Concierto Cannibal Corpse - Revocation - Aeon. Sala Razmatazz (Barcelona 24/10/2014)

Enviado por Betrayer el Mar, 28/10/2014 - 23:04
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Pasado, presente y futuro del Death Metal, se daban cita en Barcelona para regocijo de todos los que llevamos años empapados en las apestosas ciénagas del Death Metal y no tenemos ganas de que estas se acaben secando. Se conjugaba un cartel jugoso y equilibrado, por un lado teníamos a los actuales reyes del Death Metal Cannibal Corpse comandando el evento, bien secundados por los prometedores Revocation, practicantes de un Death/Thrash muy técnico, y los suecos Aeon, ferreos seguidores de la doctrina implantada por Deicide y los propios Cannibal Corpse a principios de los noventa.

Ellos precisamente fueron quienes abrieron la velada, con una sala que en ese momento llenaba tan solo un cuarto de su capacidad. Pero eso no fue impedimento alguno para que Aeon salieran a por todas desde el inicio. Algo estáticos en su escenografía, el que mejor se defendió fue sin duda su vocalista Tommy Dahlström, que conectó rápido con el público gracias a su buen hacer. Pese a contar con un sonido bastante decente, hay que remarcar un grave error que ensombreció un tanto al resto de componentes, y fue sin duda el excesivo volumen de la caja del batería Emil Wiksten. Pese a todo, los suecos salieron airosos del entuerto y dejaron al personal, que al final de su show ya ocupaba más de media sala, calentito para recibir al primer plato fuerte de la noche.

Pese a su juventud, los de Boston van ganando adeptos a cada día que pasa, y ello quedó presente nada más arrancar el show con la viperina “The Hive”, que puso el mosh en movimiento al instante. Los zarpazos se iban sucediendo y el público disfrutó de una forma equitativa de temas tan cañeros como la mencionada “The Hive” o la cachonda “Invidious”, junto a otros de gran complejidad como “Deathless” o “Madness Opus”.

Todos los miembros se mostraron activos y con actitud, en especial el bajista Brett Bamberger que no paró quieto ni un segundo. Aunque el epicentro de casi todas las miradas fue el cantante/guitarrista David Davidson que nos obsequió con un Jekyll and Hyde en toda regla, pasando de unas pintas de modesto “gafapastas” cuando se ocupaba la puesta a punto de sus instrumentos antes de saltar al escenario, a una auténtica bestia parda con cara de sociópata cuando arranco el show. La única tara para Revocation fue que el sonido no fuera todo lo nítido que precisa una propuesta tan técnica como la suya, y algunos detalles, sobretodo en las guitarras, no pudieron disfrutarse todo lo que debieran. Aun así la banda dejó un muy buen sabor de boca, y seguro que esta gira les va a ayudar a seguir creciendo.

Y como no, llegamos a la razón que arrastró a un buen puñado de metalheads a ocupar tres cuartos de sala Razmatazz 2 (que no está nada mal), de nombre Cannibal Corpse. Los de Búfalo nunca fueron los más rápidos, ni los más técnicos, ni los mejores a nivel compositivo, pero a base de esfuerzo y tesón han labrado una exitosa carrera, y a día de hoy son uno de los principales bastiones del Death Metal, no solo en estudio si no tal y como demostraron en Barcelona, también en directo.

La banda salió a “tumba abierta” con los tres primeros temas de “The Bleeding”, dato que no deja de extrañar si tenemos en cuenta que venían a presentar su último disco. Y fue después de esta triada cuando nos obsequiaron con otra tripleta, esta vez sí de su flamante “A Skeletal Domain”. “Kill or Become”, “Sadistic Embodiment” e “Icepick Lobotomy” fueron las elegidas, y las tres fueron muy bien recibidas por el respetable, que aunque andaba ya bien calentito y no dejaba respiro en el mosh, todavía no alcanzaba el punto de ebullición.

Y dicho instante vino a partir del punto de inflexión que supuso la machacona “Scourage of Iron”, ese corte tan “morbidangelesco” donde todos los metalheads de largas melenas allí presentes, pudieron disfrutar de lo lindo removiendo su cabellera a diestro y siniestro. Y que mejor para sacar al personal del hipnótico letargo, que atacar con la trallera “Demented Agresion”, que desató la violencia absoluta en el mosh.

A partir de ahí fue un no parar, los caníbales siguieron pateando culos repasando su discografía aunque esta vez ya no lo hicieron de una forma ordenada, saltando alegremente de un “Addicted to Vaginal Skin”, a un “Make Them Suffer” sin despeinarse. La maquinaria gore estaba perfectamente engrasada, no en vano estos tíos llevan ya un montón de años juntos, y su capacidad para arrollar a su paso está fuera de toda duda. “Corpsegrinder” Fisher demostró una vez más que Webster dio totalmente en el clavo el día en que decidió ficharlo en substitución de Chris Barnes. El gigantón se mostró implacable, activando su “ventilador humano” desde el primer tema (este tío debe tener cervicales de titanio), mostrándose comunicativo y cachondo con el público, y lo más importante, derrochando un vozarrón que resucitaba a los muertos.

La banda iba tan encendida que ni tan solo necesitó unos bises al uso, y solo bastaron unas palabras de Fisher diciendo que se acercaba el último corte (incitando al público a pedir otro más), para que acto y seguido nos dilapidaran con el corte estrella de la noche, como no, hablamos de “Hammer Smashed Face”. Y que os parece si os digo que dicho corte hizo que se moviera absolutamente toda la sala de arriba abajo, incluso en la parte trasera la gente organizó improvisados “mini moshpits”. Cierre con “Devoured by Vermin” por si había alguien que todavía no había tenido suficiente y fin de la historia.

Antes os he hablado del buen hacer de Fisher, pero no puedo cerrar esta crónica sin mencionar el enorme trabajo del resto de músicos. Su interpretación fue ENORME repito. Mazurkiewicz, pese a estar ya cerca de los cincuenta tacos, sigue golpeando la batería con una precisión y energía brutales. Los dos hachas Pat O’Brien y Rob Barrett se mostraron implacables, algo estáticos puede que sí, pero su sobriedad y buen hacer le vienen de cojones al quinteto. Y qué decir del maestro Webster, el Steve Harris del Death Metal. Jefazo absoluto que sin necesidad de mirar a la cara al respetable, lo tiene ganado de todas formas.

Un show redondo, una actuación magistral y muy profesional de esta leyenda viva del Death Metal que son Cannibal Corpse. Un servidor reconoce que desde que se adentró en las apestosas aguas del Death Metal allá por el 91, se decantó más por algunos de sus compañeros de batalla, Death, Morbid Angel, Suffocation y Obituary, pues siempre los consideré un escalón por encima de los de Búfalo. Pero rectificar es de sabios, y después de disfrutar de este brutal espectáculo de vísceras y sangre, posiblemente a partir de ahora los aúpe al trono que la pasada tarde-noche demostraron que merecen.

Nota:
Cannibal Corpse: 10/10
Revocation: 8/10
Aeon: 7/10

CANNIBAL CORPSE
REVOCATION
AEON

Sello
Metal Blade Records