Brujería - Raza odiada

Enviado por Onán el Lun, 12/03/2007 - 04:00
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1. Raza Odiada
2. Colas De Rata
3. Hechando Chingasos (Grenudos Locos II)
4. La Migra (Cruza La Frontera II)
5. Revulosion
6. Consejos Narcos
7. Almas De Venta
8. La Ley De Plomo
9. Los Tengo Colgando (Chingo De Mecos II)
10. Sesos Humanos
11. Primer Meco
12. El Patron
13. Hermanos Menendez
14. Padre Nuestro
15. Ritmos Satánicos

La incontrolada burricie de Brujería ataca de nuevo. Dos años después de Matando Güeros, ese fabuloso eructo, nos deleitan con otro absurdo y ridículo disco con el que de nuevo reírse y a la vez temblar, que te puede enganchar a fondo igual que el primero si bajas la guardia. Esta vez incluso se molestan en que suene bien, es una producción de ésas con guitarras gordísimas y abrumadoras, encastradas en racimos de dobles bombos agudos como castañuelas de pasodoble. La primera introducción, en la que como siempre se enfadan y se lían a tiros y/o machetasos contra algún americano, lleva sorpresa: la voz del increíble Jello Biafra, ex cantante de Dead Kennedys, haciendo de malo. Tantos años oyéndolo y yo no lo sabía (gracias, wikipedia). Arrancan con Pito Wilson (jojo, se llama Pete y le llaman Pito, qué sutil), y parece que el disco va a tratar duramente temas sociales y tal y cual, aunque te empieza a invadir una cierta desazón al escuchar un estribillo. Joder, un estribillo en Brujería no puede ser ¿no? Es como si los Backstreet boys cantaran una en plan Carcass: pensaríamos “¡Qué intrusismo!”

Total, que a la segunda canción se confirma: estribillos por doquier + producción burro-metalera correcta. Y es que hasta este extremismo tan inverosímil admite un formato más acorde con el chou bisnes. Pero bueno, las canciones al fin y al cabo son más de lo mismo. Vamos con algunas que me llaman mucho la atención: Consejos narcos es de una idiocia sangrante. Es como Los diez mandamientos de los Porretas pero a lo bestia, es decir, mientras que la de éstos es de sobria y equilibrada ironía, la de Brujería parece que no quiere ser un chiste, pero hace reír el triple. O quizá son mucho más listos de lo que parece... si lo pienso me sale una gota de sudor en la cabeza en plan Shin Chan.

Otra canción desternillante, quizá la que más, es Primer meco, uséase: “primera eyaculación”. En esta grosería sin límites el cantante mortifica a sus pobres fans por masturbarse, y les asegura que les va a crecer mano de chivo y van a ir al infierno. Irritante a más no poder, la tomes en serio o en broma. No menos aberrante es la garrafal falta de ortografía de Hechando chingasos (joder, en el mismísimo título, impreso en un libreto que fue a parar a miles y miles de hogares). De nuevo cuesta creer que todos los implicados en el proceso (letristas, músicos, diseñador de la portada, casa de discos, imprenta, etc) sean analfabetos. ¿O estará ahí adrede esa monstruosa hache? Otra gota de sudor...

Eso sí, la música muy buena. Entre tanto riff requetegrave y distorsionado, como el de la canción que acabo de despellejar (un maravilloso riff en plan 3 + 3 + 3 + 3 + 4), destacan los de El patrón, dedicada al narco Pablo Escobar, que acababa de morir. La letra, que ensalza al pillo de marras, va adquiriendo tintes de mitin y desemboca en un final en plan guiñol. De nuevo, cuando más risa dan, más en serio parece que estén hablando. Ooootra gota de sudor.

En definitiva, este segundo disco repite el chiste (¿o no?) que fue el primero, pero con conciencia de superventas. Imprescindible para tocar fondo y rebotar de nuevo hacia arriba, en busca de los discos julandrones de Europe o Stryper.