Faith No More - Angel Dust

Enviado por Javis el Sáb, 16/10/2010 - 08:28
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1. Land of Sunshine Patton Gould, Bottum 3:44
2. Caffeine Patton Gould, Patton 4:28
3. Midlife Crisis Patton Bottum, Bordin, Gould, Patton 4:21
4. RV Patton Bottum, Patton, Gould 3:43
5. Smaller and Smaller Patton Gould, Bordin, Bottum, Wallace 5:11
6. Everything's Ruined Patton, Gould Gould, Bottum, Patton 4:33
7. Malpractice Patton Patton 4:02
8. Kindergarten Patton, Bottum Gould, Martin 4:31
9. Be Aggressive Bottum Bottum 3:42
10. A Small Victory Patton Gould, Bottum, Bordin, Patton 4:57
11. Crack Hitler Patton Gould, Bottum, Bordin 4:39
12. Jizzlobber Martin, Patton Martin 6:38
13. Midnight Cowboy — Barry 4:12
14. Easy Richie Richie 3:04

He aquí la crónica del mayor suicidio a nivel comercial de la historia musical y de cómo ello pudo conllevar a la consagración de una banda a nivel de influencia.

Empecemos.

En la historia del Rock/Metal podemos encontrar álbumes que sin haber roto récords de ventas ni hacer multimillonarios a sus creadores marcaron profundamente a una generación de músicos, convirtiendo dichos trabajos en puntos de referencia para entender la evolución del Rock/Metal, enmarcada esta en una época y espacio concreto de la historia, estamos hablando del los álbumes de culto.

Habiendo ya explicado lo que debe considerarse como un álbum de culto no queda mas que analizar uno que cumple con dichas cualidades, uno que para bien o para mal (cada opinión es respetable) cambio las reglas del juego en el Metal de los 90’s: nos referimos al Angel Dust de Faith No More.

No podemos descontextualizar el análisis de este álbum del grupo que lo engendró, el género al que pertenece y la época en la que fue editado, así que empecemos.

Hablar de Faith No More es hablar de la esencia misma del Metal Alternativo, de lo que fue y de lo que debió ser, responsable directo de las virtudes y los excesos de un genero que hoy ha caído en el ocaso y que algún trasnochado desearía jamás hubiera ocurrido, pero ocurrió y domino a sus anchas sin competencia alguna la escena de los 90’s (a nivel mainstream valga aclarar)

Grupo considerado de culto antes de ser famosos ( entre sus seguidores podíamos encontrar miembros de bandas como Metallica y Guns N’ Roses) fueron a la par de sus contemporáneos Soundgarden precursores de lo que en un futuro seria llamado Metal Alternativo, cada uno en un campo diferente pues mientras Faith No More “metalizo” una base rítmica orientada al funk añadiendo vocales inspiradas en el Hip Hop y un guitarreo propio del Heavy Metal, los oriundos de Seattle recuperaron sonidos olvidados, específicamente del Proto-Heavy Metal (Led Zeppelin y Black Sabbath) y lo fusionaron con el Hardcore Punk dando origen a lo que después seria llamado “Grunge” ( que no es mas que una etiqueta creada para englobar a grupos de Rock y Metal Alternativo oriundos de Seattle) , si señores había surgido el deleznable mestizaje musical que tanto aborrecen los puristas del Metal y que gobernó una década entera.

Todas las contradicciones inherentes al estilo que desarrollo Faith No More fueron intrínsecas a la personalidad de cada uno de sus integrantes, pues cada uno era un universo musical diferente y hasta excluyente de los demás, pero por algún milagro de la música todas esas corrientes encontraron un punto de acuerdo ( a pesar de las irritantes relaciones entre los miembros de la banda) pues estaban ahí un vocalista inspirado en el movimiento Avant-Garde como Mike Patton, un guitarrista de tendencias Heavy Metaleras como Jim Martin, un bajista fan del Death Metal como Billy Gould, un baterista de escuela Funk como Mike Bordin y finalmente un tecladista curtido en el Pop y el Indie como Roddy Buttom, así que el hecho de que la nave despegara puede considerarse entre los misterios que jamás serán resueltos en la historia (repito las relaciones entre los miembros de la banda eran peligrosamente irritantes).

