Extol - Burial

Enviado por MetalPriest el Dom, 31/08/2014 - 18:39
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Puede que a alguno le coja desprevenido el chorro de palabras que voy a soltar a continuación, puede que también le parezca atrevido... incluso osado. Pero ya desde ahora lo digo: lo que estamos a punto de abordar es oro puro, y a estas alturas ya no me cabe la menor duda. La razón por la que suelto semejante afirmación se basa en todo lo que pude apreciar en las cuantiosas escuchas que le di a este bendito debut. Es un vicio, pura droga, resulta más adictivo que la la nicotina o el crack, y la razón de esto es lo mismo que dije dos renglones más arriba: que es una puta opus celestial y tal vez, en el sentido más literal.

Extol, caballeros. Salidos de Noruega, fundados allá por 1993 a partir de los hermanos Espevoll, Ole Børud (proveniente de la banda Antestor), Tor Magne y David Husvik, caracterizaron su banda por las temáticas cristianas que a opinión personal, creo que salieron como respuesta a todo el metal extremo satánico que estaba apareciendo por los alrededores, como una dosis de luz para mantener a raya a la oscuridad, ya saben ustedes... el "unblack metal". Pues eso, que ahí llegan unos malditos genios de la música para cantar sobre el nazareno ¡Tócate los pies! Y digo genios de la música porque es impresionante que un grupo de metal debute de una forma tan jodidamente brillante. Jugando con black, death y progressive los chavales estos se buscan la vida para poder sacar este Burial al mundo (en 1998). Cuando la inmensa mayoría de grupos clásicos de estos géneros dijeron todo lo que tenían que decir y parecía que el movimiento no iba a dar para más, aparecen los tardones; Extol. Los que faltaban, vaya. Porque verán ustedes, de aquella ya se habían creado mixturas progresivas con el death y (en menor medida) con el black, pero nunca algo así, y menos mezclando estas tres corrientes musicales de una forma tan majestuosa y pulida. Es como mezclar a Death con Emperor y meterle ramalazos de Nocturnus y Fleurety, y que de ahí saliera un ente completamente nuevo, que a la vez que le debe toda su existencia a inventos anteriores parece gozar de una auténtica autonomía musical. Ya me entienden: un sonido propio, con personalidad.

La propuesta transcurre con delicadeza e ímpetu a partes iguales, sin dar síntomas de crudeza ni de moñería, mezclando guitarras afiladas con otras más crujientes y así, ensamblando con compases de batería bastante técnicos y deathers para dar forma a la obra. De forma adicional, hay un trabajo en la voces bastante completo, en el que Peter Espevoll y Ole Børud se turnan para extraer todo el meollo a sus líricas y dar en algunos momentos algún toque dramático a la música. Por ahí pueden catarse arreglos bien escogidos, ejecutados por Arnold Børud (supongo hermano de Ole) y una tal Maria Riddervold, la cual toca el violín de una forma que, conjuntada con la música me recuerda mucho a los canadienses Quo Vadis, salvando las distancias...

En conclusión: no estamos ante algo corriente, puede que algunos no conozcan a Extol, yo mismo no los conocía hace algo más de medio año hasta que un compañero de por aquí me obligó a catarlos y me prometió algo así como "una banda superior a Death", promesas arriesgadas... que si bien no veo 100% cumplidas, al menos puedo decir que este Burial de Extol en particular llega a superar bastante material de esa raza de deidades del metal extremo. Aunque claro, Extol tuvieron el problema de sacar a la palestra "su obra" cuando los Humans, Symbolics, Nightsides, o The Keys ya habían pasado por ahí, dejando el listón muy alto y el mercado saturado de auténticas obras de arte del metal. Una razón de peso por la que estos Extol quedaron algo eclipsados.

Entrando ya un poco más en el Burial, disco que nos atañe hoy, podemos apreciar en primera instancia un sonido limpio aunque no del todo pulido al escuchar Into Another Dimension, obertura machacona que pone las cosas en su sitio. Celestial Completion ya va más en serio, disparando riffs como una ametralladora mientras Husvik marca el tempo progresivamente, garantizando un desarrollo magistral. El tema Burial se mete ya de una manera más obvia en los terrenos del progressive, avanzando gloriosamente por los pentagramas con la cobertura de unos implacables blast beats. Un detalle que me gusta mucho en este corte es el modo de uso de las guitarras acústicas, muy sobrio a la par que elegante.

