
1. Find the Real
2. One Day Remains
3. Open Your Eyes
4. Burn It Down
5. Metalingus
6. Broken Wings
7. In Loving Memory
8. Down to My Last
9. Watch Your Words
10. Shed My Skin
11. The End Is Here
Creed fue una banda que, desde su fundación en 1993 experimentó un ascenso de popularidad bastante considerable hasta su ruptura en 2004, año en el que tres miembros del grupo se embarcan en un nuevo proyecto bajo el nombre de Alter Bridge (Creed se reuniría entre 2009 y 2012). Obviamente, los seguidores de Creed estaban impacientes por comprobar con sus propios oídos si aquella nueva agrupación estaba a la altura, así como si su sonido era o no similar a lo que nos había acostumbrado esta banda. También existía otra incertidumbre relacionada con el nuevo cantante: ¿cómo cantaba Myles Kennedy? ¿se parecería a Scott Stapp?, ¿su voz convencería?.
Solamente fueron necesarios un par de meses para que viera la luz este “One Day Remains” tan esperado por los fieles de Creed y por un buen número de curiosos. El resultado, aunque me explayaré más en la conclusión, fue positivo (sin grandes lujos tampoco), mostrando una banda que, sin despegarse del todo del sonido de Creed, parecía querer apostar por un sonido diferente al pasado. No obstante, cabe mencionar una curiosa anécdota que, erróneamente, condenó rápidamente a Alter Bridge a ser detestado por un número considerable de rockeros. Cuando la banda tuvo que elegir el primer sencillo del álbum, cometieron el error de elegir “Open Your Eyes”, una canción que, como os contaré más tarde, sonaba excesivamente parecido a Creed, lo que les llevó a ser crucificados por mucha gente que esperaba algo diferente (que realmente lo era o pretendía serlo en su totalidad) y por aquellos que no soportaban a Creed, obviamente.
Con “Find The Real” comienzan las andanzas de Alter Bridge. Su riff principal es increíble, con mucha inspiración aparente en el inigualable Tony Iommi, así como la línea de bajo (omnipresente durante todo el trabajo) y la más que acertada pista de batería. Myles Kennedy cuaja una actuación de cinco estrellas demostrando que Tremonti y compañía no se equivocaron al elegirle como cantante para el proyecto. Tanto esta canción como la posterior “One Day Remains” cuestionan realmente todas las críticas que este trabajo recibió en aquellos tiempos siendo etiquetados como una especie de Creed 2.0. Tema rápido, muy afilado y con un pletórico Tremonti a la guitarra.
Menos halagos tengo para “Open Your Eyes”, una canción que, esta vez sí, se asemeja mucho más a lo que Tremonti y cía. nos habían acostumbrado años atrás con Creed. No es una mala canción ni mucho menos, pero me parece menos sorprendente que los dos números anteriores. Algo similar ocurre con “Burn It Down” o la posterior “Broken Wings”, aunque estas salen mucho mejor paradas, ofreciendo estructuras mucho más elaborada (me encanta la progresión que tienen los versos hasta romper en el estribillo), sobre las que Myles Kennedy se desenvuelve con tota maestría.
Sin duda, la mejor pista del álbum, y todo un clásico de Alter Bridge, es “Metalingus”. Sinceramente conocí a la banda gracias a esta canción ya que era utilizada por un luchador de la empresa WWE llamado Edge durante sus salidas hacia el ring. Un tema con el que los americanos dejaban claro que Creed ya era historia. La guitarra de Tremonti suena rápida y muy contundente, mientras Myles Kennedy vuelve a sacar su mejor faceta como cantante. Tampoco se queda atrás la base rítmica de bajo y batería. TEMAZO.
“In Loving Memory” presenta uno de los momentos más emotivos del LP. Balada atractiva compuesta por Mark Tremonti, cuya letra dedicó a su fallecida madre a modo de agradecimiento por la vida que esta le dio. No pasará a la historia como una de las más grandes de la historia, pero no tiene ningún desperdicio. Myles lo borda al micrófono, cantando desde el corazón y el respeto. Otra de las grandes de este álbum.
“Down To My Last”, sin ser una canción excesivamente brillante, cuenta con un gran solo de guitarra y otra sublime actuación de Myles. Todo lo contrario ocurre con la llamativa “Watch Your Words”, una canción pesada y eléctrica de la que sobresalen Myles (¡como siempre!) y el superlativo bajo. Se agradece mucho la introducción de canciones así en el disco, ya que aportan frescura al conjunto.
“Shed My Skin” es otra canción agradable de escuchar, muy en la onda sonora de este conjunto, sin grandes sorpresas pero con todos los elementos que hacen grande a esta banda. Muchos más sobresaliente es la final “The End is Here”, una canción llena de grandes momentos de todos los miembros, pese a la aparente sencillez de la estructura y de los riffs que se suceden durante la pista. Alter Bridge se despide expresando cierto pesimismo en su letra y música, pero ofreciendo un nuevo derroche de calidad compositiva, instrumental y vocal. Aprovecho para recomendar la versión de esta canción que la banda grabó junto a la Parallax Orchesta en su concierto en el Royal Albert Hall.
No es un disco que cambiaría la historia de la música, pero sí que supuso la presentación en sociedad de una banda que goza, cada vez, de una fama mayor en la escena rockera y metalera actual. Es un álbum muy disfrutable de principio a fin, con canciones de alto nivel como “Metalingus” o “The End Is Here”, sin pasar por alto otras que no llegan a enganchar tanto. De esta forma Alter Bridge comenzaba a dar sus primeros pasos en el mundillo tratando demostrar poco a poco que no eran un “Creed 2.0.”, sino un proyecto nuevo. El hecho de desprenderse del sonido de Creed permitió a Tremonti desmelenarse y mostrarse como un guitarrista más técnico y sorprendente de lo que parecía mostrar en Creed. También el bueno de Myles Kennedy (que superó esta prueba de fuego sin problemas) aportaba algo nuevo al conjunto, una magia que siento que Creed no tenía. No es su mejor trabajo, de hecho no tardarían en superarlo con el recomendadísimo “Blackbird”, pero, como ya señalé unas líneas más arriba, creo que es capaz de entretener a todo rocker@ que se precie. Tres cuernos altos para “One Day Remains”.
Myles Kennedy: Voz
Mark Tremonti: Guitarra
Brian Marshall: Bajo
Scott Philips: Batería