
1. Sunrise (Come My Way)
2. Freedom
3. Till My Death
4. The Prophet
5. Pound of Flesh
6. Shylock
No todo el heavy de comienzos de los setenta procede de Bretaña, ni siquiera del hemisferio Norte del planeta. Un ejemplo que elimina este errado credo es la banda australiana Buffalo, procedentes de Sydney para ser más exactos. Tal vez no sonaran tan pesados como Judas o tan malévolos como Black Sabbath pero su esencia heavy no deja de ser incuestionable a pesar de todo.
Estamos en Australia, como ya venía diciendo. En 1973... y nos estamos enfrentando cara a cara con el Volcanic Rock, el segundo ataque de Buffalo. De este disco se pueden decir muchas cosas... una de ellas es que su portada fue fuertemente criticada como machista por la imagen de un hombre sujetando una roca (con forma bastante fálica) en lo alto de un volcán a punto de entrar en erupción. Otra cosa, más estrictamente musical es que este Volcanic Rock se basa en un brillante mestizaje entre blues rock, hard rock y proto-heavy pura sangre. El resultado final es una descarga bastante pesada para la época, con una musicalidad que evoca a los extensos y cálidos desiertos australianos, al menos ese el el efecto que provoca en mí.
El feeling en este trabajo es claramente palpable y realmente todos los tracks gozan de personalidad propia y un sonido bien característico y distintivo, y es que Buffalo saben componer buenos riffs y puntear con clase como buenos bluesmans que son ¡faltaría más! Puede que la producción sea un poco seca, que no esté del todo pulida... es cierto aunque no le viene mal ese sonido imperfecto para agregar un poco de aspereza a las pulsaciones de la batería y a las vibraciones de guitarra y bajo. Si ya la voz de Dave Tice es rasgada de por sí... haceos una idea de cómo ha de sonar con un trabajo de grabación así ¡Rico, rico oigan! y si no me creen aplíquense al cuento, que solo son unos tristes treinta y siete minutejos y cualquier track bien sirve para probar la valía de estos tíos. Si nos ponemos quisquillosos tenemos dos ediciones distintas que nos traen material extra (diferente también aunque a juicio personal no muy interesante). Hoy nos centraremos en las canciones específicas de este Volcanic Rock, que serán solo seis pero ojo con ellas porque valen más de lo que alguno de ustedes se esperaría.
Para abrir boca, no hay nada como unas guitarras contundentes que llamen la atención desde el segundo uno, ahí es donde entra Sunrise (Come My Way), cancioncilla heavy muy Sabbath pero más animada, al estilo Paranoid e Iron Man pero más corera que la primera y (tal vez) más elaborada. Clásico para según quién lo escuche y el valor que le de a un tema de heavy metal australiano del 73. Cambiando radicalmente de esencia, Freedom nos envuelve con una psicodélica cortina de bajo y batería, hipnótica y monótona, la cual da paso al gran punteo de Baxter, ¡qué clase, caballeros! Así se hace un tema setentero. Dave Tide entra después, desgañitándose a conciencia y poniendo toda la carne en el asador. Muy pero que muy buen tema. Tiene un leve deje stoner además, sobre todo en su actitud, ahí bien agazapado entre tanta escala de blues y psicodelia. Nueve minutos de los mejor invertidos del día.
Till My Death es tal vez la canción más cercana a ser "normal" de este Volcanic Rock, aunque no carece de pesadez riffera y unas melodías bastante pegadizas, las cuales Dave y Baxter no dudan en ejecutar al unísono en el comienzo. Tal vez resulte un tímido descenso de calidad aunque me sigue gustando más que buena parte del material del Sabbath Bloody Sabbath (del mismo año, y perdonen la blasfemia ya de paso). The Prophet toma carices más cercanos al hard & blues, inspirando una larga travesía por terrenos desérticos bajo un sol abrasador. De primeras no sorprende mucho pero es cuando llega el lead de John Baxter cuando la canción toma auténtica grandeza, allá por el minuto tres. A partir de ahí yo diría que The Prophet desarrolla unas melodías y estructuras mucho más adictivas.
Para el final, caballeros... nos batimos con dos tracks que se complementan el uno al otro: Pound of Flesh y Shylock, diez putos minutos en total de delirante locura rock-hevocha. Pound of Flesh ofrece una melodía base de bajo, acompañada de la percusión de Jimmy Economou, para así dejar vía libre a Baxter para sus desvaríos guitarreros. Varios minutos se dan en esta tesitura, y tranquilamente puedo decir que no sobra una jodida fracción de este mágico momento. Además... Shylock no sería lo mismo si no viniera tras esta mastodóntica pieza instrumental ¿Queriais metal? ¡Pues tomad metal, cerdas! Impresionante es la forma en la que Buffalo oscurecen la tónica del álbum con este segundo homenaje a "El Mercader de Venecia" de Shakespeare. Y es que ya lo saben ustedes ¿qué hay más duro que reclamar una porción de carne de otro ser humano?
"Una libra de carne. Una libra de carne, Ni más ni menos. Sin cartílago, sin hueso, únicamente carne".
Me gustan especialmente los estribillos de este corte en los que Dave suelta unos tremendos "¡Oh, Shylock! ¡Oh, Shylock!" y agrava la voz ferozmente: "Pay me now... Pay me now..." Tal vez la mejor pieza de todo el Volcanic Rock e incluso de la obra de Buffalo.
Con razón estos señores llegaron a ser en ese mismo año los teloneros en Australia para Black Sabbath, y es totalmente merecido que Buffalo tocaran inmediatamente antes que los más grandes. Era lo más justo después de despacharse el excelente trabajo que ustedes ahora mismo (espero) están escuchando. Seis añitos que duraría la carrera de Buffalo como tal... con sus cinco LPs y posteriores recopilatorios de marras... del 71 al 77.
Hoy día existe una especie de versión de la banda liderada por Dave Tice que se hace llamar "Buffalo Revisited" con la que tocan viejos temas de la banda y dan conciertos, y esto se da... desde 2013 curiosamente. Definitivamente el rock/metal añejo y uderground está volviendo a resurgir, y en mi opinión no podría hacerlo en mejor momento pues es cuando más se lo necesita. A algunos les parecerá un festival de carcamales idos de la olla pero a mí personalmente me parece una impresionante muestra de actitud, amor a la música y no menos nostalgia (que nunca viene mal, vaya).
Regresando a este Volcanic Rock... lo siento mucho por los puristas que creen que solo existen discos setenteros de heavy de auténtico culto bajo los sellos de Priest y Sabbath, pero a mis ojos este no va a ser menos. Ni de broma. Cinco cuernos para Buffalo, por lo que pudieron ser y no fueron. Un 9,25.
Un apunte extra: quiero hacer hincapié en el gran talento de todos y cada uno de los músicos que componen esta formación, todos ellos han llevado a cabo una labor encomiable a nivel compositivo en este Volcanic Rock, todos y cada uno de ellos... y además con sentimiento.
Dave Tice: voz.
Peter Wells: bajo.
John Baxter: guitarra.
Jimmy Economou: batería.