Dismember - Pieces

A caballo entre sus dos primeros colosos en formato de larga duración, sin obviar jamás a su antológico siete pulgadas ‘Skin Her Alive’, los dioses suecos DISMEMBER todavía tendrían a bien el sacudirnos sin remordimientos en el jodido lomo con aquella que tenía que ser una de las cuatro obras de referencia básica en el infame e inmortal catálogo clásico de la banda. ‘Pieces’ sería su nombre, y a las pruebas me remito: El salvajismo, una vez más, se exacerba ya hasta lo indigerible, y en este sentido abogo ya no solo por lo gráfico y sugestivo de su morboso título, sino también (¿Quién puede puto dudarlo?) por lo terminalmente atroz de su portada (los cinco decapitados con sus respectivos cueros cabelludos unidos en un siniestro nudo) y fundamentalmente por el jodido e innominablemente grotesco sonido de sierra mecánica, oxidada y pringosa de sangre seca de gorrino, auspiciado bajo la sabia a la par que tenebrosa mano del chiflado gurú, Tomas Skogsberg.

Innegociable. Los suecos sonaron antes y han vuelto a hacerlo después con posiblemente mucha más inspiración de la que muestran estas cuatro obscenas piezas de fina orfebrería matarife, coincidimos, pero lo que se antoja proporcionalmente meridiano es que de igual modo jamás -al margen de en sus escalofriantes demos- DISMEMBER atronaron con los mismos niveles de locura, exceso e insensata desfachatez plasmados en este horripilante ‘Pieces’ que hoy se nos sube por la pernera para arrancarnos de cuajo la jodida bolsa del Pryca, o si se me permite la expresión: La santa huevada. Ateneros a las salvajes consecuencias pues, teniendo en mente aquello con lo que estamos comparando, porque si realmente os digo que esto suena más bestia y del todo desmedido que cualquier otro trabajo de la banda, es porque realmente es así. Y es que si esto te lo dijera Don Pim Pon, pues no te digo que no fueras a ponerlo en cuarentena, pero es que te lo está diciendo nada menos que el nene ¿No sabes?

Y es que nada más fácil que confrontar a las dos ‘Soon to Be Dead’ facturadas en ‘Like An Ever Flowing Stream’ y ‘Pieces’ para hacerse una idea al respecto, pollos. Nada más fácil, os digo, porque si la primera ya sonaba como un jodido horno lleno de grillos furiosos sodomizándose los unos a los otros, la segunda hace lo propio aunque intercambiando a los parientes de Pepito por una puta manada de bisontes americanos. Jodidos bisontes americanos follando sin freno, soltando zafias aerofagias y cagando al límite del dolor, todo ello carcajeándose hasta lo absurdo ¿Me explico? Todo eso y hasta incluso un poco más, porque es prender la mecha el tema-título y es hacerlo al punto una dantesco espectáculo (con guiño a CARNAGE incluido) del que resulta imposible salir indemne sin al menos quedar fatalmente catatónico y prisionero de una odiosa mueca de pavor o cagada súbita. Espectacular lo de los suecos, amigos. Odio, cólera e infinito histerismo fundidos en uno, y todo ello maravillosamente transfigurado en un tema para los restos.

‘I Wish You Hell’ sigue el rastro de tripa, heces y gasolina de la primera, y si algo queda claro llegado este punto, eso no es otra cosa que Estby es el puto jefe de la movida; El capo que dicta dónde defeca el resto y por ende: Una de las figuras más relevantes del movimiento en Suecia, además de uno de sus percusionistas más personales y de mayor talento. A su vez, Blomqvist se revela igualmente como uno de las principales hachas de su generación, aunque los hechos no mienten, pequeños: Jamás dio con ningún otro que le acompañara como Sennebäck.

Sigue ‘Carnal Tomb’, y el piñón ya no es que suba, ni baje, sino que sencillamente se parte por la puta mitad estallando en mil pedazos y uno de ellos te alcanza en el ojo, seccionándotelo cual yugular tenue y morada de jodido cerdo hinchado, causándote al punto una irreparable infección de consecuencias insondablemente infaustas. ¿Te cunde? ¡Muy rico! ¿Ah? Pero es que eso no es nada, baby. No es jodido nada, te puto digo, porque justo le sucede ‘Soon to Be Dead’ (¡Te lo dije!); Y si encima vas y te pillas la versión CD, también (y ya para rematar la jodida traca, kokotraka) el glorioso cover de CARNAGE ‘Torn Apart’. Aunque la verdad, hablar de cover cuando los compositores fueron ellos mismos tampoco es que tenga demasiado sentido después de todo ¿No es cierto, puerquitos?

Lo dicho: Indispensable ítem en cualquier colección de Death Metal, porque sencillamente no encuentras mucho más con semejantes niveles de insultante calidad, inimitable actitud y mucho menos, desenfrenado canibalismo.

Valoración: 9.5