
1.In the snow
2.The magic of nature
3.Shining star
4.The nature stuck in a dream
5.Last winter's night
6.The Approach of spring
7.When the rain starts again
8.Cold in the soul
Hoy es día de confesiones. Y es que hay álbumes que se deben analizar apelando mayoritariamente a aspectos musicales e históricos, otros que exigen una mayor explicación de las emociones que tal álbum te produce, y este de hoy, exige hablar especialmente de cuestiones emocionales.
Mi interés por esta música tuvo su inicio en una reseña de alguien de aquí que se dará por aludido nada más leer esto, pero el momento en el que empecé a indagar no va más allá de hace dos semanas. De repente el género que antaño detestaba empezaba a marcarme más profundamente de lo que esperaba, pues desde la primera vez que lo escuché, el Black metal no me pareció mucho más que una marcada de paquete en la que se intentaba sonar maligno y peligroso a toda costa, aunque en el precio fuera incluido el apuñalar a la propia música con esas baterías sin sentido. Se que para muchos esto es Black metal con sacarina, pero para mí seréis personas muy distintas (Que no peores ni mejores) dependiendo de si sabéis disfrutar de este disco o no. Perdonad si os aburro, pero no tendría sentido que os hablase de este álbum sin una breve explicación de algo que a mi me sucede y que estoy seguro de que no soy aquí el único al que le ocurre. Hay que ser honesto hasta un exceso a veces con los sentimientos.
Bien, me pasó siempre, pero con los años aumenta en según que ámbitos. La fantasía es mi punto más débil, pero también lo es la naturaleza y sus increíbles paisajes, y lo puede ser la música también. La cuestión es que realmente entro dentro de esos ámbitos, implicándome en ellos más de lo normal. A través de la vista o de la imaginación aparecen imágenes en mi cabeza que parecen tener una magia que yo necesito creer, y que me hacen llegar a unos puntos de éxtasis que estoy seguro de que todos o casi todos de los que por aquí me leáis habéis experimentado al menos de forma similar. Sin embargo lo curioso de mi es que acepto la realidad de una forma algo más drástica, y al darme cuenta de que en esos bosques que veo no hay magia, no hay hadas ni gnomos ni aventuras por vivir, cuando no tengo más cojones que aceptar que esas historias no son reales y cualquier similitud que pueda tener con ellas una historia en la vida real no será más que una falacia y esa magia no será más que un producto de mi imaginación, es entonces cuando me pongo jodidamente triste. Ya no soy tan necio para pensar que antes de volver en septiembre al colegio llegará una carta para que pueda ingresar en Hogwarts, o para creer que un bastón golpeará mi puerta y al abrirla entrará Gandalf invitándome a vivir una aventura. Son a mi parecer los momentos de mayor tristeza que se pueden vivir sin ser provocados/causados por ningún otro humano.
“The Magic of Nature” Me atacó en ese sentido en todos los aspectos posibles, pues la portada ya es una violenta agresión a este tipo de sensibilidades, y del título podemos decir más de lo mismo. Una cosa que me olvidaba de decir es que por mucha tristeza que me puedan traer no estoy dispuesto en absoluto a renunciar a todo aquello que he mencionado por nada del mundo, pues junto con esa frustración también va un placer increíble, y no hará falta que lo jure una vez hayáis escuchado “The approach of spring” observando fijamente la portada. Sea como sea la boca se me hizo agua al ver esa presentación y no dude en escucharlo.
Podía decepcionarme la música como pasa muchísimas veces cuando empiezo a hacer una degustación con este género. Sin embargo el resultado fue muy distinto. Desde “In the snow” vi un álbum necesariamente uniforme debido a su carácter temático. Ni en un solo momento era protagonista el virtuosismo pese a presentarse en algún momento (Ejemplo: Inicio de “The nature stuck in a dream), pues todo era en aras del sonido, de las sensaciones, de una imagen concreta que aquí la música trataba de traerme, es decir, estaba escuchando black atmosférico y del bueno.
