Blue Öyster Cult - Mirrors

Enviado por el richard de … el Mié, 24/02/2021 - 16:09
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Blue Öyster Cult son, hablando claro, uno de los mejores grupos de la historia del hard rock. Quien me conoce personalmente sabe que mis dos bandas preferidas son Thin Lizzy y BÖC, y por buen motivo. Sus tres primeros discos, especialmente Secret Treaties, son la mezcla perfecta entre la agresividad del hard rock setentero e incluso el proto-metal por momentos y la sensibilidad de la escena psicodélica en la que habían crecido Dharma y Bloom. Además, el estilo de la banda más tarde evolucionó, refinándose hacia un sonido más suave, pero que mostraba un buen gusto a la hora de realizar melodías y temas memorables asombroso. Y para muestra de ello quedaron para la posteridad cosas como Spectres, Cultosaurus Erectus o Fire Of Unknown Origin.

Por desgracia, pese a todas estas hazañas lo cierto es que BÖC nunca han conseguido dar el salto a las grandes masas (al menos en Europa, en USA si que gozan de una mayor reputación). La mayoría de gente no los conoce, los conoce de oídas o como mucho ha escuchado alguno de sus hits como puedan ser “Godzilla” de Spectres, “Burnin’ for You” de Fire of Unknown Origin o la antológica “Don’t Fear The Reaper” de Agents of Fortune. Que sirva esta reseña también para animar a los que desconozcan a este legendario grupo a descubrirlo.

Aún así la pasión por Blue Öyster cult ha ido creciendo y creciendo y a día de hoy hay muchos jóvenes que veneramos al grupo. Me sorprendió cuando los vi en Barcelona toparme con mucha gente joven (menores de 30 años) con tatuajes del logo de la banda, lo que sirve de muestra de que quizás no sean la banda más ampliamente popular, pero los fans solemos ser acérrimos. Sin embargo, el caso que os traigo hoy es curioso, ya que siempre me ha parecido que este Mirrors es pasado por alto incluso por estos fans incondicionales de la banda y no tan solo el gran público, y jamás entendí por qué.

Vale que tal vez no tenga la calidad de un Secret Treaties, un hit increíble como Agents of Fortune o un giro de tuerca a su sonido como Fire of Unknown Origin, pero como todos sus discos de los 70s, Mirrors es una obra enorme. Es posible que precisamente al estar rodeado de varias de las obras mayores de la banda haya quedado relegado a un segundo plano, pero no os equivoquéis, ya que se trata de un disco variado, melódico, atrevido a experimentar con otros estilos y lleno de la magia que caracteriza a BÖC. Y es que que tu hermano mayor sea Spectres te pone en una posición jodida, pero que después venga el pequeñito y sea Cultosaurus Erectus es algo que hunde a cualquiera, por bueno que sea por sí mismo.

La portada del LP es bastante cutrona. Un retrovisor, el nombre del grupo en una fuente lo más aburrida posible y el símbolo que lo representa debajo. La verdad que uno siquiera se imaginaría que se trata de un disco de rock and roll. BÖC no empezaron a currarse de verdad las portadas hasta el próximo Cultosaurus y el Fire Of Unknown Origin (dos de las portadas más míticas del hard rock en mi opinión), pero lo de esta es ya de una dejadez tremenda. Por suerte cuando pinchamos lo que hay dentro la cosa está bastante mejor. “Dr. Music” es más simple que un botijo, hard rock clásico americano sin mucha historia, riff molón, solo improvisado guay y estribillo rock and rollero con voces femeninas incluidas, al estilo Lynyrd Skynyrd. Un tema que no habría desentonado para nada en el Agents of Fortune.

Con “The Great Sun Jester” es cuando el asunto comienza a subir de nivel. Letra épica al nivel de los grandes clásicos de la banda, con el maestro de la fantasía y la ciencia ficción Michael Moorcock (ahí es nada) como co-escritor. El tema es más melódico y reposado que el anterior, con un Bloom que demuestra que no hace falta un amplio registro para ser un cantante enorme, si no tan solo mucha carisma y buen gusto a la hora de componer melodías vocales. Ojito también al solo que se marca Dharma al final del tema. Siempre dijo que prefería improvisar sus solos toma tras toma hasta que conseguía encontrar algo que le gustaba que componer algo fijo e inamovible. Gracias a esto consigue que sus licks de guitarra queden de forma completamente natural, y no por ello sacrifica la melodía y el gusto a la hora de tocarlos.

