Diluendo - Sonámbulos

El año 2013 nos trajo una sorpresa en forma de hard rock y metal desde tierras mañas, concretamente desde Caspe (Zaragoza) y de la mano de Diluendo, banda formada en 1998 que dataron su debut discográfico en el año 2007 gracias a un EP titulado "Mirar a la realidad", de forma y manera que este "Sonámbulos" es su debut en cuanto a larga duración se refiere.

La banda nos ofrece un hard rock con matices progresivos muy elaborado que encuentra su máximo apoyo en las buenas guitarras de Jorge Mustieles que eleva su sonido en ocasiones hasta el más puro metal, y en general consiguen un sonido bastante duro y compacto en el que, cierto es, a veces la voz del buen batería queda un poco forzada a pesar que en términos generales, esos tonos más graves se adecuan perfectamente a las pesadas guitarras de las que hace gala la banda.

En efecto, dos son las curiosidades más destacables de este disco, por un lado la circunstancia que es Francisco Gimeno quien además de ejercer de batería presta su voz, algo no demasiado habitual en el mundo de la música, y por otro lado, la bonita portada del álbum es una fotografía de parte del pueblo de Belchite (Zaragoza), que ha conservado las ruinas producidas por la vergonzante guerra civil española, siendo además que los niños que aparecen en la portada son hijos de los miembros del grupo.

En el aspecto puramente musical, iniciamos el viaje con "Único sentido" un buen tema en el que esa mezcolanza rockero metalera progresiva se adivina ya desde los primeros acordes, y ya desde este momento es necesario advertir que no es este un disco que entre a la primera escucha, necesita un periodo de maduración debido a las estructuras un tanto complejas que nos encontramos, unido a la trascendencia de unas letras muy curradas. Grande Mustieles y sus seis cuerdas.

"Tempus fugit", con un inicio muy Dream Theater es una de las canciones del disco; contiene una letra estupenda sobre unos ritmos machacones en los que, como en prácticamente todo el disco la guitarra sostiene hasta incluso los estribillos, pues no debemos olvidar que tenemos entre manos la formación clásica de las bandas de rock, guitarra, bajo y batería, con dos cojones, logrando un sonido realmente contundente. Sigue al temazo la única balada del disco, "Dulce transición", que bueno, no está mal.

"Miedo", metal progresivo sin concesiones da paso al tema homónimo del disco que siguiendo la senda marcada por los primeros temas, muestra unos solos de guitarra y unos fraseos muy contundentes. "Cara a cara" es uno de los más cañeros del disco, en una línea netamente heavy que contrasta perfectamente con "Eres libre", una especie de medio tiempo que se aviva en el estribillo y que se hace muy fácil de escuchar, aquí abandonamos un tanto el heavy para seguir ritmos más hardrockeros.

Tras un título tan sugerente como "Carta a la inocencia pérdida" nos encontramos una canción un poco más comercial que sus hermanas de placa, mientras que "Explosión de libertad" nos devuelve a ese heavy rock progresivo que tan bien defienden Diluendo, con unas líneas de bajo muy marcadas al principio para sumergirse, toda la banda, en un tema que poco a poco se va "comercialiando" . Cierra el disco "Ahora lo se", de nuevo comercial, incluso para escuchar en los 40 criminales con la nota simpática del estribillo cantado por la hija del batería para finalizar canción y disco.

En definitiva, un buen disco de una buena banda que se sale un poco de los patrones a los que nos tienen acostumbrados las bandas hardrockeras con tintes heavies de la piel de toro, con muchas ideas y buenas letras. Tres cuernitos casi cuatro para los de Caspe que, sin duda se lucieron con este "Sonámbulos".