Blaze Bayley - Promise And Terror

Les traigo un cañero y entretenido trabajo del año pasado, cortesía del frontman menos querido de la Doncella.
Siguiendo la línea de trabajos previos como The Man Who Would Not Die (ojo, sin superarlos), la propuesta es un Heavy/Speed dominado por guitarras a todo da y la propia voz de Blaze, que parece ganar enteros con los años y se nota infinitamente más cómodo en sus propio rollo que enfrentando los temas de cierta Air Raid Siren.

El álbum sigue una línea vagamente conceptual, según la cual durante la primera mitad se distribuyen los temas más rápidos y animados, y durante la segunda aquellos más densos y tristes. Esto último es debido seguramente al fallecimiento de la esposa de Bayley un tiempo después del lanzamiento de The Man...

Sin retraso ni concesiones abre Watching The Night Sky, un tema muy melódico y veloz sobre el que Blaze construye unas líneas vocales graves y sube con elegancia y potencia al llegar el estribillo, obvio pero a la vez bastante logrado. Son de semejante carácter Madness And Sorrow, Faceless, y Time To Dare, estas dos últimas acercándose más al Power europeo de buena factura.

1633 es el típico mid-tempo lleno de bronca y guitarras más centradas en el ritmo que en la melodía, con la potente línea de bajo que abre sola el tema y se escucha bien marcada en varios pasajes. La voz se hace demasiado repetitiva, pero pasa la prueba.

God Of Speed es por otro lado uno de los temas destacados, con una intro cojonuda y unas guitarras muy inspiradas cuyos arreglos florecen espontáneamente (gracias al eterno uso de multipistas). Blaze también hace un trabajo excelente, sobre todo en la gran melodía del estribillo.

Como comentaba anteriormente, los temas finales -los cuatro finales puntualizaría- son pesimistas y muy oscuros, además de verse enlazados entre sí como uno solo. La inauguración de esta procesión la lleva a cabo Surrounded By Sadness, una balada electroacústica de gran feeling donde Blaze canta con tono apesadumbrado pero no desprovisto de rabia -atención al segundo verso, ese "Leaving uncertainties behind", ¡que interpretación tan cruda y sentida!-. El paso a eléctrico no me parece del todo acertado, pero no desmerece la genial introducción.

The Trace Of The Things That Have No Words y Letting Go Of The World se me hacen un poco cansinas (todo hay que decirlo) pero todo se arregla con el cierre, pues Comfortable In Darkness es un temazo y no hay mucho más que decir. Bayley suelta (de alguna manera, es como si lo dejase caer, en vez de lanzarlo intencionadamente) el título de la canción en el momento preciso, seguido en el siguiente compás por guitarreos simples pero precisos. Se podría decir que es otra balada, aunque considerablemente más densa que la anterior, y por descontado un broche perfecto.

De vocal a lo David Lee Roth a oveja negra de Maiden y de ahí a solista exitoso. No está mal, Bayley.