
1. Soul Collector
2. The Defiance Will Remain
3. The Alliance of Hellhounz
4. No Man's Land
5. The Calm Before the Storm
6. The Chosen Ones
7. Dealer of Hostility
8. Under Surveillance
9. Seeds of Hate
10. Twist of Fate
11. Killing Machine
12. Memories of Nothingness
Desde que, a mediados del 2000, Destruction volvieron (a ser quienes eran) con su descacharrante "All Hell Breaks Loose", la comunidad Thrash Metal les acogió con los brazos bien abiertos.
Después de una era de silencio (y de rarezas extremas) en el reino thrasher, ya nos tocaba disfrutar, de nuevo, de la furia guitarrera de Destruction, de sus baterías lanzadas a toda mecha y de la inconfundible voz de "Schmier", icono total del Thrash teutón. Nos lo merecíamos, cojones.
"The Antichrist" (2001) y "Metal Discharge" (2003) entregaron un material muy resistente, muy Destruction, y que ya anticipaba, y de forma más que obvia, que la banda de Mike y "Schmier" ya no iba a cambiar nunca más. Ni lo iba a pretender. Cuando uno es bueno en lo que hace es mejor seguir así. Para muchos, el no seguir indagando en nuevas fronteras musicales habla de lo poco osado de una banda. Para Destruction, el no seguir tocando puro y duro Thrash es más que una blasfemia eterna. Intolerable del todo. Destruction ya se salieron una vez del camino, y desde luego, ni el Tato quiere recordar el momento. Destruction, menos.
Junto a Sodom y Kreator, la bandaza creadora de himnos como "Mad Butcher" o "Reject Emotions", siempre, o casi siempre, ha enarbolado, y bien alta, la bandera del más crudo Thrash Metal, y en pleno 2005, momento de lujo para las bandas thrashers que volvían a ganar terreno frente a audiencias cada vez más jóvenes (además de tener, de antemano, a la parroquia de siempre en primerísima fila) no se iba a tirar por nuevos derroteros. Para nada. Destruction tocan Thrash. Su material, desde el 2000, suena más que similar. ¿Y qué? ¿No te gusta? Pues no mires. La cosa es así. Destruction son como AC/DC, Motörhead, Manowar o Venom. Si los cambias, si añades algo nuevo, los matas. No soy muy seguidor de bandas que no se esmeran en seguir madurando musicalmente (aunque las que he citado me vuelven loco, jejejeje) pero con Destruction es otro cantar. No los quiero diferentes. Los acepto, tal y como son. Total, siempre me acaban entrando sus temitas, por muy "hermanitos" que les hayan salido todos.
Avisado quedas, colega. Destruction no te van a cambiar la vida. Pero si en su momento te la cambiaron, la nueva carne te seguirá molando. Los tios siguen sabiendo cocinar. De eso no hay ni puta duda. Créeme. "Inventor of Evil" juega las cartas que una vez les hizo ganar la partida de su vida: riffeo total, mucha mala baba y Thrash por la vena. Hasta salirte por los ojos...y el culo.
La portada del trabajo del 2005 me encanta. Es todo un homenaje a la del maravilloso EP "Mad Butcher", pero muy bien parida y directa. Menudo diseño. Destruction saben como llamar la atención. Ya sea con sus molonas (y manidas, lo sé) composiciones o por como se te quedan grabadas, a fuego, mucha de las ilustraciones de sus trabajos. Presentación: notable. Veremos a ver qué nos depara "el inventor de la maldad"...
"Soul Collector" y "The Defiance Will Remain" van rápidas y directas a por tí, con muy poca vergüenza y mucha sed de sangre. La cosa sigue igual en el feudo Destruction: riffs, riffs, y más riffs, tocados con maestría y chulería y mucho desgarro vocal, amén del trabajo de Marc Reign, que dota al trio de un poder seminal. Tenemos el cuerpo lleno de cortes. Jodida voz de "Schmier", lo deja todo en carne viva.
Llega el momento de oro del trabajo, y una vacilada importante de cojones: "The Alliance of Hellhoundz". Imagina un tema de Destruction, realmente acojonante y bien tocado (una de sus mejores composiciones, almenos de la nueva era) cantado por varias de las mejores, y más variopintas, gargantas de la escena europea. En cuestión de cuatro o cinco minutos, asistimos, atónitos, a un pase de modelos de órdago: Paul Di'Anno (ex-Iron Maiden), Biff Byford (Saxon), Shagrath (Dimmu Borgir), Messiah Marcolin (Candlemass), "Peavy" Wagner (Rage), Speed (Soilwork), Peter Tägtren (Hypocrisy), Mark Osegueda (Death Angel) o Doro Pesch, la gran diva del Heavy Metal, y con "Schmier" de maestro de ceremonias. Alucinante es dejarse llevar por el tema, por la fuerza que destila y por el mensaje, más "True" que dos discos de Manowar juntos. Se nota que Destruction ya no solo apuntan a la parroquia thrasher. Destruction también quieren hacer fans entre la comuna "Heavy". Bien por ellos. Destruction abriéndose camino. Blasfemia para algunos. Un temazo de cojones.
"No Man's Land", "The Calm Before The Storm", "The Chosen Ones", "Dealer of Hostility", "Under Surveillance", "Seeds of Hate" y "Twist of Fate", como era previsible, no se esmeran por sonar diferentes a lo habitual. Mucho cuerpo en las canciones, muchas ganas de gustar y una agresividad total y chirriante. O lo tomas o lo dejas. Hay que reconocer que hay "exceso de equipaje" en el trabajo y mucho track no es más que relleno molón (y olvidable en cuestión de dias, o horas). 12 temas son demasiado para acabar sonando parecido en cada surco del disco. Ocho temitas y la cosa no parecería tan densa. A mi me encanta el disco, pero reconozco que no es el ideal para empezar a hacerse idea de la razón por la que la banda tiene un aura tan legendaria. Buen material. Sin más.
"Killing Machine" retoma el sonidote de "The Antichrist" y la misma naturaleza del discazo del 2001, y levanta el vuelo en un momento en el que se nos estaba cerrando un ojo. El inicio del disco funciona perfectamente. La parte media se hace demasiado densa y el final vuelve a tener su empaque y su buena disciplina "Destructionera". Mola.
"Memories of Nothingness", instrumental acústica y misteriosilla, de un minutejo de vida, cierra la apuesta de Destruction del 2005 con tantos huevos como siempre, con el mismo sabor a polvo, sangre y azufre, pero sin sorprender.
3 cuernos (medios-bajos) para un disco con cierta garra, pero que aún no es digno de un pasado glorioso. Ideal para el fan a muerte. Para pocos más.
Marcel "Schmier" - Voz y bajo
Mike Sifringer - Guitarra
Marc Reign - Batería
Músicos invitados (como voces en track 3):
Paul Di'Anno, Doro, Biff Byford, "Peavy" Wagner, Shagrath, Speed, Messiah Marcolin, Mark Osegueda y Peter Tägtgren