
1 The Last Refuge of the Sons of Bitches
2 Wheels Coming Off
3 Syphilis
4 Shards of Mason Jars
5 Paleface
6 866 Days
7 Carry Me Back to Old Virginny
8 Double Barrel Blasphemy
Desde Norfolk, Virginia -capital de los estados confederados y uno de los últimos eslabones que conforman la región sur de los EEUU- nos llega esta portentosa y personal exhibición de sludge metal.
Las bestias de Norfolk, también conocidas como Beaten Back To Pure, asomaron su cabeza en el año 2001 con aquel impiadoso Southern Apocalypse, y desde ese entonces solo han editado dos discos más: The Last Refuge of the Sons of Bitches (2002) y The Burning South (2004). Con estos títulos, o con tan solo ver cualquiera de sus portadas, queda bien en claro que estamos en presencia de una de esas bandas bien orgullosas de la región donde provienen, muy omnipresente ésta en toda su obra, la cual se nutre a su vez de temáticas tales como drogas, alcohol, enfermedades varias y otras miserias y temores que acechan al ser humano. Gente jodida del coco y dispuestos a complementar su desolador mensaje con una música acorde a la causa.
Boss Hogg, voceras del combo, es –como su nombre lo indica- el jefe de esta movida. Es él, y su feroz instrumento, el termómetro del combo, el que con su variado registro irá marcando el camino a seguir por el resto de la banda. The Last Refuge of the Sons of Bitches -la canción- es una excelente demostración de las armas que porta el loquito de Hoog: growls a diestra y siniestra, un imponente registro deather y voces limpias que saben a dolor más que a cualquier otra cosa, todo eso (y más) es capaz de transmitir Boss Hoog.
Las guitarras, como podrán haber observado, tampoco se quedan atrás, aportando en todo momento los matices, atmosferas y demás recursos necesarios para sobrellevar (y de que manera!!) una obra de esta naturaleza . ¿Y cuál es ésta? Pues simplemente la de un disco 100% intenso, oscuro y perturbador.
Destaco por sobre todo esa pasmosa facilidad del combo para brincar sin previo aviso del caos a la desolación (Paleface, 866 Days, Double Barrel Blasphemy, etc). Bofetadas de furia y distorsión excelsamente entrelazadas con pasajes más minimalistas, acústicos y desoladores. Disco de contrastes sin lugar a duda.
Otros dardos venenosos como Syphilis (ojo con ésta! una notable exhibición de sludge lindante al doom), Wheels Coming Off o la instrumental Carry Me Back to Old Virginny se muestran más puras, directas y por ende menos experimentales que las primeras. Ahora bien, más allá de cualquier canción en particular (que desde ya les anticipo son todas muy buenas) lo que yo más disfruto del disco ese halo tortuoso, sufrido y enfermizo omnipresente en todas y cada unas de las piezas que conforman esta travesía sonora.
Así que ya saben, todo aquel que esté deseoso de experimentar un intenso y perturbador viaje por el legado de Beaten Back to Pure puede dar por sentado que este cálido y acogedor Refugio de Hijos de Puta lo espera con las puertas abiertas.
8 Astburys
Boss Hogg: Vocals
Vince Burke: Guitars
Richie Poor: Guitars
Slam Pickins: Bass
Chuck Ember: Drums