
1. Göttedämmerung
2. A New Messiah
3. Blutsbruder
4. Bury the Lambs of Christ
5. Setting Sails
6. Riding the Drakkar
7. Christenfeind
8. Feld der Ehre
9. Entering the Halls of Odhinn
10. My Way to Asgaard
11. Der Eid
Black Messiah es una formación alemana, practicante de un épico Folk-Viking, que se lanzan a la piscina para entregarnos su segunda obra: "Oath of a Warrior", continuación a "Sceptre of Black Knowledge", el anterior periplo.
Los alemanes no vienen a cambiar nada. Vienen a aportar su granito de arena a la escena, y con valor, con ganas, con entusiasmo. Mixtura en la que encontraremos Black Metal, himnos anticristianos, coros, pegada, velocidad y parsimonia, belleza y caos, melodia y, ante todo, derramamiento de sangre. Lo mínimo que se le puede exigir a una buena aventurilla vikinga, vamos.
Mandolinas, teclados, acústicas, violines...todo vale. Todo aquello que cumpla, que se acople, que funcione, será bienvenido en el reino de Black Messiah. Robarán y robarán, saquearán hasta quedar hartos y, como un Victor Frankenstein en plan bárbaro, modelarán a su criatura, a su bicharraco sónico, hasta definirlo, darle forma, una mente, un corazón. Y, claro, una espada. ¿Qué es de un vikingo sin espada?
"Göttedämmerung", intro de marras, con su tecladito, facilona, a lo banda sonora épica (eso sí, de film sin mucha pasta), nos presenta "A New Messiah", huracán riffero de nivel, con cortantes guitarras, lanzadísimas. Voracidad épica, algo así como un cruce entre Ancient Rites y Manowar. Carnaza Black edulcorada y heavylona, con unos teclados coreros que le dan a la movida un tono bien majestuoso. Otros hijos de Odín. Nada nuevo. Eso sí, con encanto. Poderío.
Toca batallar ayudados por la energía de "Blutsbruder" (en una onda muy similar a la anterior), "Bury the Lambs of Christ" (un tema híbrido entre los citados Ancient Rites y unos primerizos Dimmu Borgir), "Setting Sails" (instrumental), "Riding the Drakkar" (repitiendo la fórmula de los tracks 2 y 3), "Christenfeind" (empezando a molestar con un sonido que apenas muta de canción a canción) y "Feld der Ehre" (puliendo la onda. Voces límpias, atmósfera preciosista. Un gran tema). Black Messiah abusan de la presencia de los teclados, de crear atmósferas que eviten que notemos que no son los mejores músicos del mercado. Pero, a cambio, como moneda, como compensación, saben hacerte soñar despierto. Despiertan tu espíritu riffero, las ondas épicas que tanto te enganchan vuelven a llamarte. Invento creado a base de retales.
Odas a Enslaved, a Dimmu o a los Ancient Rites. Tributo encubierto a un género que, sin duda, aman. Se nota. Black Messiah no serán gurús. Nadie hablará de ellos en unos años. Sus gestas, sus hazañas belicosas, caerán en saco roto, en el olvido. Pero si tienes tiempo, si te enrolla el concepto hachazo al cristiano, podrán entrarte bien los alemanes. Tienen su encanto, no te creas. Son unos clones algo descafeinados de otros titanes de mayor talante. Ok. Pero ponen todo su ser, todo su esmero en darte de lleno. Se palpa la pasión, se huele la excitación. Aunque la lacra de alumnos no se las quitan. No aún.
"Entering the Halls of Odhinn", otra instrumental, que se abre con un teclado de feria, como de peli de la Hammer (pero en sus horas bajas), que quiere dar miedo (aunque no lo logra), pronto opta por, cómo no, el tonito épico-baratero. Intro de show de Manowar encubierta.
"My Way to Asgard", la más bestiaja del disco, que combina el ataque irredento junto a un coro femenino, que de repetirse, de acompañarte, se te queda en el coco, es la que más quiere quemar, la que más parte del botín demandará cuando haya que hacer el reparto. "Der Eid", de 8 minutos, cierra el disco. Un track resumen de todo lo vivido. Más guitarras a por tu cuello, más alaridos aguardentosos, más velocidad y más armonia. Tormenta y sol. Batalla cruenta y sexo al final de la noche.
3 cuernos (medio-altos) para la segunda obra de Black Messiah. Una aventurilla maja, sin complicaciones. Unos Ancient Rites de saldo. Pero simpáticotes, con carisma.
Zagan: Voz, guitarra, violin y mandolina
Meldric: Guitarra
Zoran: Guitarra
Drahco: Bajo
Surthur: Batería
Hrym: Teclados