
1. Breaking the Waves
2. Pagan Sons
3. Autumn
4. Carving a Crimson Career
5. King of My Kind
6. Tunes of Thunder
7. Heavy Metal Kid
8. Welcome to the Night
Cerrando el milenio con un movidón Death melódico-Power de categoría, nene.
"Carving a Crimson Career", de los suecos Brimstone, primer y único trabajo, se planta ante tí.
In Flames, Dark Tranquillity, Arch Enemy, Children of Bodom, y toda la corte de guerreros melódico-atronadores, emblemas totales del movimiento, son clara influencia para la banda que nos ocupa. Se nota mogollón. Pero eso no quita, para nada, que los mendas se la jueguen y opten, como muchos, por establecerse como como combo híbrido, como portador de la llama de dos mundos.
El Death melódico, bien hecho, bien diseñado, puede hacer mucha pupa, dar dónde jode... y si le sumamos potencia Power, el legado de los primeros Helloween, Running Wild o, incluso, los papanatas de Hammerfall (con los que Brimstone no tienen pocas similitudes), la cosa puede dar su juego. Y la da. Ya verás.
Sin perder tiempo, a darle cañita al disco.
"Breaking the Waves", galopante total, mega-Hammerfall y, a la vez, mega-Dark Tranquillity y también muy "bodomita", speedico-thrashera, cortante y muy chulesca, muy de la vieja escuela, con sus soletes cipotones y enérgicos, muy "maiden-helloweenianos", deja claro por donde van los tiros. Homenaje puro, chato. Mixtura cojonuda. Desde 1984 a 1996, un perfecto resumen de la chicha épico-voraz. La voz, deather-cabrona, no da tregua y casa cojonudamente con el concepto musical de los suecos. La batería es "falsa", nadie machaca el kit, pero tampoco es una tragedia, nene. Primer track mega-válido. Si te mola la onda Power ochentosa, y además la movida melodeath siempre te tiró, aquí te presento a unos mozos que pueden cundirte tela.
"Pagan Sons", mediotiempera, con alta dosis de Helloween en vena (sobretodo por esa intro tan "eagleflyfreeniana"), tope "headbangera", y "Autumn", blacker a nivel vocal y destornilladora, matadoramente molona y compacta, sonando a Hammerfall en plan machos, sin el toque mariconada que acompaña cada aventura de los templarios de Joacim Cans, nos dejan ante el temita-título, "Carving a Crimson Career", para que si aún albergábamos dudas al respecto de la premisa de Brimstone se despejen... y a la primera de cambio. Minutos para el desparrame, plagaditos de potencia dantesca, de demostración de buen guitarreo, de fuerza y carisma. Comienzo acústico para un tormentón de alta calidad. Acero de verdad, joder. Sonidazo, solazo y buen guantazo.
Otra tripleta de puta madre. Y es que aquí no se para de darle al oyente, al metalhead que amando el Death no se niega el recordar sus años mozos, buenos regalos. Ya que solamente se saca un disco, se va a por todas. "King of My Kind" (Gamma Ray + Children of Bodom), "Tunes of Thunder" (muy Skeletonwitch o Bewitched. Intensa y demoledora) y "Heavy Metal Kid" (mediotiempismo vacileta). Otras que tal. Joyita trás joyita.
"Welcome to the Night" cierra la movida. Triste pero cierto. Se acabó lo que se daba. Brimstone chapan el chiringuito, no lo volverán a abrir nunca más, y se dejarán los cojoncillos por dejar un buen sabor de boca. Ochenterismo juguetón, tufillo a los putos Dokken, a Metal Church, al primer Power USA, a las primeras cabalgadas "new-wavebritishmetalosas". Nadie se libra, si ha molado, de ser revisitado aquí. Heavy-Power requetecarismático, cantado por Lucifer. Aún siendo el punto más bajo del álbum, un señor temita. Molones a rabiar.
4 cuernos (bajos-medios) para el aporte de Brimstone a la escena melodeath.
Dragón cojonudo. Escupe fuego negro y tiene alma de metalhead "helloweenista". La fusión, claro, la polla.
Power de verdad. Poderoso, y sin piedad.
Manda cojones que los mendas ya no existan y anden los Hammerfall y los Children liderando el rollo.
Crom no es muy justo. Crom es un capullo.
Jan-Erik Persson: Voz
Daniel Grahn: Guitarra y bajo
Ola Larsson: Programación de batería