
1. Intro
2. Cursed, Scarred and Forever Possessed
3. Sign of the Zodiac
4. Truth Is Truth, Beyond the God
5. All Praise to Thee
6. Gospel of Hate
7. The Demon of Old
El otro día comentábamos que los dos lanzamientos que probablemente llevaron el movimiento del Nidrosian Black Metal a ser una corriente fuerte y legítima dentro de la ya por aquel entonces sobrealimentada escena del metal negro, fueron Spheres Like Death de Mare (2010, Terratur Possessions) y Cursed, Scarred and Forever Possessed de Celestial Bloodshed (2008, Debemur Morti). Estas serían las piedras angulares que afianzarían la nueva juventud del género en Noruega. Por supuesto, antes que estos lanzamientos hubieron demos tanto de estas dos bandas como de otros proyectos emparentados como Kaosritual, Black Majesty, Grenjar o Norske Synder. Sea dicho de paso que a buena parte de esta gente no la conoce a día de hoy ni su puta madre.
Pues bien: hoy trataremos sobre Celestial Bloodshed y su opera prima; con toda seguridad el lanzamiento más importante en la primera década de los dosmiles de este movimiento y tranquilamente de toda su totalidad. “¿Y por qué?” te preguntarás, si eres de los despistados, bandido. Pues… porque es, el primero y mejor álbum de aquella hornada. Así de simple. Y no te voy a marear con gilipolleces: A mí que alguien llegue de primero me tira de un huevo si la cosa no tiene sustancia o consistencia… y menos cuando se trata de un movimiento que ya fue perfeccionado más de una década al pasado. Si destaco y subrayo al Cursed, Scarred and Forever Possessed por sobre el resto de lanzamientos del movimiento nidrosiano, es porque es algo tremendamente inspirado, honesto y fiel a lo que el Black Metal debería de ser. Tan sencillo como eso.
Y… para que incluso el desubicado se pueda dar cuenta de la bomba de relojería que estamos manejando, vale la pena comentar (con perspectiva actual) que tras esta banda y lanzamiento están Luctus (Behexen, Fides Inversa, Beyond Man, One Tail, One Head, Darvaza, Ritual Death…) y Seingrim Torson (Kaosritual, One Tail, One Head, Kaosritual, Grenjar…). Claramente de los músicos más importantes del movimiento y de la escena en general. Por otra parte, habría que añadir un apunte al hecho de que Steingrim (aka. Mehimoloth) falleció a los veinticinco años a causa de un disparo de escopeta a manos de un amigo. Detalle en el que quizá profundicemos en otra ocasión, pero no cabe duda que supone un paralelismo con otras corrientes o escenas dentro del Black Metal (Quorthon, Dead, Euronymous, Nodtveidt…) en las que una de las figuras clave termina muriendo con mucha vida y posibilidades todavía por delante. La carrera de Mehimoloth terminó una noche a mediados de 2009 para entrar en los altares de las leyendas del género… pero a partir de ahí sería Wraath o Luctus quien tomaría el testigo, incluso influenciándose en el modo de cantar de su difunto amigo y compañero.
Musicalmente, Celestial Bloodshed beben mucho de los Mayhem del Mysteriis Dom Sathanas, al igual que Mare y otros miembros de la escena, con lo que guardan cierto parecido con estos. Pero la cosa no queda en un simple rip-off, lo de los Celestial Bloodshed va más allá de eso. No hay más que escuchar Intro / Cursed, Scarred And Forever Possessed (los diez primeros minutos de álbum) para darse cuenta de la autenticidad que se estilaba en esta banda. Mucho poso atormentado, incluso triste… pero para nada orientado al BM depresivo… Celestial Bloodshed hablan sobre la oscuridad, la muerte, el odio, la blasfemia, la locura, el dolor y la adoración (la del camino de la mano izquierda). Y por ahí van los tiros.
Luego vienen otros himnos como Sign Of The Zodiac que es muy DMDS de los de Euronymous, escalofriante esa parte en la que Steingrim escupe el verso “I revel in the longing for your funeral”, muy bien interpretada. All Praise To Thee, que es de lo más fantasmagórico que jamás escribieron Celestial Bloodshed… o la final Demon Of Old que cierra el álbum de manera intensa, enfermiza, inquietante…
Insisto que mucho Mayhem se puede percibir por aquí. Es más: podría decirse que se escucha (e incluso se huele) en su mejor versión. Con un acertado trabajo de producción a cargo de la propia banda y H. Dalen en los Brygga studios. El trabajo de master lo llevó a cabo el mítico Necromorbus, pero ojo: que esto no suena en absoluto a un disco de Orthodox Black Metal al uso; aquí se siente la suciedad, la cacharrería y el polvo que debería tener todo álbum de Black Metal Noruego. Una pasada el sonido, lo cual incluye el equilibrio entre instrumentos y voces, los ruidos chirriantes que se van escuchando aquí y allá… el cuerpo que toma todo como conjunto, vamos.
Cuatro cuernos enormes. Un 8,75-9.
Luctus: guitarras y bajo.
Tiller: batería.
Steingrim Torson: voz.
Músico de Estudio:
Sarath : voces adicionales en track 7.