Finalmente llegó el reconocimiento y fama a la banda gracias a su álbum The Real Thing (1989) el cual literalmente sorprendió a propios y extraños pues fue editado en un año en el que el Happy Hard Rock Americano (también llamado Glam Metal), el Heavy Metal de toda la vida, y el Thrash gozaban de muy buena salud todavía y no se veía la hecatombe que sucedería tan solo 2 años después; vale hacer la aclaración que este fue el primer álbum en el que se integraba Patton a la banda y si bien es cierto compuso casi toda la totalidad de las letras no tuvo mayor relevancia en los en los arreglos musicales, que llevaban una cierta línea continuista de su predecesor y álbum de coleccionista “Introduce Yourself”, aunque no hay que dejar de obviar que desde que Patton tomo el micrófono de Faith No More llevó a esta a otro nivel de calidad pues era interprete 100 veces superior al sustituido, el incompetente y errático Chuck Mosley.

Pues si señores llego finalmente 1991 y todos ya nos sabemos la historia, el Grunge llego y arrasó con todo, literalmente no dejó nada a la vista, así que quedo un terreno fértil para que nuevas propuestas surgieran, eran tiempos de experimentación, y cualquiera que tuviera buen gusto para componer y fuera original podía trascender sin necesidad de ser un virtuoso, eran tiempos bastante relajados valga decirlo y todo esto llevo invariablemente a que un año después (1992) explotara de manera violenta la popularidad del Metal Alternativo el cual pudo coexistir pacíficamente con el Grunge hasta la muerte de este (1995) dada la naturaleza experimental de ambos, y fueron cayendo uno tras otro materiales ahora considerados clásicos como el debut de Rage Against the Machine, “Meantime” de Helmet, el “Urban Discipline” de Biohazard, y obviamente el álbum que ahora me presto a reseñar, todos ellos un manantial de ideas que después serian mimetizadas en una evolución del genero tristemente bautizado como Nu Metal (hubiera quedado mejor “New Wave of American Alternative Metal”) del cual ya tocara hablar y repartir responsabilidades ( en alguno casos un merecido azote)

Para el que suscribe el álbum que gano la partida ese año fue “Angel Dust” pues fue el que a mi entender dio la receta de cómo debía hacerse un álbum de Metal con la mira no en el presente si no apuntando hacia el futuro, pues de alguna manera se anticipó a lo que ocurriría de manera generalizada después de 1995 y abarco hasta el año 2000: el embrutecimiento del genero y el dominio de la atmosfera por encima de las estructuras clásicas de composición, todo ello sin perder la clase y la majestuosidad, que no todos sus alumnos comprendieran el esquema en su esencia pura y tomaran solo la forma es otro cantar, finalmente siempre habrá oportunistas en el negocio de la música y a ellos no hay mas que reservarles la mayor de las lastimas por no decir el mas cruento de los desprecios.

El crédito hay que dárselo a quien merece y no hay una influencia más dominante en la concepción de este álbum que la de un genio moderno llamado Mike Patton quien supo transportar de manera magistral la sublime locura de su Alma Mater Mr Bungle a la propuesta originaria de Faith No More, tomando con ello el mando en el proceso creativo de la banda (y relegando de paso dicho sea la influencia de Jim Martin) resultando con ello uno de los álbumes mas bizarros, excitantes y difíciles de escuchar de la historia pues en el conviven alegremente el Metal, Funk, Hip Hop, Rock Progresivo, Grindcore y hasta el Pop, toda una mezcla sui generis que si uno no esta preparado para escucharla puede resultar harto irritante pero si se afronta con la mente despejada de prejuicios no puede verse otra cosas que no sea una autentica obra de arte.

Toda la locura que desprende Faith No More en este álbum queda plasmada desde la portada del mismo, con esa elegante y majestuosa garza enmarcada en ese fondo tan sombrío en tonos azulados en contraposición a la contraportada con esa grotesca imagen de una carnicería con todo y las reses colgadas listas para ser mutiladas, y esa es la experiencia que provoca escuchar este Angel Dust pues podemos pasar de momentos luminosos, incluso dulces a momentos realmente aterradores e inmisericordes, sin perder nunca la cohesión de que debe de gozar todo buen álbum, y las letras del mismo son realmente perturbadoras, no en un plano gore si no en un plano mas escatológico y kitsch, como si salieran de la mente de un niño psicótico en sus ratos de ocio.

