Epica - The Holographic Principle

Enviado por Marcapasos el Dom, 02/10/2016 - 20:56
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Hay muchas formas de demostrar talento a través de una expresión artística. En la música, un indicio de ello es ver cómo, año tras año, una fuerza compositora va en aumento y crecimiento y, ante todo, superándose a sí misma, sin importar los riesgos. Al juntarse todos estos puntos en un solo compendio discográfico, el resultado no podría ser menos satisfactorio.

Esto es justamente lo que ha conseguido la banda holandesa Epica con el lanzamiento de su nuevo LP, The Holographic Principle. Ya son varios los años en que Mark Jansen y los suyos llevaban disputándose el dominio del Metal Sinfónico con otras grandes bandas. Pero ya no hay atisbo de duda: Epica son los reyes indiscutibles dentro de su estilo.

Os hablo con el corazón en la mano cuando digo que no me esperaba un álbum así a estas alturas. Veamos, Epica es de esas bandas que nunca crean el mismo álbum dos veces, Jansen siempre ha sido un asiduo labrador a la hora de componer y revolucionar sus propias ideas. Y sí que me esperaba cierto continuismo en The Holographic Principle con respecto a su predecesor, The Quantum Enigma (su trabajo más ‘heavy’ y potente hasta la fecha y que tan buenos resultados obtuvo a nivel de crítica internacional y por parte del público). No solo me sorprende que no haya sido así, sino que, además, Epica se ha renovado completamente, esto es un lavado de cara total a la imagen que tenemos de esta banda, sonando todo de una manera fresca, e incluso nueva, dentro de este disco. Lo mejor viene cuando, aun así, la música suena a Epica al ciento por ciento.

The Holographic Principle, a nivel musical, es una auténtica gozada para los sentidos, más claro agua. Tampoco se queda atrás en el plano lírico (una vez más, se nota quién está bajo las escrituras de la gran parte de las letras de cada una de las doce canciones que componen el CD), y mucho menos su estética argumental. Una vez más, Mark Jansen recubre su obra con otro arco ambiental digno de mención, tan interesante como las realidades virtuales, aquí tratadas, toda una invitación a ese mundo cuyo telón es una escisión holográfica entre la realidad y lo artificial, y tan frágil como la superficie del agua en un mar de quietud.
Llama la atención que, incluso siendo el séptimo álbum de estudio de los holandeses (vamos, que no ha llovido nada desde que unos jóvenes apasionados editaran The Phantom Agony) The Holographic Principle da un paso más allá de lo que ya hicieran antecesores tales como Design Your Universe, Consign to Oblivion o The Divine Conspiracy.

Y, enseguida, descubrirás el cómo y por qué de la cuestión.

Un disco como el que tenemos entre manos no podía tener menos que una introducción del nivel de Eidola (título referido a los ‘eidolons’ o ‘eidola’, palabra referida, en la cultura griega, a los fantasmas o espíritus de los fallecidos, una sombra, alma, que pervive con forma humana; se trata de un concepto popularmente recurrido, por ejemplo, en la literatura, desde la Odisea de Homero hasta el poema homónimo publicado por Walt Whitman en 1876). Enseguida nos veremos envueltos por una suntuosa orquesta (grabada íntegramente para todo el disco, enterita, nada de samplers ni divisiones por partes) y un inabarcable coral, incluyendo voz infantil (ni más ni menos que la hija del teclista Coen Janssen, Catto Janssen).

Así comienza nuestro viaje por el cosmos musical ofrecido. Nuestra primera parada será Edge of the Blade, sorprendente por su abierta confianza hacia las melodías más pegadizas, de esas que entran rápido para ir calentando motores (de paso, vayamos vaticinando un futuro exitazo para su próxima gira). Sirva, aparte, de incentivo para comprobar el excelente estado de la formación y la brillante calidad sonora de la que se nutre la música.
A la cual le sigue A Phantasmic Parade, una canción minuciosamente detallada y con una Simone Simons esplendorosa como nunca y respaldada por magníficos coros que palpan ese esoterismo tan particular del grupo.

Damos paso, entonces, a Universal Death Squad, un tema trallero y de índole catártica, poseyendo momentos de verdadera grandeza instrumental (presta atención y entenderás). Como siempre, la voz gutural de Jansen (acompañada de riffs de guitarra más agresivos) será la guía para trasladarnos entre los puentes y el estribillo de la pieza.

Los dos tracks que toca escuchar a continuación vuelven a apuntar bien alto. Divide and Conquer es simplemente bestial, potente, energéticamente agresiva cuando tiene la oportunidad y melódica cuando ha de serlo (como si fuera la secuela de aquella Sense Without Sanity), mientras que Beyond the Matrix desmantela una composición simplemente estelar, un auténtico despegue a un mundo imbuido de materia misteriosa y fascinante, con Rob van der Loo cargando el ambiente con su bajo y donde los coros preciosistas serán el núcleo principal que lo sostendrá. Monumental, sí señor.

