
1. Thorn on my Side
2. Me, myself & I
3. Force of Habit
4. Bitch (The Rolling Stones cover)
5. Fuel For The Fire
6. One Foot in the Grave
7. Count Your Blessings
8. Climb Before the Fall
9. Architect of Pain
10. When It Rains It Pours
11. A Good Day To Die
12. Pump It Up (Elvis Costello)
13. Feeding Time at the Zoo
Exodus no fueron, lamentablemente, de las bandas que se aprovecharon del tirón del Thrash (y antesala a su ejecución) a principios de los noventa. Agrupaciones como Megadeth, Slayer, Anthrax, y sobretodo Metallica, supieron venderse de cara a la galería como la última, y definitiva, palabra en el género, y a pesar de haberse construido una carrera genial, con mucho disco clásico y seminal, lo cierto es que el combazo de Gary Holt nunca pasó de tener un estatus de culto.
Al igual que otros talentos del mundillo Thrasher americano, caso de Overkill, Forbidden, Death Angel o Testament, nuestros Exodus no pasaron la prueba del algodón y se quedaron sin tocar en pabellones de gran aforo. Como sí llevaban haciendo ya sus compañeretes generacionales. Si Megadeth o Metallica estaban a un paso de ser bandas para el público masivo, ¿por qué Exodus no podían intentarlo también?. Todo el mundo tiene que comer, pagar hipotecas y alimentar a sus retoños. Exodus también. Había que intentar ser unas superestrellas. Aunque lo malo es que había que domesticarse. Tensión total. Unos Exodus domesticados no suena muy bien, la verdad. Veremos como se lo curran Holt y sus muchachos.
"Force of Habit" ya nos muestra, a través de su portada, más que abstracta, que las cosas han cambiado en el reino de Exodus. Parece que ya no hay sitio para cristales rotos en el escenario, pérdida de dientes al saltar, borracheras mastodónticas y demás mierda similar. Exodus se ponen serios. La era de hacer vibrar a los metalheads se quiere dejar atrás. Ahora, Exodus, nos harán pensar. Desde luego, el Thrash Metal, y más en 1992 (a puntito de hacerse añicos) tomaba el camino de la sobriedad lírica, y el mestizaje musical. La escuela Anthrax abrió las puertas a muchas bandas, que a partir del momento, añadían tesituras groovies, indagaban por nuevos senderos y, lamentablemente, en una mayoría de casos alarmantes, perdían gran parte de su sello personal, de la energía inicial que los convirtió en lo que eran a ojos de toda la parroquia.
Exodus nunca habían fallado en estudio pero, en honor a la verdad, tampoco se la habían jugado en exceso (que no eran Voivod o Mordred, vaya ). Siempre apostaron por un Thrash esquizofrénico, con mucho tempo salvaje, un sonidazo crudo y mucha facilidad para crear himnos "rompe-cuellos". "Force of Habit" se convertía, entonces, en un capítulo extraño en la discografía de la bandaza americana. El doble o nada llegaba ya. O las nuevas generaciones (amantes ya de la movida Nirvana, Red Hot Chili Peppers, Soundgarden o Metallica post-Thrash Metal) los acogían como nuevos dioses o se iban a la mierda. La parroquia más añeja, a priori, acogía el trabajo con ojos escépticos, así pues, la única baza que Exodus tenían era la de molarle a un nuevo público. Y quizás, atrapar a algún rezagado fan de los primeros tiempos. De esos que siguen al combo hasta el fin del universo conocido. Entremos a vivir "la fuerza del hábito".
"Thorn in My Side", la primera en sonar, ataca con mucha carne groovie, con un Souza muy comedido, pero bien molón, y un tema, que pese a ser muy de la naturaleza de Exodus, si que huele a 1992, y sobretodo a ese Metal más modernete. Camisetas de cuadros (a lo leñador), gafas de sol, bailes sincronizados, y un aura "cool" de andar por casa. Todos eran iguales en 1992. Buen tema para abrir boca. Exodus saben llamar a las nuevas puertas, pero sin perder el norte musical de un plumazo. Exodus se domestican, pero siguen sonando bien. Overkill aprendieron bastante del disco del 92. "From the Underground and Below" y "Necroshine" tienen mucho latido a lo "Force of Habit".
"Me, Myself & I", que hace navegar muy bien el bajo y la batería, amén de hermanarlas como uno, tiene mucho tempo vacilón, mucho sonido de vértigo y cañita maja, que vuelve a sonarnos al pasado, eso sí, con el nuevo sonido para todos los públicos. La parte media del tema, con Holt y Hunolt introduciendo unas lineas melodicas la mar de tentadoras, es un alucine. De un primer tema buenote pasamos a un segundo tema cojonudo. Exodus se han modernizado. Sí. Pero sigue intacta su vena riffera y divertida.
"Force of Habit", "Bitch" (versión de los Rolling Stones), "Fuel For the Fire", "One Foot in the Grave", "Count Your Blessings", "Climb Before the Fall", "Architect of Pain" y "When It Rains It Pours" acusan un parecido muy marcado, tanto en producción, en intenciones, y en mensaje. La banda quiere sonar con su propia personalidad, de eso no hay duda, pero en su intentona de acceder a otros, han perdido fuelle. Siguen siendo unos maestrazos. Pero tanta seriedad mata el rollete de Exodus. Además, Mordred sabían hacerse mejor "el modelno".
"Good Day to Die", tiene ciertas parcelas country y se deja llevar por el medio tiempo. Un tema bastante limpio y pulido que a pesar de no casarme con lo que espero de nuestros muchachos, cumple como composición maja. Material accesible y chulote. Mejorable. Pero chulote.
"Pump It Up" (versión rarota, y que no me pega nada, de Elvis Costelo) y "Feeding Time at the Zoo", que comienza como un divertimento, acaba entregando el mejor tema de todo el trabajo. Thrash de verdad, a toda castaña, y con la banda a trapo. Holt y Hunolt queman sus cuerdas y John Tempesta (al que le quedaba el canto de un duro para formar parte de Testament y, luego, de White Zombie) se luce con su kit. Hemos vivido un disco majete, pero poco intenso para lo acostumbrados que andamos a las movidas de nuestros Thrashers.
Mejor suerte la próxima vez. 3 cuernos (altos) para "Force of Habit". Disco que casi cierra la historia de una banda. Caro les salió, a los amiguetes de Metallica, el jugar a "metaleros para todos los públicos".
Exodus siempre encarnarán el espíritu del Thrash Metal más crudo y "True". Las mariconadas, para otros. No obstante, disco con carisma.
Steve Souza - Voz
Gary Holt - Guitarra
Rick Hunolt - Guitarra
Mike Butler - Bajo
John Tempesta - Batería