En el aspecto individual podemos ver a un Mike Patton con un estilo más definido y maduro con respecto a su debut, dejando atrás esa vocecilla chillona y bufonesca que aparecía en algunos temas de “The RealThing” (que en lo personal no me termina de convencer), para explorar todos los matices posibles que permite una interpretación vocal, desde suaves melodías vocales inspiradas en el Pop hasta las guturales mas aterradoras de factura Grindcore, pasando por lineas hip hoperas y uno que otro coqueteo con el Soul.

Con respecto al trabajo de Jim Martin en la guitarra da para la polémica pues ciertamente este álbum es menos guitarrero que su predecesor, y es quizás uno de los primeros trabajos de Metal en los que la guitarra aparece mas en segundo plano con respecto a los demás instrumentos, siendo mas un apoyo del conjunto que la protagonista del mismo, situación que después se convertiría en tendencia a partir del surgimiento del mal llamado Nu Metal, incluso el mismo Martin acusó a los restantes miembros de la banda de que en la mezcla del álbum se mutilaron muchos de los riffs que grabo para el mismo, pero no se preocupen demasiado pues como sea es un trabajo mucho mas guitarrero que cualquier álbum de Korn.

Mención especial merece el trabajo de la sección rítmica a cargo de Gould al bajo y Bordin en la batería, para mi una de las mejores de toda la historia del Metal, desprendiendo Funk en cantidades generosas, y teniendo bastante protagonismo en el transcurso del álbum, marcando también una tendencia que seria la norma en muchos de los sucesores de esta banda.

Pero si hubo algo que separó a Faith No More de sus contemporáneos (aparte de la presencia de esa monstruo llamada Mike Patton) y los puso en un lugar privilegiado fue sin lugar a dudas la inclusión de los teclados a cargo de Roddy Buttom, que siempre dotaron al sonido de Faith No More de una majestuosidad y elegancia, que ahí si permítanme afirmarlo categóricamente jamás fueron igualados por su descendencia, sencillamente espectacular el trabajo del que después pasaría a formar parte del mismo club al que pertenece Rob Halford.

Comienza esta esquizofrénica experiencia con “Land of Sunshine”, y aquí de plano Patton y sus muchachos se ponen la pistola en la sien a nivel comercial pues esta canción para nada emula al comienzo ganchero que fue “From Out to Nowhere” de su anterior álbum, todo lo contrario es un tema menos directo y mas elegante con los teclados de Buttom tomando un rol protagónico llenando de un exquisito sinfonismo al tema, mientras Gould se luce enseñándonos cuan distorsionado puede sonar su bajo, y Bordin apalea de manera contundente su batería con ese sonido seco que marco tendencia allá por mediados de los 90’s ( me parece que Silveria también tomo este álbum como referencia), mientras las risas esquizofrénicas de Patton nos indican cuales serán los derroteros de este álbum, gran tema de inicio.

Pasamos después al segundo tema con un inicio bastante carnicero pues escuchamos a un lobo dándose un festín dentro de un gallinero seguido de un riff entrecortado de librito que le sucede, si señores estamos hablando de “Caffeine” uno de los temas que nos demuestra lo enfermizos que sonarían Faith No More en este álbum, las líneas vocales de Patton son realmente siniestras aunque valga decir que se contraponen al estribillo de naturaleza Pop, eso si dentro de los mismo derroteros siniestros pero Pop al fin y al cabo, a destacar la sección ambiental que comienza en 2:17 de naturaleza realmente psicópata y que desemboca en una serie de guturales (¿ Shrieck?) realmente aterradoras desde el minuto 2:51 hasta el 3:01, para después pasar a momentos mas épicos obvio dentro de la tesitura general del tema, majestuoso tema.

“Midlife Crisis” es posible que sea el primer tema 100% Nu Metal de la historia, eso no me queda la menor de las dudas pues la batería de Bordin me suena mas orientada al Hip Hop que al Funk, las líneas de Patton siguen siendo oscuras pero mas influenciadas por el Hip Hop, eso si con un tono bastante mesiánico que siempre me ha encantado, quien me niegue que Jonathan Davis literalmente le copio el estilo a Patton y se hizo millonario sencillamente creo que le recomendare una visita al otorrinolaringólogo, el tema es algo comercial pero con bastante gancho, y el final con las voces yuxtapuestas de Patton es una delicia, un himno de la banda.

