
1. Into The Timewastes
2. Deathhammer
3. Minefield
4. Of Days When Blades Turned Blunt
5. Der Landser
6. Reign Of The Brute
7. The Flood
8. We Doom You To Death
9. Vespa Crabro
10. As The Magma Mammoth Rises
De entre todos los jefes del death europeo, podríamos nombrar con intachable orgullo a los tradicionales Asphyx. Estos tipos duros nunca fueron los más virtuosos ni los más elaborados del gremio pero... siempre demostraron ser cruentos y la mar de contundentes. Tal vez la definición metafórica más completa para explicar la sensación de escucharse a estos holandeses sea "un martillazo mortal", y... curiosamente, este último disco recibió el nombre de "Deathhammer", un título adecuado hasta decir basta. Juntando este factor con la pedazo portada que Asphx se gastaron (cortesía de Axel Hermann, como de costumbre).
Vamos a ver, poniéndonos serios ahora con Asphix, podemos afirmar que son de esa clase de grupos que se niegan a reinventarse y aportar material diferente al pasado. Ok... vale, con el tiempo fueron tomando ciertos rasgos del doom/death que también se iba cociendo por aquellos lares en los noventa pero vamos... caballeros ¿de veras hay tanta diferencia entre un The Rack y un Death... The Brutal Way? yo opino que no, es la misma actitud, la misma voluntad de aplastar cráneos y profanar cadáveres... y por supuesto, este Deathhammer no va a ser distinto, sigue siendo una entrega arrolladora a la vez que pesada. ¿El problema? La producción, de calle.
Curiosamente recuerdo que un día discutía con otro portalero sobre la producción de este Deathhammer de Asphyx y él echaba pestes de ella mientras yo defendía que era normal, muy típica de la actualidad. Bueno, podría decirse que ambos teníamos razón pero... el que tenía mayor parte de razón era él, pues es complicado toparse con un disco tan sobre-producido, en el cual podamos toparnos la música a semejante volumen y con un sonido tan comprimido. Sí, sí... es muy, muy brutal, lo que tú quieras pero... coño es que a nadie le gusta quedarse sordo, ¿sabes? Un trabajo totalmente víctima de la llamada "guerra del volumen", pero descaradamente. A veces está todo tan distorsionado y difuminado que uno no es capaz de distinguir ni siquiera el riff principal, y eso no dice nada bueno de un disco.
También debo deciros que una cosa tampoco quita la otra amigos; os garantizo que nos encontramos ante un disco de death metal del bueno, tan digno que incluso llegué a comprar en formato original, así que no penséis que es una cagada por lo apuntado antes ¿os apetece convertir los huesos de vuestras piernas en polvo? pues adelante, probad con el golpe del Deathhammer, veremos si es suficientemente fuerte su pegada.
Into The Timewastes rompe con el silencio de forma atronadora, riffera y cabreada. A nivel compositivo nadie podría quejarse del trabajo de los holandeses de primeras, no señor... Bob sigue atemorizando al personal con su pegada y Paul tan feroz como siempre, despachándose secciones de calidad. Esta canción es muy similar a la siguiente del disco, que no es otra sino la cruenta Deathhammer; tema abrasivo que fue lanzado para promocionar el nuevo álbum de Asphyx junto a un videoclip la mar de intenso. Ambos cortes son abrasivos y puramente deathers pero el segundo y homónimo del disco es el que más me gusta por el trabajo vocal de Martin van Drunen, que escupe fuerza y una incontrolable actitud.
Minefield nos sume en una espesa y oscura composición death-doom en la que las escogidas y Sabbathicas notas de Paul hechizan malogrando la atmósfera, también un acierto sus sencillos solos, sobre todo el del desenlace que hace uso del trémolo de forma muy acertada. Martin, como de costumbre ladra de forma desgarradora y respeta los tempos "doomicos" con seriedad, y respecto a Alwin... poco que decir, con esta producción es como si no existiera; como si tocara con el bajo desenchufado, tanto daría creo yo. Of Days When Blades Turned Blunt prosigue el disco, tirando para adelante y sin desfallecer. En esta ocasión nuestros Asphyx nos hibridan mejor sus dos movidas favoritas: riffs death-asesinos y atmósferas doom-ocasionales, como el momento 1:38-2:25 con sus risas malévolas y todo. Mucha clase y feeling mortal. Der Landster navega entre una densa niebla de distorsión, abriéndose paso con ritmo firme y ascendente (¡Ese Bob Bagchus!) y también es menester nombrar de nuevo la fuerte podredumbre que emana el hacha de Paul, que corta y siega carne viva y muerta por igual. Excepcional homenaje a los negros de Birmingham en el desenlace de esta Landster, ojo a partir del minuto 4:35. Reign Of The Brute sigue con la tralla de Into The Timewastes y Deathhammer; similar a ellas en algunas partes de la percusión pero de todos modos disfrutable.
The Flood continúa este suma y sigue con la habitual atrocidad sonora que caracteriza a Asphyx, pero la noto mediocre y poco característica. Con esto lo que quiero decir es que todas las anteriores canciones del Deathhammer tienen su qué, pero esta The Flood parece quedar en un nivel inferior de calidad compositiva. We Doom You To Death mejora un poco el ambiente con sus riffs pegadizos y simplistas. Como tengo dicho, el fuerte de Asphix no radica en la técnica de sus integrantes sino en el talento a la hora de componer estructuras y melodías con garra, y We Doom You To Death tiene de eso. Me gusta como va aumentando las revoluciones este octavo tema.
Para poner fin a este martillo de la muerte nos enzarzamos en una tormenta de hostias como Vespa Crabro, otro de esos cortes asalvajados y nada pacíficos; el que se lleva la palma una vez más es Paul Baayend con su forma de golpear a las cuerdas y... ¿sabéis algo? La cosa no cambia en el track final, pues As The Magma Mammoth Rises no es otra cosa sino una muestra del poder riffero de Paul. También debo añadir que lo que perfila el trabajo de inmejorable manera es la percusión de Alwin Zuur, que opta por dar marcialidad a la composición con un estilo muy de los primeros Bathory. Martin van Drunen termina igual que comienza, saliéndose y luciendo su orgánica voz, la cual destila muchos pequeños matices que hacen de este frontman uno de los mejores portentos del death metal.
Como prometí tenemos un álbum fuerte, contundente, oscuro y sobre todo amenazador, cierto e que está por debajo que los anteriores trabajos de Asphyx y que la producción desmejora el invento haciéndolo menos deseable pero... ¿qué se le va a hacer? Tampoco es que su sonido sea algo aborrecible. Únicamente que resulta mejorable.
Los pros son claros: es death/doom del más tradicional y por supuesto digno del legado de Asphyx, con sus atmósferas demenciales, arrebatos violentos y demás parafernalia... las pegas... pues también: sobre-producción y algo de monotonía en algún momento puntual. Llegados a este punto, solo queda decir que es uno de los trabajos más flojos de Asphyx. Y aún así, es un álbum perfectamente disfrutable. Mi nota final: un 7,5 y cuatro cuernos medio-bajos para el Deathhammer de Asphyx, mataría por poder decir que se han salido de la gráfica, pero estaría contándoos una trola. Aun así, sigue siendo una apisonadora de lo más eficaz.
Paul Baayend: guitarra.
Martin van Drunen: voz.
Bob Bagchus: batería.
Alwin Zuur: bajo.