Entombed - Morning Star

Entombed son uno de los grupos más legendarios de la historia del metal. Esto no es una opinión, es un dato. Ya desde sus tiernos comienzos bajo el nombre de Nihilist sentaron cátedra, siendo uno de los principales responsables de la consolidación del sonido de la que probablemente sea la escena death metalera más grande junto a la estadounidense, el death metal sueco. Muchas veces he escuchado a algunos listillos decir por ahí que Carnage fueron primeros, porque Dark Recollections se publicó unos pocos meses antes que Left Hand Path. Pero esto es un error gravísimo, y es que en los comienzos del género no podemos limitarnos a los LPs, ya que las discográficas no ponían un duro por este tipo de música, sino que hay que rebuscar también en las demos. Y ahí es donde comprobamos que, efectivamente, Entombed fueron los primeros en cortar todo el bacalao.

La evolución de la banda estoy seguro de que si os encontráis leyendo esta reseña ya la tendréis de sobra conocida, pero para los que no realizaré un pequeño resumen. Tras dos de los discos más importantes de la historia del death metal, Left Hand Path y Clandestine, los chicos de Estocolmo pegaron un viraje en su tercer disco, Wolverine Blues. Aquí apadrinaron lo que más tarde se conoció como death and roll, un género que como su propio nombre indica combinaba la potencia y maldad del death metal con el groove del rock and roll. Este sonido fue avanzando en su discografía hasta la llegada de Same Difference. Tras la salida de Nicke Andersson para dedicarse de lleno a los Hellacopters muchos pensarían que la banda volvería a sus raíces, pero la realidad fue que terminaron por lanzar un disco de puro rock noventero.

Tras este “bache” en su carrera, que no es que fuera un mal disco en sí pero no era lo que sus fans esperaban y terminó por ser vilipendiado, volvieron al cauce y sacaron una retahíla de discos que tras su trilogía sagrada inicial son lo mejor que se ha publicado bajo el logo de la banda. Uprising, Morning Star e Inferno recogieron el relevo death and rollero del por aquellas alturas ya legendario Wolverine Blues, todos con resultados excelentes. Por ahí he visto opiniones y he comentado con amigos y hay bastante disparidad de opiniones respecto a cuál de los tres es mejor, pero yo sin despreciar a los otros dos me quedo con el que hoy os traigo, Morning Star.

La portada es mi preferida de toda la historia de la banda justo por detrás de las dos primeras del maestro Dan Seagrave. Su estilo cristiano ortodoxo no es algo que se suela ver mucho por el metal (otros ejemplos que se me ocurren son Om o Batushka, pero lo cierto es que no abundan), pero a mí me encanta. Así como también me encanta el tema inicial, “Chief Rebel Angel”, que ataca como un puñetazo en la cara con todos esos potentes riffs marca de la casa. Morning Star no es un álbum rápido en general, pero ni falta que hace cuando se cuenta con la potencia de temas medio tiempo como este.

Además, pese a no contar con grandes velocidades el trabajo de Peter Stjärnvind es estupendo. Reemplazar a un maestro como Nicke Andersson no es tarea fácil. El fundador de la banda es a mí parecer uno de los grandes de las baquetas en el mundo del death metal junto a otros bichos de la talla de Pete Sandoval o Sean Reinert, siendo su trabajo en Clandestine uno de mis preferidos del género. Pero Peter, que ya venía de haber tocado en bandas de renombre para los seguidores del estilo como Merciless o Unanimated, se marca un trabajo estupendo en su tercer disco con Entombed. Además, los ritmos más pausados y reposados del disco le permiten lucirse con todo lujo de detalles, metiendo fills cada dos por tres los cuales encajan a la perfección, añaden potencia y recuerdan al estilo frenético de su predecesor.

El disco va la mayor parte del tiempo en la misma onda, riffs pesados, acústicas misteriosas de vez en cuando que consiguen crear una atmósfera genial (ojito a la parte intermedia de “Bringer of Light”) y un Petrov que se marca una performance de escándalo. Siempre me ha gustado su estilo de canto, que más que parecer un gutural al uso parece un berrido con el que va a escupir los pulmones en cualquier momento, y en este disco está especialmente inspirado.

Por nombrar algunos de los mejores temas resaltaría sobretodo “Eye For an Eye”, un temazo como la copa de un pino que conjunta velocidad, potencia y melodía. Si hubiera aparecido en Wolverine Blues en lugar de casi 10 años más tarde estoy seguro de que a día de hoy sería todo un clásico de la banda. “Young Man Nihilist” también me parece una de las mejores, siendo en general los temas que combinan partes más veloces con riffs más groovies los que más me gustan. Aunque pese a ello, “Fractures”, que se centra 100% en la parte más pesada y lenta de la música de este disco también me parece uno de los mejores temas. Y por nombrar uno más, “About To Die”, que me retrotrae directamente a la etapa del Left Hand Path, es toda una delicia que hará sonreír a los seguidores de la primera etapa de la banda.

Morning Star es un estupendo ejercicio de death metal/death and roll, en el que no sobra practicamente nada. Como pegas podría poner que la final “Mental Twin” con su riff tan disonante nunca terminó de entrarme, y que pese a tener un buen nivel general no hay tantos temas que resalten sobre el conjunto. Sin embargo, esto son dos minucias que no quitan que Morning Star es un disco que disfruto practicamente de principio a final cada vez que me lo pongo, y que es el disco de Entombed que más veces recupero fuera de su trilogía inicial. Para mí Morning Star se lleva cuatro cuernos, sobre un 7.5.