
1. Ars música (Intro)
2. The first lance of Spain
3. It is my way
4. The road again
5. Together as ever
6. The City of peace
7. Gara and Jonay
8. Living in a nightmare
9. El último rey
10. St. James way
11. Spanish Suite (Asturias)
12. The road again (versión acústica)
13. Living in a nightmare (version orquestal)
Debo reconocer mi total predisposición a disfrutar del disco que ahora nos ocupa; que le vamos a hacer, me gustan Dark Moor, y me gusta la evolución de la que han hecho gala en su música en todos estos años. Desde su primer disco, “Shadowland” allá por el año 1999 con Elisa C. al micro y practicando un power metal genuino, un poco avinagrado, pero con mucha calidad, hasta este “Ars música” donde poco, por no decir nada de power queda y sí mucho de sinfonismo y melodía.
Aunque “Ars Música” no llega, desde mi punto de vista, a la magnanimidad de su anterior “Ancestral romance”, no deja de ser un disco enorme en el que, una vez más, Enrik García nos muestra su absoluta maestría a las seis cuerdas, Alfred Romero se sigue destapando como un excelso cantante de rock, y la base de Cappa y García es el anillo al dedo de la banda. Insisto, formidable cada uno en lo suyo. Si además resulta que la banda cuenta con Francisco García como letrista y poeta capaz de contarnos, por ejemplo, la historia de Diego de León en el primer tema del disco, “The first lance of Spain” (ya se que el primero es la intro, una intro orquestada, o más bien, una orquesta en plena vorágine interpretativa), y que la producción ha corrido a cargo de Luigi Stafanini, pues tenemos los condimentos para abrazar uno de los mejores discos en lo que llevamos de año.
Como os decía, tras una monumental “Intro”, nos encontramos con “The first lance of Spain”, tema rápido y contundente en el que participa, además, la soprano Berenice Musa, cantante de Tears of Martyr, como ya lo hizo en “Ancestral romance”, todo ello debidamente orquestado como es costumbre en los madrileños y con un estribillo que romperá gargantas en los conciertos. A continuación “It is my way” nos pone un punto más melódico, si cabe, medio tiempo a caballo entre canción de musical y ópera rock, aunque le falta un ápice de fuerza, la labor de Alfred es inconmensurable.
El primer single del disco, con su correspondiente video es “The road again”, la cual, desde la primera escucha se te queda en la cabeza; inicio rápido e impactante, que pronto se deja acariciar por las melodías, y culmina con un estribillo tan atrapante como el de “Together as ever”, en el que de nuevo interviene Berenice, haciendo que la primera palabra que se te venga a la cabeza sea elegancia, que bonito, que elegante es todo en este disco, y ojo al solo final que se marca Mariano García con su bajo al final de la canción, memorable.
“The city of peace” es más cañera que sus antecesoras; nos habla de la bella ciudad española de Toledo, donde durante siglos convivieron en total armonía cristianos, judíos y musulmanes y en la que tal vez Alfred sube un poco el tono en el estribillo y en el que destaca el solo de Enrik.
Para “Gara y Jonay” la banda nos traslada a la isla de La Gomera y nos cuenta la historia de dos amantes, algo así como “Romeo y Julieta”, pero autóctono de las islas afortunadas, el tema es un baladón en el que destaca, como en todo el disco, la voz de Alfred, pero al que, tal vez le falta un pelín de pellizco; personalmente me gustó mucho más “Music in my soul” del “Ancestral Romance”, aunque no es, ni mucho menos, un mal tema.
“Living in a nightmare” es lo más heavy que quizá hayan hecho antes Dark Moor; a ritmo del doble bombo de Cappa, una torrente de guitarrazos se desata tras una cortina de arreglos orquestales bestiales, con Alfred impostando una voz tétrica que da más empaque al tema; una auténtica gozada. Como gozada lo es “El último rey”, la historia del Rey Boabdil, aquel que “lloró como una mujer lo que no supo defender como un hombre”, y que no fue otra cosa que la increíble Granada (que bien me lo pasé, joder, aunque eso es otro tema, jeje). Tema de película, sublime, las orquestaciones preciosas, todo en su sitio, hasta ese toque árabe, absolutamente necesario dada la temática y la bella ciudad. Alfred canta como nunca, las palmas acompañando al bajo al final del tema pone la piel de gallina.
Al ritmo de algún tipo de flauta que no logro identificar comienza “Saint James way”, referencias al Camino de Santiago entre melodías y cómodos estribillos en un tema cien por cien Dark Moor y que enlaza con otra de esas maravillas a las que nos tienen acostumbrados la banda. Adaptación de “Asturias”, del maestro Albéniz, “Spanish Suite (Asturias)”. Debo ser raro, pero cada día me creo más aquello que decían los Barón acerca de Beethoven y de que “si viviera hoy tocaría un rock”, y es que la música clásica y el metal empastan tan bien… suena tan grande esa mezcolanza…
Finaliza el disco con una versión acústica de “The road again” en la que Alfred canta, ufff…. y una orquestada de “Living in a nightmare”.
No es “Ancestral Romance” pero se le acerca, y aún así es maravilloso; disco elegante, músicos sublimes, hasta la portada es bestial. Dark Moor han vuelto a conseguir que me emocione escuchando uno de sus discos.
Alfred Romero: Voz
Enrik García: Guitarra
Mario García: Bajo
Roberto Cappa: Batería