
1.Addicted!
2.Universe In A Ball!
3.Bend It Like Bender!
4.Supercrush!
5.Hyperdrive!
6.Resolve!
7.Ih-Ah!
8.The Way Home!
9.Numbered!
10.Awake!
Get up and Deconstruct!
La vida está llena de sorpresas y alegrías, como también lo está de amarguras y calamidades. Y es que aquí al mundo se vino a parir y a sufrir porque todo cuesta en la vida, pero no podemos dejar que eso nos estropee los momentos de felicidad y regocijo que se experimentan cuando uno disfruta de una buena conversación, una película memorable o incluso de una siesta tradicional española. En las pequeñas cosas reside lo bueno, y en la música, todo un mundo. El gran ilustrado Rousseau definió la fórmula de la felicidad hace ya mucho como una buena cuenta en el banco, una buena comida y una buena digestión. Y aunque estoy de acuerdo con él, también debo retrotraer otra cita, en este caso, del faraón Amenemope: Mejor pan con el corazón feliz que riqueza con exasperación. ¿Y con esto que quiero decir? Pues que disfruten de los pequeños placeres de la vida; que salten, que chillen, que rían y que sientan, ésa es la lección que desde el púlpito de mi experiencia dirijo a los miembros del gremio de este santo oficio.
Y por ello, lo que hoy les voy a traer aquí es un pedazo de mi felicidad personal que deseo compartir con todos ustedes, para que lo disfruten y lo sientan y lo vivan como yo lo hago (o mejor incluso, puesto que cada uno siente y percibe de manera distinta). La mente brillante tras el álbum no es otro que mi laureado Devin Townsend, al que me gusta apodar como una suerte de “Frank Zappa moderno”; puesto que es un músico que ha tocado ya varios palos musicales, pero siempre moviéndose dentro de su campo del “metal progresivo” muy influenciado por los sonidos extremos, las fuertes bases rítmicas y, sobretodo, las brillantes voces de tenor operístico que inundan todas y cada una de sus producciones. Un músico que recomiendo personalmente desde aquí y que es de lo mejor que la actualidad puede ofrecer, a pesar de que lleva aquí desde los noventa con esa máquina de demolición que fué la Strapping Young Lad.
“Addicted” es el nombre que recibe esta obra y no podría ser más adecuado. Un disco sencillo donde se aleja de todo lo que había hecho hasta entonces y donde, simplemente, quiere divertirse. Si lo quieren más fácil, es un disco de “pop”. Pero, ¡ojo! No raquemos sólo la superficie, puesto que muchos han tratado de cargar contra este disco y han acabado rendidos ante el inevitable encanto que desprende. Pues son canciones que enamoran al oyente desde la primera escucha, con mucho teclado de fondo, pero también cargadas de la pesadez característica de Devin (muy heredada del “industrial”) y con sus ya conocidos "screams". Todo el disco está planteado como un super-dúo vocal (como los de Pimpinela) entre Devin Townsend y la holandesa Anneke van Giersbergen (ex-The Gathering), quien con su torrente de voz pone el contrapunto melódico y suave al temperamental Devin: un choque de trenes, vamos.
Desde el espectacular arranque con Addicted! que define la tónica a seguir en el disco, pasamos por cosas como Ih-Ah! que no es sino una burla a la típica canción "Pop" (aviso desde estas líneas que vais a estar coreando el estribillo hasta que os salgan canas como a mí); desde ahí, nos vamos a la balada de tintes espaciales de Hyperdrive!, magníficamente dirigida por la voz de Anneke, donde demuestra porqué es la elegida para estar al lado del "míster"; tenemos Numbered!, que podría pasar perfectamente por ser una canción de entrada de cualquier dibujo japonés, y así hasta diez temas. Mi favorita personal sigue siendo Bend It Like Bender!, y que cite al famoso robot de Futurama no es casualidad, pues como ya he dicho, la cosa va de mandarlo todo a tomar por saco y disfrutar. Lo que hace Bender Doblador Rodríguez, pero sin alcohol y sin furcias.
Si me hacen caso, y se adentran en el disco, van a sumergirse en un mundo technicholor del que es difícil querer salir. El magnetismo y la garra de estas canciones es indudable, todo el álbum transmite enormes pensamientos positivos y es una invitación a que el oyente salte y se ponga a bailar. Les invito a que se vuelvan "adictos" a estos sonidos vanguardistas y, a la vez, tan simples. Os traigo un pequeño misil que os hará olvidar vuestros exámenes, la crisis mundial, la ineptitud burócratica (que es lo único que nos salva de ella) y el mal humor. Contra todo eso, el fármaco es "Addicted". Simple y llanamente. Y no os corteís en disfrutarlo y saborear cada una de sus melodías vocales porque son oro puro, ¡hasta podrías escucharlo mientras pasas la aspiradora!
Éste disco me acompaña siempre desde su lanzamiento en el ya lejano 2009, y ahora más que nunca me hace falta para olvidarme del malestar. Ésta es una de esas pequeñas cosas que mencionaba al principio y que son vitales para tener una "mens sana in corpore sano". Y espero que se convierta en un favorito del lector que lee estas líneas. Y en cuanto a mí, no se preocupen. Si Franco no pudo con nosotros los abueletes, ¿lo va a hacer un cáncer?
...¡Bailad el Devin Townsend!
Devin Townsend: Voz, teclados, guitarra y programación.
Anneke van Giersbergen: Voces adicionales, coros, voz principal ("Resolve!","Hyperdrive!","Supercrush!")
Mark Cimino: Guitarra
Brian Waddell: Bajo
Ryan Van Poederooyen: Batería