
1. Breadfan
2. Baby Please Don't Go
3. You Know I'll Always Love You
4. You're the Biggest Thing Since Powdered Milk
5. In the Grip of A Tyrefitter's Hand
6. Riding My Nightmare
7. Parents
Habitualmente, y en cierto modo es normal, solemos pensar en los míticos Black Sabbath cuando surge el interminable debate de quiénes fueron los padres, por así decirlo, de la escena Metal.
Como decía, seguramente tanto para expertos como para profanos, Black Sabbath ha sido siempre la respuesta típica y menos arriesgada, o por lo menos eso es lo que yo pensaba hace un tiempo. Solo hasta el momento, en que años atrás, descubrí a estos galeses, formados en Cardiff, allá por los días del '67. Efectivamente, cuando ni siquiera los dioses Led Zeppelin habían descargado su primer cartucho.
Después de cuatro años formativos, fue en 1971 (Black Sabbath ya llevaba su disco homónimo y el legendario 'Paranoid' a sus espaldas) cuando Budgie asomó su cara (o pico, mejor dicho) en el concierto Hard Rock/Proto-Heavy internacional, con su también homónimo primer trabajo 'Budgie' ya con MCA, sello que lanzaría todos sus discos clásicos (1971-75). Desde el principio, los periquitos monopolizarían la portada de todos sus Lp's. No en vano "budgie" es el diminutivo de budgerigar, periquito en inglés.
Al año siguiente, le seguiría 'Squawk', segundo trabajo de los de Cardiff que volvía a dejar a las claras a qué jugaba esta gente. Realmente, uno solo necesita apenas un par de minutos para advertir la similitud de los galeses con el sonido característico Black Sabbath, a saber, unas guitarras ultra heavys (quizás menos lentas y macabras que las de Iommi), una sección rítmica bajo/batería absolutamente pesada y demoledora, y una voz aguda y súper melódica como contrapunto. De hecho los registros de Osbourne y Burke Shelley, son bastante parecidos, si bien el del galés tiende más al blues otorgando a sus notas un tono más profundo.
1973, fue el año que definitivamente catapultó a Budgie al status de grupo de culto en el underground británico. Si bien es cierto que no dieron el gran salto al otro lado del Atlántico, como sí harían los Sabbath, alcanzando así el mega-estrellato incontestable en todo el planeta, los galeses se habían formado ya una reputación y una legión de fans en Las Islas, bastante más que considerable.
Fue ese mismo año, cuando Budgie y su aplastante 'Turn Your Back On A Friend' dejarían su legado para el resto de los tiempos.
Desde el corte que abre el plástico, 'Breadfan', hasta el último surco del disco, Budgie manifestaban su clara voluntad de escribir la música más atronadora jamás escrita. Evidentemente, echando la vista atrás y comparando en clave de presente su música nos parece de lo más ordinaria, pero el análisis correcto se obtiene contextualizando la obra en su tiempo, y hace 35 años esto era lo más heavy que te podías tirar a la cara, lógicamente obviando sus dos temas más tranquilitos, como la etérea 'You Know I'll Always Love You' y la pegadiza 'Riding My Nightmare'. Hasta el fin de sus días más gloriosos, Budgie siempre reservarían un hueco en sus discos para temas más calmados como estos, siempre cosechando resultados brillantes, que vagamente recuerdan a joyas como 'Planet Caravan' o la nunca valorada 'Solitude' del sobresaliente 'Master of Reality'; Mi disco favorito de los de Birmingham.
Como decía, 'Breadfan' es el corte que abre el fuego y si por si alguno de vosotros no lo sabía, este tema pertenece exclusivamente a Budgie y no a Metallica, que tristemente fueron los que hicieron célebre el tema en todo el mundo. Digo Tristemente, por el hecho de que no fueron los verdaderos autores de estos temas los que recibieron el calor de la prensa y el aplauso del público. Nada que reprochar a Hetfield & cia, pero no sería justo ignorar el hecho de que versionear a bandas como Budgie, Diamond Head, Savage, Sweet Savage, Holocaust o Blitzkrieg, ayudó mucho a MetallicA en sus primeros bolos allá por 1982-83.
