
1. Sabre & Torch (05:00)
2. Space Police (06:00)
3. Defenders of the Crown ((05:39)
4. Love Tiger (04:26)
5. The Realms of Baba Yaga (06:07)
6. Rock Me Amadeus (Falco cover) (03:20)
7. Do Me Like a Caveman (04:09)
8. Shadow Eaters (06:08)
9. Alone in Myself (04:36)
10. The Eternal Wayfarer (08:50)
Con una portada no muy convincente (aunque simpatiquilla, un policía espacial junto a un temible alienígena, escala Aliens) Sammet y compañía presentaron, el pasado 18 de abril, el que sería su décimo álbum de estudio, Space Police - Defenders of the Crown, una entretenida aventura galáctica que, sin alcanzar las estrellas, no dejará indiferente a su audiencia. Edguy consiguió sacar un álbum mucho más redondo de lo que llegaron a ser otros, como el experimental Tinnitus Sanctus, el rockero y gamberro Rocket Ride o el regular Age of the Joker.
Sin embargo, atendiendo a lo que Sammet declaró sobre este disco, explicando que llegaría a ser el disco más heavy de toda la discografía de los germanos, vemos que la realidad no es así, ni mucho menos (exceptuando algún que otro tema que sí se adhiere a tal descripción). Empecemos a desgranar tema a tema la última pieza de los germanos.
El disco comienza de forma explosiva con uno de los tracks clave: Sabre & Torch, una canción fuerte y heavy que podrá recordar a diversos clásicos de la banda (de discos como Hellfire Club o Mandrake). No será un Mysteria, o un Until we Rise Again, pero sí que pone en su sitio las dotes compositivas de Sammet y nos prepara para los siguientes temas que componen el álbum. Muy buen comienzo de disco, que, sin duda, arrasará en los futuros conciertos de la banda, convirtiéndose, tal vez, en un futuro clásico. Quién sabe.
El segundo track, Space Police resulta mucho más versátil, comenzando con unos estrambóticos teclados, otorgando una atmósfera futurista, galáctica. Tema más que aceptable, con coros muy Edguy. Ahora bien, es con Defenders of the Crown cuando el disco alcanza su mayor potencial, como tema perteneciente a una banda de power metal. Unas potentes baterías y unas guitarras, con una llamativa melodía, nos transportan a unos de esos temas cuya esencia hicieron grandes a Edguy. Junto a unos coros masivos, solos de cañón por parte de Ludwig, y un gran enfoque melódico, Sammet y compañía se meten un trallazo en el saco. Más adelante, unos suaves ronroneos felinos nos llevan a Love Tiger, un tema más alegre, que posee ese toque "hard-rockero" marca Ludwig, y ese tono humorístico de Tobias. Con una buena melodía y rimbombantes riffs, Love Tiger se consolida como una canción más que notable. Según palabras del señor Tobias, este tema ya estaba pensado incluso antes de la salida del Age of the Joker, y llegó a definirlo como “un tributo a mí mismo”.
Llegamos a la mitad del disco con The Realms of Baba Yaga, track que comienza a través de unos riffs de usanza Speed y un Sammet con un tono vocal más elevado. Este tema llega a recordar en ciertos momentos al Age of the Joker. No es uno de los mejores temas del álbum, siendo, sin embargo, más que aceptable.
Con Rock Me Amadeus escuchamos lo que es el punto más bajo y criticable del disco. Hacer un cover de Falco en un disco como Space Police no es de las mejores ideas que hayan tenido los germanos, y el track destaca considerablemente frente al resto del disco (y no para bien).
En Do Me Like a Caveman vemos un tema similar a The Realms of Baba Yaga, con el espíritu de Avantasia tan ensamblado por Sammet y, cómo no, su agradable sentido del humor, perceptible a lo largo de su discografía en composiciones como Lavatory Love Machine.
Unas guitarras más agresivas nos transportan a Shadow Eaters, uno de los temas más épicos del compacto, uno de los grandes protagonistas gracias, entre otros aspectos, a un estribillo brillante.
Así llegamos a la balada de turno, Alone in Myself, un tema que, aunque no malo, resulta extraño para ser de una banda como Edguy, observando que ciertos aspectos vocales llegan a sobrar. Sin duda, es la balada más curiosa y especial de Edguy hasta la fecha. Y es que, a lo largo de su carrera, han compuesto múltiples baladas, la mayoría excelentes (Forever, Sands of Time, Wash Away the Poison, Land of the Miracle). Tristemente, Alone in Myself se queda muy pequeña frente a sus hermanas mayores, resultando así la balada de Edguy más floja hasta la fecha.
La última obra de Sammet se despide con The Eternal Wayfarer, un tema de casi 9 minutos (como ya lo fuera Behind the Gates to Midnight World en Age of the Joker). Tras unos primeros tranquilos segundos, el track explota con unas fuertes guitarras y unos poderosos teclados que retumbarán en nuestros oídos. El melódico estribillo bien refleja el fin de un viaje, un recorrido que la banda nos ha querido brindar con este Space Police - Defenders of the Crown.
¿Resultado? Todo está en su sitio, la instrumentalización es sublime, Sammet se supera una vez más con su potente voz, la calidad sonora es excelente.
No tendrá hueco entre los grandes clásicos del grupo. Tampoco será de los discos más grandes de este 2014. Pero llega a ser un disco realmente notable que, ciertamente, mejora de forma considerable con las escuchas. A los fans de Edguy les satisfará enormemente; a los que no conozcan mucho la banda o el género, lo disfrutarán cómodamente; y a los que nunca les haya gustado Edguy, este disco no les hará cambiar de opinión.
Qué más decir, salvo darle las felicidades al señor Sammet por este notable señor disco, Space Police - Defenders of the Crown. 3 cuernos relativamente medios por mi parte, 7 sobre 10.
Tobias Sammet: voz
Jens Ludwig: guitarra líder
Dirk Sauer: guitarra rítmica
Tobias Exxel: bajo
Felix Bohnke: batería
*Músicos adicionales*
Michael Rodenberg: teclado
Oliver Hartmann: coros