
1. The Final Countdown
2. Rock The Night
3. Carrie
4. Danger On The Track
5. Ninja
6. Cherokee
7. Time Has Come
8. Heart Of Stone
9. On The Loose
10. Love Chaser
Si a uno le gustaba mucho el heavy en los ochenta, difícilmente podía echarse una novia normal. Y si se la echaba, los Europe eran el único punto de conexión musical posible. Eran la mar de guapos, iban peinados como para un concurso canino, salían en los cuarenta y además cantaban una balada muy bonita que se llamaba Carrie. Eran heavys pero no sudaban: transpiraban. Así que a ellas les gustaban sus canciones a pesar de que eran heavys, y a nosotros a pesar de que eran seres irreales. Luego en casa volvíamos a nuestros AC/DC y similares, con su olor a sobaco reglamentario.
Quién no conoce The final countdown, ese himno de toda la vida. Bonita melodía, famosa intro de teclados, solo preciosista y melódico con muchos "turulus" ("¡Oh, saben tocar deprisa!") y, cómo no, estribillo coreable por si caen bolos en estadios y demás lugares con aforo gordo. La letra iba sobre abandonar la maltrecha tierra y largarse todos a Venus confiando en que los venusianos nos reciban con los ocho brazos abiertos, pero se conoce que al final descartaron el plan y se fueron de gira mundial.
El resto de singles indiscutibles como Rock the night o Carrie (con su videoclip y su paliza en la radiofórmula) están todos puestos en fila al principio del disco. Una vez más, la industria fagocitaba un buen grupo de excelentes músicos, los colocaba por narices en todas partes, y tan solo dos años después se decepcionaba cuando "sólo" vendían 2 millones de copias de su trabajo posterior. El proceso se repetía una y otra vez, sin tener en cuenta la música, los músicos, la cultura o al público –éste último, salvo en su calidad de cliente potencial– y buscando tan sólo el beneficio inmediato.
Por culpa de estas ansias desmedidas de dinero de unos pocos, hoy muchos no podemos evitar recordar al cantante Joey Tempest como una especie de figurín de pasarela, cuando en realidad era ante todo músico: un gran cantante y compositor. No olvidemos que, una vez rechazado un grupo que ya no vende tanto, la industria coge a otro y continúa con su avaricioso y rentable plan, mientras que el músico desechado queda abandonado a su suerte, como una especie de despojo de la imagen que construyeron para él. Y esos mismos "creadores de iconos" dicen que ahora la tecnología (acompañada de la supuesta mala fe de los melómanos) está matando la música. Me lo expliquen.