Entombed - Uprising

Enviado por beetleye el Sáb, 09/01/2010 - 20:09
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1. Seeing Red
2. Say It In Slugs
3. Won’t Back Down
4. Insanity's Contagious
5. Something Out Of Control
6. Scottish Hell
7. Time Out
8. The Itch
9. Year In Year Out
10. Returning To Madness
11. Come Clean
12. In The Flesh

La edición norteamericana además incluye:
13. Superior
14. The Only Ones
15. Words

Una de las características fundamentales de Entombed siempre ha sido mezclar sabiamente sus diversas influencias y dotar a su música de un sonido original. En este sentido, si metemos en una batidora el malévolo groove de los Sabbath, la mala hostia y el punzante sonido de unos Slayer, lo aderezamos con unas gotitas de death metal old-school de unos Autopsy o Repulsion, la rabia, actitud y garra punkarra de Motorhead o Stooges, y finalmente le añadimos algo de hardcore y todo ello lo pasamos por el filtro de Entombed, con su afinación particular, nos encontramos con Uprising, el sexto álbum de la banda sueca, publicado en el primer año del siglo XXI. Con estos mimbres podríamos pensar que el disco podría ser la panacea, nada más lejos de la realidad…

Desde la propia portada, que fue el artwork utilizado en su demo del ’89 But Life Goes On, nos encontramos con una banda que pretende rebelarse contra su propia situación y remontar el vuelo tras un disco (Same Difference) incomprendido tanto por la crítica como por la inmensa mayoría de sus seguidores, que les dieron de lado en el primer álbum de la banda sin su alma mater, Nicke Andersson. Same Difference fue un álbum experimental, donde la banda, quizá perdida y falta de ideas tras la huida del talentoso Royale o qué demonios! con deseos de explorar terrenos nuevos, dejó de hacer lo que mejor sabía: dar caña de calidad por un tubo. Aunque a mí personalmente Same Difference me parece un disco más que correcto, el batacazo que pegó la banda fue monumental, perdió su estatus dentro de la escena metalera, su disco fue tachado de comercial y demasiado accesible, y en cierto modo es casi entendible, ya que estos monstruos crearon obras maestras del death metal como Left Hand Path o Clandestine.

Las críticas se habían cebado con la banda desde los tiempos del inspirador y apoteósico Wolverine Blues, donde, para muchos puristas del género, la banda se vendió (yo creo que simplemente evolucionó, y de qué manera, madre mía). Las influencias de Motorhead o Kiss eran cada vez más palpables en el sonido de la banda y To Ride, Shoot Straight and Speak the Truth (menudo titulazo), no hizo más que confirmar la dirección de la banda hacia sonidos más rockeros o garageros. Por este motivo se les tilda de precursores de un subgénero inventado por la prensa, death n’roll, que se utilizó para catalogar los trabajos de algunas bandas como Gorefest, especialmente el Soul Survivor, Desultory o los mismísimos Carcass del Swansong.

Con Same Difference la banda fue más allá. Pisaron el freno y en su experimentación (voces limpias en Entombed!!!) entraron en terrenos cercanos al rock alternativo y grunge (Sonic Youth, Soundgarden, Dinosaur Jr.,RATM), y si ya los puristas del death pasaban olímpicamente de ellos, el nuevo lp fue la puntilla para que muchos metalheads le dieran definitivamente la espalda.

Con estos antecedentes, nos plantamos en el año 2000, año en que la banda precursora del Death Metal Sueco © retoma el sonido death n’roll (por llamarlo de alguna manera) plasmado en Wolverine Bues y, sobre todo, en To Ride, Shoot Straight & Speak the Truth. La nueva obra nos devuelve a unos Entombed más cañeros y brutos, con un LG Petrov más agresivo, cantando (más bien gritando) como un poseso y una producción deliberadamente salvaje y sucia de Nico Elgstrad (actual bajista de la banda) que nos retrotraen a sonidos pretéritos del combo de Estocolmo. Desafortunadamente, la ausencia de Nicke Andersson se nota demasiado en unas composiciones llenas de altibajos y aunque el álbum tiene momentos muy logrados, lo encuentro demasiado largo, monótono y lineal.

