Respuesta; ninguna, absolutamente ninguna. Treinta años en la brecha y todavía no hay quien los pueda imitar, y encima los que tenían que coger el testigo nos han salido monguers y han acabado haciendo un Metalcore/Nu Metal de chichinabo que se queda a medio polvo. Pocas bandas tienen un sonido tan y tan reconocible, y caso curioso, o los amas o los detestas, suele haber poco punto medio con estos tíos. El que hoy os escribe, los ama, incluso les perdona sus chuflas Nu Metaleras a lo “Digimortal”, porque de todo se aprende y se saca algo positivo.

Sí, a Betrayer le pone Fear Factory, sé que posiblemente sea una banda algo repetitiva en sus esquemas, con sus “limitaciones”, pero son jodidamente auténticos. Crearon una vertiente del Metal, ahí es nada, y pocas bandas pueden presumir de eso (aunque no se les haya reconocido lo suficiente). Y en cuanto a sensaciones se refiere, la música de Fear Factory te pone como un tiro, música energética, agresiva, en ocasiones casi “bailonga”, y pegadiza a más no poder. Todos tenemos bandas para según el estado de ánimo en que nos encontremos o nos queramos encontrar, y os aseguro que cuando necesito un buen chute de adrenalina y ponerme a cien, nada cómo un poquito de la medicina de estos maestros.

Maestros a los que parece no se les acaba el fuelle, da igual si están en mayor o menor sintonía, el cabezón de Cazares tiene claras sus ideas, y para el disco en cuestión ya las expone directamente con el título; "Agression Continuum". Tralla burra, mucha potencia, mucha agresividad (sin necesidad de velocidad excesiva, recordad señorías que musicalmente hablamos de una banda que practica una vertiente metálica con mucha afinidad al Groove, o sea que la filosofía es que el machacamiento también aporta energía), y la sensación de que el disco va directo a la yugular, sin contemplaciones, Fear Factory en estado puro, riffs poderosos, machacones, dinamismo, voces limpias y feeling, mucho feeling, mucho gancho y melodías, tres pasadas de disco y tu puta cabeza no hace otra cosa que tararear los poderosos riffs y las pegadizas voces limpias.

Lo dicho, sin demasiados paleativos, justo 40 segunditos de semi introducción para prepararnos para la enésima batalla tecnológico-futurista, y ya aparece la siete cuerdas de Cazares con su distorsión habitual para machacarnos las cervicales. Las ayudas orquestales que entran a continuación vienen de perlas para darle un toque aún más épico al tema, dicho sea de paso que durante todo el disco dichas “ayudas” van apareciendo en su justa medida para acabar de redondear los cortes. No es nada nuevo, pero hay que reconocer que no todas las bandas saben encontrar el equilibrio, y en eso Cazares también es un genio. El corte continúa muy poderoso e incluso en el habitual momento “voces limpias” de Burton, la energía no decae.

Y de aquí en adelante pues cómo dijo el muñeco cowboy más famoso de la historia “hasta el infinito y más allá”. “Disruptor” se perfila cómo otro castañazo tremendo, este algo más machacón y con un estribillo trabajado con mucho mimo. El break de 2:18, otro regalito del maestro Cazares, que no necesita ser el más virtuoso de los guitarristas mientras sepa machacar tu cabezota a base de riffs así de contundentes. Pasamos al tema que le da título al disco, “Aggression Continuum”, vale, la intro suena a videojuego de Play, pero no nos vamos a fustigar por eso. Es acabar la intro y ya tenemos de nuevo la jodida taladradora en marcha, esto es un no parar. Por suerte para todos, una vez superada la machada de “Digimortal”, la banda no ha vuelta a caer en la tentación de hacer discos excesivamente lights, y con mayor o menor acierto, toda su discografía posterior es de lo más potentorra.

Aun así no va a faltar el corte “comercial” de rigor “Purity”. Nada nuevo sobre el horizonte, un tema facilón, pegadizo, con un riff de inicio que de entrada suena hasta excesivamente infantil pero que con las escuchas va ganando enteros, y con un estribillo melodioso a rabiar. Puede que este tipo de temas muchas veces nos chirrien, pero no hay que olvidarse de que Fear Factory vive de la música y cortes así son importantes para ganar público “menos” metalero. Sin ir más lejos “Replica” se convirtió en la piedra angular de su discografía, el tema que les hizo dar el salto definitivo, y si analizas el corte en sí, no deja de ser “Putiry” de hace 26 años (joder cómo pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando salió el vídeo en la MTV y nos quedamos todos acojonados de lo molona que era la canción… y el vídeo).

Tal y como mandan los cánones, después del relativo descanso de “Purity” tenía que venir un buen trallazo, y la norma no escrita no falla, es más, “Fuel Injected Suicide Machine” es sin dudarlo el mejor tema del disco. Un corte de los más completos de su carrera, con más cambios de ritmo de los habituales ensamblados con la maestría que solo te dan los años de experiencia. Mucho dinamismo, mucha potencia, mucha velocidad en el doble bombo y un Burton muy, muy agresivo.

No os voy a dar la chapa con el resto de disco, ya que sigue por los mismos derroteros. La placa no baja el pistón y todos los temas siguen siendo muy poderosos y agresivos, con la habitual mezcolanza entre partes machaconas y veloces, y con esos arreglos orquestales tan milimétricamente calculados y que tan bien le sientan a la mayoría de los cortes, ya que lejos de ser una cuestión de relleno, son más un plus para acabar de redondear los temas y hacerlos más futurístico-épicos si cabe. En relación con esto, hay que decir que la producción es absolutamente impecable como ya ocurriera con su anterior placa “Genexus”. Casualmente en ambas trabajó un tal Andy Sneap…no sé si me entienden. Este crack convierte en oro todo lo que toca, consiguiendo aumentar de forma escandalosa las prestaciones en cuanto a potencia y nitidez en el sonido de casi cualquier banda en la que mete mano. Llevando a otro nivel de sonido y producción a gigantes a los que a veces les ha faltado algo de fuerza en la producción de sus discos, “Deliverance” de Opeth, “Enemy of God” de Kreator, “The Gathering” de Testament, “Terminal Velocity” de Petrucci, son solo algunos ejemplos.

“Cazares y Burton lo han vuelto a hacer”, y por desgracia parece que esta frase ya no la vamos a poder utilizar más. Un matrimonio excesivamente desgastado, que ya llevaba años soportándose por obligación, pero aun así nos han seguido regalando material de una enorme calidad. Veremos que nos deparan los Fear en un futuro y cual será el substituto de Burton en un presente inmediato. Raro, muy raro se va a hacer ver a otro vocalista interpretando los temas de Fear Factory en directo. Yo de momento sigo dándole más y más pasadas a un disco cuyos escasos cincuenta minutos pasan volando, golpeando duro cual martillo pilón y atrapando fuerte con sus trabajadas melodías. Espero que la pandemia no impida que en 2022 los tengamos por la península, yo sin duda no voy a faltar a la cita.

Dino Cazares: Guitars, Bass, Arrangements, Songwriting
Burton C. Bell: Vocals, Lyrics

Sello
Nuclear Blast