“In Thee” es una balada preciosa que habla sobre el tiempo perdido. Aquí de la voz se encarga Dharma con su tono más cálido, el cual se ha encargado siempre de cantar los temas más melódicos de la banda, los que han terminado convirtiéndose en éxitos ("Don’t Fear the Reaper" y "Burnin’ For You"). “In Thee” fue lo más cerca que estuvo la banda de conseguir un hit con Mirrors, entrando a las listas en USA, pero quedó muy por detrás de los hits de los discos anteriores, lo que pudo haber influenciado también en que Mirrors haya quedado más relegado a las sombras.

“Mirrors” ofrece más rock and roll desenfadado como la anterior “Dr.Music”, aunque con algo peor resultado en esta ocasión, mientras que “Moon Crazy” se permite explorar terrenos más blues y jazz dando como resultado un tema con varias de las melodías de guitarra más bellas del disco. Digna mención también a la voz de Joe Bouchard, que aunque siempre ha sido considerado el peor de los cuatro cantantes principales de la banda (por mí incluido), en esta canción hace un buen trabajo. Sin embargo, es cuando termina esta primera cara y empieza la segunda (los clásicos hay que escucharlos siempre en vinilo) que nos encontramos con el verdadero mastodonte del disco. “The Vigil” lo tenía todo para convertirse en uno de los temas más míticos del grupo, y jamás comprendí como cayó en las sombras de semejante forma. Su comienzo acústico nos manda por los aires con unos suaves punteos de Dharma, para de momento hacernos aterrizar de golpe con ese contundente y alienígena riff (siempre me ha fascinado lo raro que suena). Pero sin duda, lo que se lleva la palma y lo eleva a uno de los mejores temas de la banda es el festival guitarrero que comienza en el 3:52, con ese riff único, Bloom recitándonos aquello de “Come to Us” una y otra vez y Dharma marcándose el mejor solo de todo el disco. Por un momento podemos ver como habría sido si los BÖC ya experimentados de finales de década volvieran a hacer un disco psicodélico como los de sus inicios, y al haberlo probado no podemos hacer más que sentir pena por no haberlo tenido nunca.

Lo que queda de disco no baja el nivel para nada, quedando a mí parecer una cara B algo superior a la A. “I Am the Storm” es probablemente la peor de este segundo lote, pero aún así es un buen tema de rock and roll con unos muy buenos solos de Buck Dharma. “You’re Not The One (I Was Looking For)” recupera al 100% el estilo del anterior Spectres, al punto que no me sorprendería que fuera un tema que sobró de ese disco o algo similar (aunque para mí no tendría mucho sentido ya que me parece mejor que varios temas de ese). El estribillo es genial (buena interpretación vocal de Bouchard, el tema le queda como anillo al dedo) y los solos de nuevo están a la altura. Y para acabar tenemos “Lonely Teardrops”, la que posiblemente sea mi canción preferida del disco tras “The Vigil”. Aquí la banda se atreve con unos teclados influenciados por el funk, que recuerdan un poco incluso al “Superstition” de Stevie Wonder. El estribillo es una absoluta maravilla que podría conseguir emocionarse hasta al más duro, y se encuentra en un estilo que después volverían a explorar en canciones como “Deadline” de Cultosaurus Erectus. El solo es una muestra más de la injusticia que supone que Buck Dharma jamás aparezca en esas mierdi-listas de los 100 mejores guitarristas de la historia, y las voces femeninas del final sirven como culmen a una de las canciones más bellas de toda la carrera de la banda.

Mirrors es, posiblemente, el peor de los discos de los Blue Öyster Cult setenteros, y aún así no bajaría del notable en mi opinión. Algún tema menos inspirado hay, como la canción homónima o “I Am the Storm”, que de todas formas no consiguen desmerecer a auténticas maravillas como “In Thee”, “The Vigil” o “Lonely Teardrops”. Si eres fan de la banda no se a que estás esperando para hincarle el diente a Mirrors, si no eres fan de la banda te recomendaría que empezaras por Secret Treaties o Fire of Unknown Origin, pero que más tarde o más temprano terminases pasando también por aquí. Cuatro cuernos bajitos.

Eric Bloom: Voz (1, 2 y 7) y guitarra rítmica
Buck Dharma: Voz (3, 4, 6 y 9) y guitarra solista
Joe Bouchard: Voz (5) y bajo
Albert Bouchard: Voz (8) y batería
Allen Lanier: Teclado y guitarra

Sello
Columbia