
1.Shake The World
2.Big Disaster
3.Johnny Came Marching
4.Inmortal Souls
5.Make It There
6.She´s On To Us
7.The Rock That Rolled Away
8.Long Road To Nowhere
9.Sacred Place
10.Unless We Change
11.Divide/United
Frontiers Music es un sello que ha crecido notablemente en los últimos años gracias a un catálogo de bandas y álbumes de gran calidad. Sin embargo, muchas veces este sello ha podido pecar de cansino cuando han decidido mezclar gente de diferentes grupos para crear proyectos secundarios cuyas obras saldrían, obviamente, bajo su propio sello. Afortunadamente, y como podréis comprobar, BLACK SWAN parece ser una de las pocas excepciones dentro este fenómeno. Y es que una banda que cuenta en sus filas con Jeff Pilson (Dokken, Dio, Foreigner,…), Matt Starr (Mr. Big y Ace Frehley), Reb Beach (Winger y Whitesnake) y el mismísimo Robin McAuley (The McAuley Schenker Group) solo puede ser sinónimo de cosas buenas. “Shake The World” es el título de este primer LP (ojalá nos traigan más en un futuro no muy lejano) que, a continuación, y una vez más gracias a la recomendación de Mr. ROB JALFORD, paso a reseñar.
El primer tema a catar de este nuevo proyecto es, precisamente, el que da nombre al álbum y con el que el supergrupo nos quita de la cabeza la idea de que todos los “crossover” de Frontiers no terminan de cuajar. “Shake The World” es un tema duro de Hard-Rock, comandado por la base de bajo y batería de Pilson y Starr, mientras que Reb saca su primer batallón de riffs a combatir (oscuros en un principio para pasar una sección más veloz) y, por último, Mcauley demostrando que sigue conservando mucha magia en esas cuerdas vocales especialmente al final de cada fraseo de los versos, donde sube el tono a unos agudos demoledores. No puedo dejar de mencionar el sobresaliente estribillo de esta canción, un aspecto que, como veremos repetirá calidad en posteriores cortes... ¡Qué inicio señores!
Segundo tema y segundo acierto. “Big Disaster” es un medio tiempo rabioso en el que podemos llegar a pensar que estos músicos podrían llevar toda la vida tocando juntos por la coordinación y virtuosismo que podemos escuchar en cada compás (me encantan los detalles tras la batería que introduce Starr en el puente y estribillo). Los amantes del Hard-Rock con especial peso de las secciones rítmicas deben estar a estas alturas gozando de lo lindo, ¿o me equivoco?
¿Pero qué demonios ocurre? Pues que nuestros protagonistas se niegan a bajar el nivel y siguen apostando por un Hard-Rock con mucho gancho. En esta ocasión hablamos de “Johnny Came Marching”, un tema más lento pero con los elementos propios de una canción del género, siendo especialmente buenos el estribillo de este (enamorado de las notas que Mcauley alcanza), la línea de bajo de Jeff, quien está absolutamente colosal, y el hiriente solo de Reb.
“Inmortal Souls” es, en su aspecto lírico, un homenaje a todas las “almas inmortales” del Rock que nunca serán olvidadas. Desde el plano musical estamos ante una canción más pegajosa en la que Pilson vuelve a darse gusto tras el bajo, Mr. Beach juega con diferentes detalles tras la guitarra y McAuley me hace una vez más tener que buscar en internet su edad para asegurarme que ha seguido cumpliendo años desde que estaba con Michael Schenker (¡qué bien se conserva!).
Un buen disco de Hard-Rock tiene que contener un baladón, y de eso se encarga en esta ocasión “Make It There”, pieza que cumple con todas las características que definen a una Power Ballad ochentera, pero, al mismo tiempo, atemporal. Buena canción en la que hay que volver a rendirse ante la cristalina voz de Robin, quien disfruta de cada palabra que tiene que cantar.
Muy buenas guitarras rítmicas y solistas las de “She’s On To Us”, un tema que se mantiene dentro de los cánones del álbum, pero que contiene un alegre estribillo que con cada escucha me engancha más y más. No obstante, más aún me ha molado la afilada “The Rock that Rolled Away”, un tema cuyo riff principal podría haber sido compuesto por los hermanos Young de AC/DC. Sin duda una de mis canciones preferidas de todo el disco que sirven para reivindicar que el Hard-Rock sigue más que vivo. Para rematar la canción tenemos otro estribillo de gran calidad.
“Long Road To Nowhere” ha sido el punto clave para confirmar que hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un álbum nuevo en el que el bajo tuviera tanta presencia. Pilson está monumental con un trote inicial similar a los del dios Steve Harris, para luego jugar con diferentes velocidades.
Me estaba faltando un Blues-Rock para valorar al alza este disco y siento que el cuarteto me escuchó y decidió grabar “Sacred Place”, un tema muy personal, y bello en su puente (guitarras de escándalo), que el señor Robin borda con el micrófono (¿cómo se puede cantar tan bien?).
Nos acercamos al último tramo del disco con “Unless We Change”, un tema veloz en su mayor parte, creada con muy buen gusto y un gusto rockero imperdible. Como colofón final tenemos la curiosísima “United/Divided”, cierre de seis minutos en el que los cambios de ritmo están a la orden del día. Robin empieza muy suave al piano, desgañitándose en el aparente estribillo (enormes coros que recuerdan a Queen) mientras la guitarra doblada de Reb parece emular el efecto tan personal de Brian May (no es casualidad que Pilson compusiera la canción tras ver el film “Bohemian Rhapsody”). Y cuando entramos en la segunda mitad del corte, los músicos se vienen arriba y arremeten con la maquinaria Heavy. Un apoteósico cierre para un disco de alto nivel.
El Hard-Rock no es tan simple como muchos pueden pensar. Hay muchas variaciones dentro de este subgénero y los Black Swan lo han demostrado con creces. Un disco como la copa de un pino que todo amante de la buena música debe escuchar con calma.
Robin McAuley: Voz
Jeff Pilson: Bajo
Reb Beach: Guitarras
Matt Starr: Batería