'Breadfan' es un auténtico himno del Hard Rock/Heavy de los '70 y en él, se revelan las trazas más características del sonido Budgie clásico; El riffing súper afilado de Tony Bourge cortando en rodajas todo lo que se pone en su camino, las dinámicas percusiones del infravalorado Ray Phillips, y en el centro del tinglado Burke Shelley repartiendo a diestro y siniestro con su voz y su impenitente bajo machacante. Con todos los respetos para el maestro Geezer Butler, aquí yo sí me atrevo a afirmar que Budgie sobrepasa ligeramente a Sabbath.
'Baby Please Don't Go' estalla con el bajo galopante de Shelley y con las guitarras de Bourge liándola muy gordamente en la trastienda. Es cierto que Budgie bebe mucho de las bases de Black Sabbath, pero con un estilo muy propio e inefablemente devastador; Chequear el cambio de ritmo en (01:35) y no os digo ya nada en (04:22) donde el bajo de Shelley se lleva todo por delante.
El tercer tema 'You Know I'll Always Love You' muy en la línea de 'Planet Caravan' (como ya había comentado antes) nos da un respiro de dos minutos y nos transporta a un sitio al que solo la música es capaz de trasladarnos. De verdad, el tema es excelente.
'You're the Biggest Thing Since Powdered Milk' (Qué grande el título) abre con un riff de batería en plan Bill Ward total, hasta que en (01:43) los tres periquitos de Cardiff abren fuego cual batería anti-aérea. Sinceramente, si no sois capaces de ver la magia del bajo de Shelley, no sabéis la pena que me da, porque realmente el hombre es un hacha. El solo que ejecuta Bourge desde (03:34) hasta casi el final del tema, acompañado de la abrasiva sección rítmica formado por el binomio Shelley/Phillips es sencillamente de otra galaxia. Completamente apabullante. Es uno de esos momentos, que te hacen sonreír ante la imposibilidad de expresar con palabras lo que estás escuchando. Atención al cambio de registro en la voz de Shelley al final del tema!
'In the Grip of A Tyrefitter's Hand' se arranca de nuevo con uno de esos riffs marca de la casa. La cadencia del tema es súper contagiosa y de nuevo las líneas del bajo de Shelley lideran al resto de la banda hasta el final del tema en un plan Sabbath 100%.
'Riding My Nightmare' es otro número en un plan muy tranquilito, y es la antesala al tema más largo (10:25) y que cierra el disco, 'Parents'. Nuevamente, huelga decir que instrumentalmente el tema sobresale de los parámetros de un grupo 'normal' pero son las letras lo que verdaderamente llama la atención. Es cierto, que sin su genio musical, difícilmente Sabbath se hubieron convertido en lo que son, pero a pesar de eso, sería también estúpido no resaltar el alto grado de influencia que tuvieron también sus salidas de tono y la polémica que siempre dejaron a su paso. Muchas de las veces, a través de sus letras, macabras y cercanas a lo grotesco y lo prohibido. En este sentido, cabe decir, que Budgie nunca optaron por este camino, optando por otro no menos ortodoxo y más cercano a la órbita de la psicodelia de los '70. Así lo reflejan los títulos de muchos d sus trabajos, en los que predominan temáticas más 'blancas' y desenfadadas en comparación con las surgidas de la pluma de Ozzy.
Las letras de 'Parents' (Padres) reflejan la ruptura generacional de los jóvenes de finales de los '60 con sus padres y lo hacen de un modo muy melancólico y amargo. Cuando tienes a una banda tocando a full de sus capacidades compositivas, creativas y letrísticas, se puede pedir poco más...
En síntesis, nos hallamos ante uno de los mayores logros en la historia del género, y fuera de lo que son los tres grandes, a saber, 'Paranoid' 'Sad Wings of Destiny' y 'Iron Maiden', a este 'Never Turn Your Back On A Friend' no le va nada grande el cuarto puesto. Pero por si no lo habíais advertido, esa es tan solo mi opinión :)
De manera innegociable, este trabajo merece 10 puntos sobre 10.
Burke Shelley - Voz & Bajo
Tony Bourge - Guitarras
Ray Phillips - Percusiones