
1. Feedbacker (42:28)
Hace unos días, me llamo potentemente la atención un mini-debate que se llevaba a cabo en la sección de comentarios sobre el disco "Monoliths & Dimensions" de Sunn O))). En el se discurría el como la música practicada por este peculiar dúo puede presentarse como un muro impenetrable sin sentido, el cual quizás pasa si lo ponemos como música de fondo, mientras llevábamos acabo otra actividad. Honestamente, razón no falta en una opinión como la anterior, particularmente en el caso de Sunn O))), cuya manera de interpretar el Drone es cuanto menos poco accesible, pero ¿y qué hay de lo demás? Tal pregunta no cae sin motivo o razón, puesto que aunque no lo parezca, el Drone es un estilo que abarca muchas cosas, y personalmente, como quizás ya lo habré dejado en claro con anterioridad, el Drone va mejor como una amalgama, un ingrediente extra que sirve para crear resultados interesantes en escapes ambientales que dejan para la imaginación de los más curiosos, sobretodo en mi caso particular, que me gusta explorar las lugares más recónditos que tiene para ofrecer la música.
Si de grandes exponentes del Drone hablamos, Boris es un nombre que salta casi a la par de los ya mencionados Sunn O))), pero (y un gran PERO), comparar la música de Sunn O))) con Boris es un acto, por decir lo menos, risible. Incluso su disco debut Absolutego, lo toma más directa de la banda al Drone, dista y mucho de otros exponentes del estilo, y atreviéndome a más, podría decir que Boris es uno entre un millón, con un estilo imposible de encajar en una etiqueta (a bote pronto le podríamos colgar la etiqueta de Stoner/Dooom), y es que es absurdo. Cuando uno escucha disco como Feedbacker, inmediatamente realiza el cómo lo de Boris es algo indescifrable, y si, que quizás tenga influencias de este, o "este riff en el minuto x se parece a...”, porque sin duda las bases del sonido de Boris están erigidas en el sonido que los Melvins crearon con obras como "Bullhead" o "Lysol", pero que nadie se engañe, porque lo que se cuece en este colosal Feedbacker es como dirían en inglés "one of a kind".
Feedbacker consiste de un solo corte de aproximadamente 43 minutos de duración. Dicho tema se puede dividir en 5 secciones claves, estructuradas como si de una historia se tratase, con su introducción, nudo y desenlace. Es cierto que quizás una de las cosas más intimidantes del Drone/Doom/Stoner (o como lo quieran llamar) es la larga duración de sus temas, pero amigos, que nadie huya antes de lo previsto, porque lo acontecido en esos 42 minutos es una experiencia indescriptible. Un escape sonoro que puja los limites ya conocidos, llevándonos a fronteras nunca antes exploradas (al menos hasta ese momento, y me atrevería a decir que inclusive actualmente). "Feedbacker" no se conforma con la repetición de los mismos 2 acordes, extendidos hasta el cansancio una y otra vez. Desde su instrucción, uno intuye que lo que está a punto de experimentar es algo único y sin igual, con ese colosal y aplastante tono de la guitarra de Wata, y esos particulares acordes que calientan motores y anuncian el despegue hacía lo maravilloso y desconocido.
Y hablando de Wata (protagonista de la portada) ¿alguien se puede creer lo que se lleva a cabo a partir del 24:32? Porque a mí me cuesta un poco concebirlo, la clase y soltura con la que sus delicados dedos dibujan los sentidos solos que emanan del mástil de su Paul Gibson Custom son para reverenciarlos una y otra vez. Honestamente, guitarristas más técnicos, maestros del onanismo de las 6 cuerdas, los hay, pero en mi opinión son pocos los que pueden palpar de una manera tan sólida y con tanto estilo esos solos bañados en la esencia del mejor Jimmy Hendrix. Psicodelia total que nos lleva hacia el espacio sideral, e inclusive más.
Por supuesto, dejando de lado mis alabanzas hacia la guitarrista de la banda, vale la pena fijarse en la titánica labor de Takeshi y Atsuo, cerebros indiscutibles de la banda. Quisiera recalcar sobretodo la labor de Atsuo en la batería, y es que lo de este hombre no es nada fácil, sobre todo las secciones más lentas, y es que se sorprenderían amigos. Se sorprenderían de lo increíblemente complicado que puede ser clavar el "groove" requerido para este estilo, porque no es algo que se practica, simplemente se siente (por muy hippy que esto suene), y me la juego diciendo el cómo monstruos de la clase de David McGraw (Cattle Decapitation), sudarían balas recreando lo de Atsuo en Feedbacker.
Todo lo que acontece en esta pieza convive en perfecta armonía, no sobre ni falta absolutamente nada. La producción, los efectos de sonido, las transiciones. Todo se junta para crear un coctel explosivo que nos hace explotar la mente, dejándonos boquiabiertos y anonadados ante tal experiencia (lo que lleva lugar a partir de los 19:00 es pura gloria bendita).
Sentimientos encontrados de melancolía, ansiedad, euforia y calma, se encuentran repartidos a lo largo de estos 42 minutos sin igual. Quizás algo similar se puede encontrar en su enorme "Flood", pero "Feedbacker" es una bestia totalmente diferente, y me atrevería a decir que incluso superior (que no por mucho), y ¿por qué? Sencillamente porque encuentro que este trabajo es el resumen más perfecto de Boris, junto a su brutal disco "Pink" de 2005, porque aquí hay simplemente de todo. Letargos arraigados al Drone de Absolutego, tempos más similares al Doom de toda la vida, riffs que se asemejan más al Stoner y al Sludge de "Amplifier Worship" y pasajes ambientales que a veces nos recuerdan a "Flood". "Feedbacker" lo tiene todo y más.
Alargar más el discurso resulta ya cansino. "Feedbacker" es un pepinazo con todas sus letras. Obra única e irrepetible, paragón de un sonido que ni siquiera la misma banda fue capaz de recrear por el resto de su carrera (y es que también las repeticiones son algo que no van para nada con Boris). Uno de mis trabajos favoritos de la banda, y una recomendación casi obligatoria para los que no lo han escuchado.
Takeshi Ohtani: Bajo, guitarra, voz
Atsuo Mizuno: Batería, voz
Wata: Guitarra, voz