Dark Tranquillity - Damage Done

Enviado por Cuericaeno el Vie, 25/07/2008 - 02:32
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1. Final Resistance
2. Hours Passed In Exile
3. Monochromatic Stains
4. Single Part Of Two
5. The Treason Wall
6. Format C: For Cortex
7. Damage Done
8. Cathode Ray Sunshine
9. The Enemy
10. I, Deception
11. White Noise/Black Silence
12. Ex Nihilo [Instrumental]

Los suecos atacaron con su sexto álbum para seguir defendiendo su sonido, muy significativo por su fina ornamentación del riff, exquisitando a ese género llamado ‘sonido Gothenburg’ con el que creó escuela fértil la banda At The Gates en los albores de los ’90.

Este álbum se caracteriza por su sinfín de melodías y solos, todo ello introducido en un marco estructural muy progresivo en su mayoría, salvaguardado por la etérea electrónica de los teclados. A mi gusto y percepción, este Damage Done hizo ser por un momento a Dark Tranquillity como los Iron Maiden del Death Melódico, con una asombrosa inventiva en las seis cuerdas y un halo de neoclasicismo ochentero que compenetra perfectamente con los ritmos Death y progresivos que se intercalan en sus canciones.

Un rumor de guitarras emerge desde el silencio para traernos el primer corte, Final Resistance, un tema con un agitado verso movido por el clásico ritmo ‘tuka’ del Black Metal para pasar a un ritmo más generoso en el estribillo, llenado por el doble bombo. Un buen comienzo.

Pero la cosa mejora aún más con el segundo tema, Hours Passed In Exile, una canción 100 % Dark Tranquillity que hace alarde de una gran precisión, con parones en seco y súbitas retomadas de una sincronización y solidez pasmosas. El tema nos adentra en una estructura general muy intrincada, formando un complejo esqueleto rítmico fibrado por enmudecidas cuerdas, que intercalan sutiles notas bajo la gruesa base de los bordones, técnica que aunque antigua, por su forma tan personal de expresarla la ha hecho suya la banda, muy asidua en sus últimos álbumes (incluido éste), su sello de la casa.

El single del disco llega, Monochromatic Stains es un tema muy efectivo, directo, con un estribillo demoledor a la vez que sentimental, donde la voz de Mikael Stanne, pese a renunciar a las limpias tesituras con las que contó en Projector, no deja de ponernos los vellos de punta desde lo gutural en este estribillo, que es como una pasional invocación que conmueve desde la tralla. Muy importante presencia de los teclados de Martin.

Single Part Of Two es un seductor corte donde la densa simetría de las guitarras de Sundin y Henriksson te arrastran en su sólido oleaje a ese inicial ”Come with me…” de Mikael, que nos recita desde el fuego cruzado para dejar llegar cortos puentes melódicos y sosegados, volviendo a retomar la banda al verso.

Machacón entra sin miramientos The Treason Wall, trayendo a cuestas una melodía llena de vida, sucediéndose otras más al legendario estilo Maiden. Bucólico empieza después Format C: For Cortex, un tema de muchos cambios muy bien ensamblados, hasta que llegamos al tema-título, con pasajes de teclado rastrillados por entrecortados riffs, que cambian a partes más oscuras y a convulsas melodías. A veces queda sólo el bajo con la única compañía de las teclas de Brändström, ganando en atmósferas. Un tema repleto de cambios también.

La enérgica Cathode Ray Sunshine, con esa épica melodía inicial (una de las mejores) brutalmente empujada por los pedales de Anders, y ese fabuloso estribillo en el que los teclados de Martin llevan una dinámica cantinela que poco después es imitada por las guitarras, para luego volver a la melodía de antes. Bella parte instrumental, muy atmosférica.

Un arpegio llega sobre un fondo de teclado, The Enemy rompe en clave de adagio a doble bombo bendecido por cálidas salpicaduras de teclas. Después, en I, Deception, la batería no para de inventar ritmos y matices uno tras otro, llevándonos ella y la música a terrenos insospechados. Un tema que va sufriendo una continua metamorfosis, en una constante progresión, encontrándonos en el viaje vivaces melodías que cambian a riffs en una canción siempre insatisfecha con su propia naturaleza. El resultado es una demencial travesía muy bien orquestada, de gran personalidad.

Tras el tétrico y severo White Noise/Black Silence, el disco se despide con el instrumental Ex Nihilo, un tema muy ambiental, mucho teclado bajo tímidas guitarras.

Siempre es un placer para mí saborear este disco, es una delicatessen para todo amante del Metal elaborado, para todo fanático del virtuosismo y la técnica. Y es que Suecia siempre trajo cosas buenas para la música…

Mikael Stanne – Voz
Niklas Sundin – Guitarra
Martin Henriksson – Guitarra
Martin Brändström – Teclado
Michael Nicklasson – Bajo
Anders Jivarp – Batería

Sello
Century Media