El tema siguiente “RV” sinceramente no se como explicarlo, es un genero musical que se escapa de mis escasos conocimientos, quien lo escuche entenderá lo que digo, es algo completamente atemporal y a lo mas parecido que me suena es a una canción de cuna con un pianito de Buttom bastante apacible, la genialidad del tema radica en que el loco de Patton canta como si se tratase de un clásico “White Thrash” ( norteamericano de raza blanca y pobre) que vive en un camión y esta resentido con la vida, es hilarante el acento “red neck” que le da Patton a su interpretación, el tema se pone intenso en 1:51 y ahí sale el verdadero Patton que todos conocemos dejando toda su garganta en un brutal sección vocal, original tema sin lugar a dudas.

Claustrofóbico es el adjetivo adecuado para “Smaller and Smaller”, un tema que de alguna manera maneja atmósferas similares a “Caffeine”, con un Patton bastante mesiánico y un Gould aplastando a los riffs de Martin (conste que se quejo el barbudo), estremecedores los chillidos grindcoretas de Patton en los punto álgidos del tema, también acá tenemos una sección atmosférica hilarante pues podemos escuchar a Patton susurrando una especie de elegías arabescas bastante peculiares, desembocando la misma en un solo de Martin, algo sencillote pero con buen feeling , demostrando a los alumnos que un solo nunca esta demás, claro si la estructura del tema lo permite, pero bueno también los alumnos chandaleros tuvieron sus dogmas así que no queda mas que decir, a final del tema entra el sinfonismo de Button para hacernos un poco mas digerible este tema, pues sinceramente ya empezaba a sentir un nudo en la garganta.

Finalmente llega un descanso a tantas atmósferas esquizoides con “Everything is Ruined”, un tema dulzón en el que destaca el pianito de Buttom, y aquí podemos escuchar a un Patton mas melódico y amable cantando un tema sobre la desgracia de no cumplir con las expectativas que tiene el mundo sobre uno, el solo de Martin tiene buen feeling, es corto pero efectivo y transmite buenas emociones, grato descanso pero viene mas locura señores os garantizo.

Lo que viene a continuación es lo mas parecido a una pintura de Goya (las mas grotescas por supuesto) hecho tema musical pues el comienzo de “Malpractice” es de lo mas enfermizo que se puede escuchar, créanmelo, una serie de ruidos deformes que quizás me recuerden a un caballo endemoniado o no se a que, pero realmente me parece insano el comienzo, Patton toma la batuta del tema con un registro siniestro, y créanme que los growls, shrieks o como quieran llamarle ustedes que lanza Mr Patton a partir del 1:29 me ponen la piel de gallina, tengo entendido que la canción se refiere a una chica que es sorprendida masturbándose por sus padres, así que imaginen lo grotesca que puede llegar a ser esta canción, otro acierto de Patton y sus secuaces, al terminar este tema puede terminar uno aturdido, lo advierto.

“Kindertgarden” es otro respiro que nos ofrece Faith No More en las mismas coordenadas de “Everything is Ruined”, tema pegadizo, ligero, fácil de escuchar, con bastante melodía, podría decir que es de los temas en los que se siente mas el Funk y menos al Avant-Garde, el trabajo de Gould en el bajo sencillamente soberbio.

Una genialidad mas al canasto es sin duda alguna “Be Agressive”, canción compuesta por Button (homosexual declarado) que para no hacerles muy largo el cuento trata sobre el sexo oral (no quiero ni imaginarme de quien contra quien) y fue realizada con el único propósito de humillar a Patton cuando la cantara ( para que se den una idea de la relación escatológica que manejaban estos pollos), el solo inicio del tema es bastante friky con un organito que parece sacado de una película de terror clase B de los 50’s, y lo que viene después es un tema descaradamente Funk, con un Patton manejando de manera soberbia líneas vocales influenciadas por el Hip-Hop, aderezado con delirantes coros de cheerleaders de fondo ( con acento oriental lo cual lo hace mas freak todavía), el solo de Martin es trepidante, mas técnico que los anteriores, y se fusiona de manera perfecta con los aullidos de Patton, una delicia de tema sin lugar a dudas.