Queda claro que Mark Jansen pretende llevárselas todas consigo. La séptima pista, Once upon a Nightmare es un sólido argumento a favor, sin duda. Simone Simons vuelve a bañarnos en luz gracias a su voz ascendida a la operística en una atrevida balada (de más de siete minutos de duración, ojo) en la que la orquesta, cual rosácea nebulosa, será protagonista omnipresente. Es una interesante vuelca de tuerca a cómo pueden funcionar canciones lentas como Feint o Solitary Ground según los Epica actuales.

Retomamos la velocidad con The Cosmic Algorithm, que ataca con inesperada fuerza (de una forma casi cercana al Power) sirviéndose de unos poderosos coros que hacen las veces de estribillo, deliberando su tono al ritmo de la furiosa batería de Ariën van Weesenbeek.
Así mismo, Ascension - Dream State Armageddon es la representación perfecta de cómo compaginar las escenas más bellas (místicas incluso) encabezadas por la Simons (quien lleva saliéndose durante todo el recorrido, prácticamente) con aquellas en las que los blast beats y los guturales de onda Black Metal muestran el lado más oscuro de la banda.

Sinceramente, me encanta cómo el álbum mantiene un ritmo perfecto a la hora de hacernos mantener siempre la atención en lo que ocurre en cada momento del mismo. Sin darnos apenas cuenta, ya hemos traspasado el umbral de la exótica Dancing in a Hurricane (una canción en la que fluye el encanto proporcionado por las melodías de estilo arabesco, similar a Seif al Din) y habremos entreabierto las puertas de Tear Down Your Walls (la cual no tardará en hechizarnos con su descarga de caña metálica y melodías intimidantes sin par).

Llega el momento de ir cerrando el LP. Qué mejor para ello que la gran canción homónima, The Holographic Principle - A Profound Understanding of Reality, de once minutos de duración y emocionante de principio a fin, partiendo desde su comienzo coral (impactante, como si formara parte de un réquiem), su precioso estribillo, el intermediario instrumental y el mismísimo momentum final orquestal lleno de épica. De alguna forma, Epica se las ha ingeniado para sacarse de la chistera su mejor composición desde Design Your Universe y Kingdom of Heaven. Epica, damas y caballeros.

The Holographic Principle es un álbum denso, no siempre fácil de asimilar según qué escuchante (sobre todo para aquellos que no acostumbran escuchar estilos de ramas tan cargadas y sinfónicas). Es música que debe tratarse con paciencia y sin premura para, así, comprender la maestría, el mimo y todo el cariño que se encuentra en su interior.
Una de sus grandes virtudes es la de recolectar los atributos más atractivos de sus seis entregas anteriores y conglomerarlas en un producto cercano y conocido y, a la vez, totalmente diferente a lo visto. Esta es, sin lugar a dudas, una jugada magistral, de esas que no suelen acontecer hoy día.

Por supuesto, imposible obviar, cómo no, su apartado sonoro. Gracias a la edición de Jos Driesse, la labor de grabación por Joost van den Broek y el trabajo en las mezclas de Stefan Heilemann, Epica ha alcanzado el que parece ser el techo de su poderío como banda de Metal Sinfónico, gracias, en parte, a esa majestuosa orquesta por la que han contado con un sinfín de músicos e instrumentos (incluso el guitarrista Isaac Delahaye y Coen Janssen han tomado parte en ella tocando el xilófono, el ukelele y la mandolina, entre muchos otros). Y el factor de haberla grabado de manera íntegra, sin dividirla en subpartes para la consiguiente mezcla, favorece muchísimo al objeto final. Como para dejarle a uno con la boca abierta en plena babia…

Mayestática producción, la valentía musical suficiente para crecer, madurar y andar lo inimaginable, sobresaliente performance por parte de cada uno de los integrantes, un ritmo irrefrenable que se niega a decaer en ningún momento… y una increíble portada, obra del artista alemán Stefan Heileman, representación perfecta de la identidad de The Holographic Principle y todo lo que encontraremos en su interior.

Aspecto aparte, vale la pena (sobre todo para los grandes fanes y acérrimos coleccionistas) hacerse con las ediciones bonus del disco, que incluye dos CD's extra, The Acoustic Principle (que ofrece varias versiones en acústico) y The Instrumental Principle, la versión instrumental y del álbum, así como un bonus track especial, la bonita balada tocada a piano Immortal Melancholy. Aquí hay música para dar y regalar, ¡que no falte!

No son muchos los discos de Epica a los que concedería la máxima –o casi máxima- puntuación. Sin embargo, The Holographic Principle tiene sus propias razones para ganárselos.
Que no se diga más, cinco cuernos medios (9.5/10) que, por parte de un servidor, se ganan Mark Jansen y los suyos junto a su séptimo retoño.

A disfrutar se dijo del retorno del orgullo nacional holandés en cuanto a material sinfónico se refiere y el que podría ser el disco de Metal Sinfónico del año.

Mark Jansen / Guitarra, voz (gutural)
Coen Janssen / Teclado
Simone Simons / Voz
Ariën van Weesenbeek / Batería, voz (gutural)
Isaac Delahaye / Guitarra, coros
Rob van der Loo / Bajo

Sello
Nuclear Blast