
1. High Class Woman
2. Ain´t No Change
3. Jupiter
4. Black Smoke
5. River
6. No Hope Left for Me
7. Devil Man
8. Astralplane
9. Gypsy
10. Little Sun
Cuentan con un guitarrista francés y un bajista norteamericano, pero Elin Larsson, su bella frontwoman, los presentó el otro día como una banda procedente de Suecia, demostrando quién es la que manda, ante el público, numeroso y expectante, que dejó muy pequeña la sala Caracol. Proceden, pues, del norte de Europa y todos esos elementos propios del Hard cavernoso 70´s, el Blues y la Psicodelia que impregnan sus canciones les pueden emparentar con las bandas de tipos barbudos que practican retro rock al estilo Graveyard, Witchcraft y demás, pero lo que distingue a Blues Pills de todos ellos es la presencia y el alma Soul de su rubia vocalista, una mini Janis Joplin con aspecto de llevar vida sana, acorde a los tiempos que corren, que nunca compartirá lecho o escenario con leyendas como Hendrix, Morrison o Leonard Cohen, pero tampoco destrozará su salud ni su imagen vaciando botellas de Southern Comfort ni dirigiéndose a los demás con modales de camionero redneck escupe-tabaco.
Blues Pills cuentan con diversos Eps y grabaciones en directo, y en 2014 se estrenaron en el formato larga duración con este homónimo Cd cuya portada podría ilustrar las camisetas de miles de manifestantes fumetas anti Vietnam en el San Francisco de finales de los 60.
Su éxito ha ido en aumento, el pasado verano participaron en el Leyendas de Villena y ahora están inmersos en una gira por la Península Ibérica, ayer tocaron en Portugal y leo que esta noche los tenemos en Bilbao, así que ya sabéis, metal heads from the north, dejad por una tarde de ver los goles de Aduriz en You Tube y pasaros por el Kafé Antzokia, que merece la pena. Además por lo menos en Madrid llevaban unos teloneros que también sonaron de fábula, y la vocalista está incluso más cañón que Elin Larsson, con buena voz, presencia escénica, actitud y estilazo.
Volviendo a nuestros protagonistas en el día de hoy, Blues Pills se encuentran en un gran momento de actividad, supongo que la mayoría los conoceréis y el disco tiene más de año y medio, pero es bueno recordar que suena a un turbo rock limpio pero lleno de nervio aunque pueda parecer contradictorio, hay poca distorsión aquí pero sí intensos desarrollos instrumentales, hipnóticos medios tiempos y una languidez en la parte central que me recuerda incluso a los Black Crowes de “Amorica”, comandado todo ello por una vocalista en estado de gracia del primer al último segundo de la grabación.
El comienzo con la potente y casi perfecta “High Class Woman”, con jam intermedia incluida, es apabullante, así como el enlace con la siguiente “Ain´t no Change” con la batería en plan bombardero y esas primeras líneas vocales con la fuerza del mejor rock de toda la vida (There´s a change in the sea/but I know there ain´t no change in me). Siguen pisando el acelerador a tumba abierta con “Jupiter” y en “Black Smoke” nos voltean las neuronas con los trepidantes cambios de ritmo.
“River” y “No Hope Left for Me” son dos maravillas, con Larsson más Janis que nunca y la banda al completo hipnotizándonos con ese sonido pausado, al final de la rápida “Devil Man” la vocalista se desmelena que da gusto con esos alaridos, y “Astralplane” es la más bluesy de todas, con el feeling de los bluesmen blancos más duros, los Cream, Free o Bad Company, salvando como es lógico las distancias.
Para el final dejan una pieza ajena, “Gypsy”, que aporta variedad con su espíritu más americano y su interpretación por parte de toda la banda que se entrega con auténtica mala leche (desde la batería sobre todo se despliega un trabajo arrollador), y la hechizante y ácida “Little Sun”, que de nuevo nos eleva con esa portentosa exhibición vocal llena de garra. Y es que es lo que más me gusta de esta mujer, el otro día al acabar el show se tiró un buen rato a pie de escenario firmando todo lo que le pasaban los fans, puso cara de admiración cuando le hicieron llegar este disco en vinilo con la carpeta abierta y la bonita portada en todo su esplendor, se la ve cuidada y natural pero canta como si por sus entrañas corrieran los tormentos que asolaron a la Joplin o a Billie Holiday, consigue hacértelo creer.
Añadir que han cambiado de batería respecto al que participó en este disco, y que el futuro puede ser suyo si siguen haciendo igual de bien las cosas. Cuatro cuernos altos.
PD. Oh oh! Mala suerte vizcaínos; leo que esta noche inicia la velada un grupo llamado White Miles, en lugar de los noruegos Pristine que vimos en la capital. Estarán bien, seguro, pero hubierais disfrutado con esta buena banda:
Elin Larsson: Voz
Dorian Sorriaux: Guitarra
Zack Anderson: Bajo
Cory Berry: Batería