Este es un álbum que no debería disgustar a mi parecer ni siquiera a aquellos que dicen rechazar el death, el black y algunas bandas de thrash por las voces guturales, pues este es uno de esos casos en que la voz se integra de una forma excepcional en la música. Esa voz se exige para este disco y que es capaz de unirse a la música con increíbles paradojas, pues pese a ser un monstruoso gutural suena increíblemente humana, y pese a ser tan humana, consigue convertirse en un instrumento más en todo ese boscoso ambiente. Suena exactamente como debe sonar este preciso álbum, y gracias a él y a los títulos de cada canción, sin haberme leído los lyrics estoy convencido de que este álbum habla directamente de ese sentimiento mío del que os he hablado, pues la única forma que tiene un vocalista de representar tal sensación es un continuo grito desesperado.
Todos Sabemos que hay en esta página gente que conoce mucho más que yo sobre los teclados, así que hablaré de forma humilde y esperaré a que se pronuncien. El propio Persy es el que se encarga además de la guitarra, del teclado y del bajo, lo cual lo lleva casi sin querer a ser el alma del grupo. Al teclado realiza una labor de la que no puedo asegurar nada sobre su técnica ni complejidad (Me consta que esta muchas veces no es excesiva) si que puedo asegurar que esto le importaba un auténtico carajo a Persy a la hora de hacer estas canciones pues la belleza que le da al álbum este instrumento no se lo consigue dar ningún otro. La preciosidad de lo que hace Persy con las teclas se puede apreciar en todo el disco, pero especialmente en “Last winter night”. Repito que es el punto fuerte del álbum, pues incluso a actos de atrocidad blacker como lo es el inicio de “The aproach of spring” los consigue bañar con una magia que es ante todo entrañable.
Algo que me está encantando de esta investigación es que bandas como esta misma, Caladan Brood, Dark Forest, Addaura o los enormes Summoning no son más que los bebés del metal. Esto me ha quitado en parte este espíritu catastrofista que casi siempre hemos tenido, pues siempre hemos estado como en una continua extinción, y sin embargo cosas tan impresionantes como lo que están haciendo estos recién nacidos se nos pasan por alto a causa del llanto que nos provoca el ver como nuestros antiguos dioses se están degradando acercándose más y más a su final (Salvo evidentemente Iron Maiden que parecen el curioso caso de Benjamin Button). Estos hombres llevan (Junto a una capacidad artística casi irrefutable para cualquiera) el metal como estandarte allí donde suenan, y es más, sin renunciar a todo lo que les hace dignos de tal etiqueta demuestran que nuestro género puede poseer una belleza inigualable... Este es su debut, en nuestra mismísima década, aún estamos vivos, quizás moribundos... Esperemos que esos llantos de Persy no sean los últimos gritos agónicos de un género entero.
Sin muchas más contemplaciones voy a deciros que seréis afortunados todos aquellos que sepáis disfrutar de “Magic of the nature”, pues su chicha va más allá de lo que es estrictamente la música. Os deseo una completa integración en la música de estos chavales, de todo corazón, ojalá consigáis sentiros como si caminarais por esos bosques que los Elderwind pretenden invocar, sentid como las gotas de lluvia del final de “When the rain starts again” caigan sobre vosotros y podáis notarlas. Ojalá creáis como auténticos necios en cualquier tipo de magia durante estos cincuenta minutos de disco y la hagáis parte de vuestra disco. Si las cosas van como quiero que vayan para vosotros, tendréis unas irremediables ganas de escucharlo por segunda vez nada más acabar la primera escucha, sin embargo no os aconsejo vulgarizar un placer como este.
Sin decir como creo que tiene que sonar el black metal del cual sus antiguos dioses existieron mucho tiempo atrás y algunos ya no están con nosotros, si que digo que en Elderwind veo aquello que ningún músico jamás debería perder de vista, es decir el transmitir una imagen, sensación o sentimiento a quien le escucha. Para mí este álbum será un 9.99, entenderéis dicha nota cuando traiga el “Aurora Borealis” de Dark Forest, pero no nos engañemos, uno de los álbumes que pasará por mi mente minutos antes de morir será este que os traigo hoy.
Álbum completo (Única forma sensata de conocerlos): https://www.youtube.com/watch?v=4WiJLmliY7w
Persy: Voz, Bajo, Teclado
Andrey Bykov: Bateria
Alexandr Sinyugin: Guitarra