“Small Victory” nos demuestra que fue Patton sin duda el mejor cantante de su generación, pues si antes nos aturdió con brutales guturales aquí nos demuestra que podía ser mas dulce que los mismos “New Kid on the Block”, con un tono de voz rompe corazones para la época ( no pensar en Coverdale y similares) , aunque después se deja de ñoñerias y mete excelentes líneas vocales hip-hoperas, quizás sea el tema mas orientado al Pop, con algún guiño al final a tesituras mas cercanas al “Grunge”, un gran tema señores pues para nada suena plástico.

Lo que viene después es lo mas parecido a un viaje en acido versión Funk, me refiero obviamente a “Crack Hitler”, la cual tiene un sentido del ritmo infernal y me parece deja mal parados a los entonces rivales Red Hot Chili Peppers (con todo y lo geniales que eran en esa época) con un Patton mezclando de manera soberbia líneas vocales de funk, soul y hip-hop, me queda claro que no existía ni existirá rival para Patton en cuanto a versatilidad se refiere (pensar que hubo algún iluso que comparaba a Anthony Kiedis con este maestro, por favor un poco mas de seriedad), enorme tema.

Siempre he pensado que “Jizzlobber” es lo mas parecido a estar sumergido en el fango en una noche oscura y fría, me gusta bastante el tema, es quizás el mas metalero del álbum (se ve que aquí respetaron el trabajo de Martín) con un riff fangoso heredero de la primera época de Black Sabbath, y con un Patton regresando a líneas vocales mas oscuras y mesiánicas, las atmósferas que maneja el tema son sofocantes y deprimentes, un tema único dentro de la línea general del álbum sin lugar a dudas, el final del tema es majestuoso con Button regalándonos unas líneas de organito que me estremecen con unos coros realmente épicos.

Majestuosidad y emotividad son los dos adjetivos que mejor le van a la preciosa instrumental “Midnight Cowboy”, un tema lleno de calma y epicidad, que invita a viajar en el cosmos y olvidarse de todo lo que existe, destacan sobremanera el uso de la armónica, las guitarras cáusticas y el sublime trabajo de Buttom en el teclado, se que existe una versión original pero créanme que no la quiero escuchar jamás pues esta es la que quiero recordar por el resto de mis días.

Finaliza este álbum con un bonus track que vale la pena analizar pues en mi opinión es uno de los mejores temas que haya editado Faith No More, aun tratándose de otro cover (como Midnight Cowboy), estamos hablando de “Easy” de The Commodores (si la banda de Lionel Ritchie), me parece que la versión de Faith No More se come en un bocadillo a la original, quizás sea normal esta apreciación tratándose de un fan del grupo que realiza el cover y no del grupo que compuso la canción original, pero vamos es que la interpretación de Patton es sencillamente soberbia, repito el señor fue el mejor de su generación ( con el permiso de los enormes Cornell, Staley y Anselmo), el tema transpira soul a raudales y el solo de Martin también es sublime con un aroma clásico hasta decir basta, en la escuela del maestro Hendrix, sublime manera de terminar un clásico.

Este fue me parece el momento cumbre de Faith No More, vendrían después dos muy buenos álbumes, con grandes temas vistos de manera individual, pero sin la cohesión que lograron en este álbum, o quizás me gane la subjetividad y este álbum lo tenga en un altar pues lo escuche antes de los 14.

Como podrán ver Faith No More renunció de manera voluntaria a realizar un segundo “The Real Thing” y seguirse forrando de billetes, se arriesgo a realizar algo diferente y único para la época, se suicido comercialmente pero nos regalo un álbum que marcó a agrupaciones que definieron tendencias como los primeros Korn, Deftones, System of a Down y Slipknot, aunque también vale decir que “Angel Dust” me deja un sabor de boca agridulce pues no faltara quien diga que también son padres de ciertos engendros como el payaso de la gorra roja y los infames niñatos que ahora graban una mierdosa música electrónica (siempre han sido malos y artificiales para mi valga la aclaración).

Repito unos descifraron el fondo y respetaron el legado, otros tomaron la forma para forrarse de pasta.

5 cuernos sin discusión alguna.

Mike Bordin – bateria
Roddy Bottum – teclados
Billy Gould – bajo
Jim Martin – guitarra
Mike Patton – vocales, melodica (en "Midnight Cowboy")

Sello
Slash