Def Leppard - Mirrorball (Live & More)

“Mirrorball” fue el título que escogieron Pearl Jam y Neil Young en el álbum que el canadiense editó en 1995 junto a los chicos de Seattle. Estamos en 2011 y Def Leppard, el quinteto británico situado en las antípodas del Grunge, ponen a disposición de los fans un completo pack con el mismo nombre, que incluye un doble Cd en vivo, un Dvd con un documental del tour de su último disco de estudio, y tres temas completamente nuevos.

La edición Deluxe de “Pyromania” incluyó en 2009 un segundo Cd con un concierto apoteósico grabado en el Forum de Los Ángeles en 1983, con la banda en plenitud de facultades, pero este “Mirrorball” puede considerarse su primer directo oficial en más de treinta años de carrera.

Joe Elliot, Phil Collen, los dos Rick –Allen y Savage-, y el ex – Dio Vivian Campbell han tirado la casa por la ventana y se han esforzado en entregar un producto completo, reflejo del momento actual de la banda, con una presentación muy cuidada, sonido perfecto, y una selección de canciones que evidencia lo claro que tienen cuáles fueron sus mejores álbumes.

No me voy a declarar ahora seguidor acérrimo del Leopardo de Sheffield, perdí el interés por el grupo poco después de la edición de “Hysteria”, histórico e inolvidable disco al que siguió un “Adrenalize” que ya no me enganchó ni creo que lo vaya a hacer nunca.

Sus discos más atípicos en cambio, el de rarezas del 93, y el de versiones de grupos de glam rock británico que publicaron en 2006, fueron estupendos, y en 2008 sorprendieron con “Songs from the Sparkle Lounge”, 39 minutos de rock directo lleno de frescura y potencia.

“Mirrorball” pertenece al tour de presentación de dicho Cd, y no me va a ayudar a interesarme por los años más oscuros de la banda, ni por discos ignorados por el público rockero en general como “X”, “Slang” o “Euphoria”, ya que no han incluido ni un solo tema de esos trabajos.

Tenemos en cambio tres del “Sparkle…”, que son “C´mon C´mon”, “Bad Actress” y “Nine Lives”, un tema de “Yeah!” firmado por David Essex llamado “Rock on” que queda un poco soso (floja elección, caballeros, que en ese disco hay covers de Thin Lizzy, Brian Ferry, Bowie, Marc Bolan o The Faces), dos de “Adrenalize”: “Let´s Get Rocked” y “Make Love Like a Man” (si Joe, todo lo que me dejan), y la buenísima y supertrallera “Action”, del “Retro Active”.

Cuando se ponen acústicos no me terminan de convencer, en “Two Steps Behind” y la primera parte de “Bringin´ on the Heartbreak” parece como si les faltara sangre en las venas. Todo lo contrario que en la toma de esa vieja y espléndida “Switch 625”, del “High ´n´Dry”, recordándonos una vez más cuáles fueron los mejores años del Hard Rock y el Heavy Metal.

Claro que el interés de verdad reside en escuchar los hits de sus Lps tercero y cuarto. No hay más que oír la ovación del público –entusiasta, participativo y colocado casi al nivel de los músicos en las mezclas, acentuando la sensación de gran show en vivo-, al comienzo de “Animal”, o a lo largo de la power ballad “Hysteria”, para entender lo grandes que fueron Def Leppard.

“Rock! Rock! (Till you Drop)”, “Foolin´”, “Photograph”, “Rock of Ages”…no suenan como en el tour de “Pyromania”, ya no tienen aquel nervio, aquella urgencia, pero son tan buenas que no puedes evitar dar al play de nuevo cuando terminan. En las archifamosas “Love Bites”, con alargado punteo de guitarra, y “Pour Some Sugar on Me” se lucen, y en otros temas con pasajes más complicados, o de más difícil reproducción al directo como “Rocket” o “Armageddon It” –eso es un estribillo, eso son coros, señores-, lo bordan.

En el Dvd que completa el pack tenemos tomas en directo de varios de estos temas en el último tour, y un par de video clips.

Los tres temas inéditos, por desgracia, son más bien flojos. “It´s all About Believin´” tal vez sea el mejor, con una envolvente línea de guitarra en la intro, “Kings of the World” suena a Queen por los cuatro costados con una pizca de los Aerosmith pastelones, y “Undefeated” es muy mediocre.

Para disfrutar de los Leppard en vivo prefiero quedarme con el directo de Los Angeles del 83, donde incluían trallazos como “Billie´s Got a Gun” o “Wasted” tocados a sangre y fuego por Phil Collen y el desaparecido Steve Clark, pero “Mirrorball” tiene su interés pues refleja el estado actual de una banda a la que demasiadas veces se ha tachado de mainstream, cuando en realidad han ido siempre por libre, y sin dejar de transitar el sendero de la calidad.