Renhetens Elv es una de las piezas más melódicas, la cual parece coger muchos detalles de los Emperor más técnicos, buena apuesta la de Extol. Difícil no encariñarse de las notas que van adornando este cuarto track. Superior también nos sale black, pero sin olvidarse de los guiños progres que perfilan el sonido de este Burial llevando su música a otro nivel. Otro factor muy curioso es el estilo de punteo, el cual no se basa en la velocidad, sino en melodías solemnes bastante características de estos noruegos, ya lo habrán notado los iniciados. Reflections of a Broken Soul trata de sonar más exótica y heavy, intercalando shrieks con voces limpias y cambiando el compás una y otra vez, convirtiendo la pieza en un laberinto musical bastante delicioso.

Justified es "ese" track que reafirma indudablemente el sonido del trabajo conjunto pero sin caer en la redundancia ¿se me entiende? Guitarras con dinamismo, cambios en las percusiones... una soltura conjunta que no deja de sorprender. Me gusta mucho el guiño final que da una imagen futurista de tecnología híper-desarrollada, un tema que siempre vi enlazado con el metal progresivo. Los frenéticos riffs de palm mute de Embraced redoblan la acometida y una vez más nos encontramos ante una canción de cuerdas enmarañadas en donde hasta Tor Magne luce con el bajo, aunque no tanto como Maria Riddervold y su violín. Innbydelse es posiblemente el corte más oscuro de todo el Burial, me tiene especialmente enganchado por su forma de juntar guitarras black-nudosas con pasajes más solemnes, tirando a grandilocuentes.

De un modo u otro, posiblemente el mejor tema de todo el Burial viene ahora: Tears of Bitterness. En este décimo ataque de los noruegos nos encontramos pasajes plenamente blackers, orquestaciones peliculeras, melodías bellas, delirios progresivos y un estribillo bien dramático: "My God... My God... Why Have You Forsaken Me?". Las citas de Jesús me pueden en el metal, y eso que el metal cristiano me da grima... Cambiando de tema: Work of Art parece tener también un enfoque épico, con melodías tristes y coros sombríos y por último, Jesus Kom Til Jorden For Å Dø ameniza por completo este momento trágico con su sonido de marcha fúnebre, en el que ambos cantantes cantan de forma solemne, a modo de despedida de este Burial.

Describir más detalladamente cada uno de estos doce temas podría ser un auténtico trabajo titánico, y posiblemente la lectura de la reseña se haría pesada, muy pesada. Por tanto, os he dejado un análisis bastante superficial de lo que os iréis topando si os da por explorar este señor trabajo de los Extol. En mi opinión es un disco hecho para ser analizado de manera personal, sin prisa... tratando de cazar todos los detalles que recorren el extenso metraje del álbum cuán estrellas fugaces. Puede llevar mucho tiempo asimilar todo lo que acecha dentro de este Burial pero sin embargo, creo que vale la pena el esfuerzo. No todos los días nos topamos con un disco a la altura de los mejores trabajos de Schuldiner o Ihsahn... ¿verdad?

Personalmente: desde que un servidor se puso a indagar en los terrenos progresivos del metal extremo, pocas veces me he sentido tan superado por la musicalidad de un disco como en este caso. Extol saben como fascinar al oyente, solo hace falta la paciencia suficiente para afrontar sus intrincadas sinfonías con el oído bien agudizado.

Poco queda ya por decir, uno puede seguir encumbrando la obra de estos devotos noruegos hasta que las ranas críen pelo pero... ¿de qué serviría? Cinco cuernos; un diez innegociable. Ahora queda claro... ¿o no?

Peter Espevoll: voz principal.
Ole Børud: voz, guitarras.
Christen Espevoll: guitarras.
Tor Magne Glidje: bajo.
David Husvik: batería.

Artistas invitados:

Arnold Børud: teclados.
Maria Riddervold: violín.

Sello
Endtime Productions