El comienzo del álbum es espectacular con “Seeing Red”, un destroza-cuellos de principio a fin, que con su demoledor riff principal puede ser de lo mejor del disco. Un tema directo y agresivo en el que se aprecia notablemente la influencia de Lemmy y sus huestes, perceptible especialmente en la base rítmica que precede al final del tema y que además goza de la bendición de las berrugas más conocidas del rock (ver el video hasta el final). Le sigue “Say it in Slugs” que a pesar de tener momentos muy inspirados, me deja con un sabor de “oídos” agridulce (perfecta muestra de lo que nos encontraremos de aquí en adelante, alternancia de buenos temas con algún truño como un castillo).

El tema en cuestión abre con un riff muy groovy (que me recuerda a Slayer) que nos vuelve a noquear con su tralla y posee un estribillo que engancha, sin embargo dos lentos interludios, uno de ellos a mitad de tema y otro al final, lo destrozan. Otro punto negativo de “Say it in Slugs” y del álbum en general son las letras: textos infantiles, guasones, bochornosos y aburridos por no decir algo peor, más propios de un cómico emo de serie z, que de una banda considerada un pilar del death metal. Este bajón letrístico ya se observaba en álbumes anteriores, pero en Uprising tocan fondo y para muestra un botón:

“I killed my best friend with a hammer
Now I`m in stitches
He became one of the icons around
I was left with an itch”

"Maté a mi mejor amigo con un martillo
Ahora me parto de risa
Él se convirtió en uno de los ídolos locales
Yo me quedé con un picor"

No sigo porque podría estar hasta pasado mañana escribiendo y traduciendo las chorradas camperas que se sacaron de la manga los suecos, bien podían haberlas dejado “sepultadas”.

Tras “Say it in Slugs” tenemos “Won’t Back Down” (nada que ver con Tom Petty), que nos devuelve a los Entombed que van directos a la mandíbula con unos riffs marca de la casa y un LG en plena forma. Si alguien tiene duda alguna de qué implica el llamado death n’roll, aquí puede tener un ejemplo bastante clarificador. Un ritmo machacón nos introduce a “Insanity’s Contagious”, uno de los temas más flojos del disco y que precede a la aplastante “Something out of Nothing”, otro de los mejores momentos de Uprising, donde nos encontramos con notables cambios de ritmo, algunos de los cuales podrían haber encajado perfectamente en Wolverine Blues, mientras que hay otro que es Slayer en estado puro. Curiosamente, LG Petrov brama un Waaaaaaaaaaaaaaaar a lo Araya en War Ensemble, quizá un guiño a los “adorables” californianos.

En el ecuador del disco, nos presentan una versión de la desconocida banda texana Dead Horse, llamada “Scottish Hell”, con un ramalazo doom muy molón. El siguiente tema de Uprising es “Time Out” con unos riffs afilados y machacones que desembocan en un cambio de ritmo bestial que deriva en un par de solos y en un riff hardcoriano que queda muy resultón. Continuamos con “The Itch” un buen tema muy en la onda de las pegadizas composiciones de Alex Hellid de álbumes anteriores (Damn Deal Done, They, Same Difference) en los que mezcla acertadamente sonidos sureños y crossover con Sabbath.

Del resto del álbum he de mencionar que “Returming to Madness” me parece un pestiño de relleno, soso y aburrido, probablemente de las sesiones de Same Difference, mientras que “Year in Year Out” tampoco acaba de convencerme. Con “Come Clean”, la cosa mejora algo pues vuelve esa mezcla de metal y rock que tan bien les luce, aunque me parece bastante similar a "Won’t Back Down".

Para cerrar el álbum nos regalan una inspirada joyita, “In the Flesh”, un medio tiempo introducido por un tétrico órgano a cargo de Uffe Cederlund, con un ritmo sabbático acojonante y una interpretación bestial de LG Petrov.

Este último tema pone un buen broche final a un álbum irregular, que adolece de la brillantez de antaño, pero que nos devuelve a una banda dispuesta a seguir explorando las fronteras del metal con trabajos honestos y que afortunadamente mejoró su propuesta ostensiblemente en su siguiente trabajo Morning Star. Pero esa es otra historia….

L-G Petov: Voz
Uffe Cederlund: Guitarra, Coros y Órgano
Jörgen Sandström: Bajo
Peter Stjärnvind: Batería
Alex Hellid: Guitarra

Frest Estby: Batería en "Year In Year Out" y "Returning to Madness"

Sello
Music For Nations