Eagles Of Death Metal - Peace, Love, Death Metal

Enviado por Stoned el Dom, 15/11/2015 - 14:08
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“¿Quiénes son Eagles Of Death Metal?”, se preguntaba el diario español ABC estos últimos días posteriores a los atentados simúltaneos en la ciudad de París, uno de ellos – el más violento y despiadado – mientras esta banda ofrecía un recital en la sala Bataclan, uno de los templos del rock de la capital gala. A los medios y a la sociedad no les importa excesivamente el rock ni ningún otro tipo de cultura, pero sí les interesa el morbo. La carnaza. Les interesan las tripas y el color rojo, siempre que éste vaya ligado a la sangre.

“¿Quiénes son Eagles Of Death Metal?”, le plantean a sus lectores. A esos lectores a los que, al igual que los diferentes medios de comunicación que ahora los suben a los focos mediáticos, quizá les interesa saber quienes son ahora que se han visto envueltos en uno de los peores infiernos que ha vivido Europa en lo que llevamos de este siglo XXI. “Eagles Of Death Metal en el epicentro del terror”, titulaba otro medio. Quizá creando esa curiosidad mórbida que lleve al lector a pinchar en alguna canción en Youtube, esa curiosidad de saber qué sonaba en el momento en el que decenas de personas encontraron la muerte de la manera más cobarde y más vil. Esa curiosidad de saber cómo suenan Eagles Of Death Metal – vaya nombre terrible, pensaría algún lector o redactor – y quizá añadirle mentalmente otros sonidos menos agradables, quizá el de los gritos de los asistentes, quizá el de las AK-47 escupiendo plomo, muerte, mezquindad. “¿Quiénes son Eagles Of Death Metal?”, se preguntaban los medios, a pesar de que en España habían llegado a actuar en el Azkena Rock Festival, si acaso el más importante festival de nuestro país y seguro uno de los más destacados del Viejo Continente.

Si estos hechos ya podrían desencadenar el vómito a personas de estómago no demasiado sensible, agarrénse; El Faro de Vigo colocaba a uno de sus artículos el siguiente título: “Música satánica para una carnicería”, haciéndolo todo aún más infame, nauseabundo. A continuación calificaba a la banda como “banda de death metal” (señal inequívoca de que no se había tomado ni la molestia de realizar un triste click en Youtube) y atribuía al conjunto, oriundo de California, la nacionalidad inglesa. Parece ser que en las tradicionales tómbolas de las más castizas ferias han cambiado el habitual perrito piloto por títulos universitarios en periodismo. Síntomatico de un país como España.

Eagles Of Death Metal, etiquetados ya para el resto de la eternidad son – o eran, no sabemos las repercusiones internas que habrá traído esta tragedia – una gran banda. Liderada por Jesse Hughes y Josh Homme, editaron su álbum debut “Peace, Love, Death Metal” en 2003, un trabajo formado por quince compactas píldoras de rock revestidas de un espíritu casi punk – canciones muy cortas, acordes sencillos y distorsionados – y que supone seguramente su mejor trabajo.

Josh Homme es el líder de Queens Of The Stone Age, si acaso una de las más importantes bandas de la pasada década, y lo fue también de los imprescindibles Kyuss, epítome musical de los noventa, aunque siempre en un segundo o incluso tercer plano en relación con otros conjuntos de su época. Con apenas cuatro discos en su breve periplo y el raro honor de ser considerados padres de un género musical – el stoner rock -, son hoy banda de culto; a pesar de que, personalmente, no soy excesivamente aficionado al rock de los noventa, huelga decir que los discos de Kyuss tienen un lugar destacado en mi colección.

Josh Homme, co-compositor (junto a Jesse Hughes) de casi todas las canciones, toca varios instrumentos y produce el álbum, pero asume un inesperado segundo plano en el conjunto: en las actuaciones en directo (en las que no siempre toca, siendo un miembro no fijo en vivo) se sienta tras la batería, un puesto más bien discreto comparado con otros instrumentistas, siempre genéricamente hablando. Jesse Hughes se ocupa de la guitarra y de las tareas vocales, siendo así el frontman único de Eagles Of Death Metal y la cabeza más visible, al menos en directo.

Como decíamos, este primer trabajo posee un espíritu punk, de canciones cortas y querencia por la espontáneidad en detrimento de las tomas estudiadas, premeditadas y cien veces repetidas. De guitarras saturadas en primerísimo plano, de batería simple, seca, tribal. Espíritu garagero, de banda pasándolo bien haciendo un poco de ruido y pateando unos cuantos culos de paso. Pero también de grandes composiciones, como “I Only Want You”, uno de esos temas perfectos para comenzar un álbum: pegadizo, ruidoso,enérgico.

Destaca la única versión del álbum, “Stuck In The Metal”, cover rebautizado del mega éxito de 1972 de los escoceses Stealers Wheel “Stuck In The Middle With You” que fue incluso áun más exitoso a raíz del film de 1992 “Reservoir Dogs” dirigido por Tarantino y que sonaba en la mítica escena de la tortura prepretada por el abyecto Señor Rubio.

Ya para cerrar este gran trabajo, que desde luego no baja el nivel el ningún momento, suena la que seguramente sea la mejor canción del disco, “Miss Alissa”, todo un pelotazo de rock genuino, de esos que hacen pisar un poco más el acelerador si estas conduciendo, aligerar un poco el ritmo si estás haciendo deporte, o apurar un poco más deprisa tu bebida si estás dedicándote al noble y complejo arte del bebercio. O de pedir otro vaso más si es que ya te ibas a realizar cosas tan poco rockeras como retirarte a tus aposentos. Cobarde.

Es así que “Peace, Love, Death Metal” es un trabajo alejado de toda pretenciosidad, es un trabajo espontáneo, genuino. Es una celebración del rock and roll, de la camaradería que supone juntarte con unos pocos amigos, instrumentos en ristre, a tocar por placer, en honor a a la música y a la amistad. Al ruido. Son tres cuartos de hora de rock aunténtico, sin concesiones.

Es una celebración del vitalismo, de la energía, de lo que nos mueve, de lo irreverente. Es una celebración, recordémoslo, o consideremoslo así, de la VIDA. “¿Quiénes son Eagles Of Death Metal?”, se preguntaban, como decíamos antes, esos periodistas ávidos de amarillismo, de portadas y artículos hediondos, malolientes, mierdosos. Insultantes. Pues son estos, capullos. Y han venido a patearos el culo. Aunque no os lo merezcáis.

Jesse Hughes: Voz, guitarra, batería
Josh Homme: Batería, percusión, coros
Tim Van Hamel: Guitarra, voz, coros

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