Agonized - Gods...

Enviado por Kaleidoscope el Vie, 25/10/2019 - 22:55
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1. Intro (01:38)
2. Tortured (02:41)
3. Long Live the New Flesh (02:50)
4. Gods... (02:36)
5. Devour the Saviour (03:24)
6. Outro (00:18)

Full demo

Sonidos burbujeantes y gaseosos que emergen desbordantes en el interior de una tumba. Apesta a cadáver fresco que ha vuelto a la vida: apesta a los repugnantes Agonized.

El Death metal finlandés siempre ha contado con un sonido particularmente grave, surreal, asqueroso y grumoso, pero los fugaces Agonized llevaron todo a eso a otro nivel. Describir el sonido de estos fineses es tarea complicada por la naturaleza casi ininteligible y pantanosa de su música, si es que se le puede llamar así. Una aberrante mezcla de los Xysma más sucios del “Above The Mind of Morbidity” con los primeros y vomitivos Carcass, combinado con los aires crípticos e incognoscibles de las demos de Disgrace, todo ello recubierto de una capa de viscosidad negra y apestosa que vuelve más espeso lo que parecía no poder ser más espeso.

“Gods...” se titula la demo que cuenta con una portada con un par de monstruos dándose festín con un cuerpo desmembrado...las preguntas son muchas, pero respuestas ningunas, como es usual en el Death metal finés de las más profundas locaciones del averno.

Una intro, tal vez innecesariamente larga, pero para nada fuera de lugar da una “bienvenida cordial”. La verdad es que el tipo que oscila entre el orgasmo y la muerte incomoda, pero es una de esas cosas cutres que dan un encanto inexplicable a estos cacharros. Una vez empiezan a sonar las guitarras los oídos se inundan de sustancias y texturas pegostosas y mugrientas. Todo, pero TODO suena grave al nivel más absurdo que se pueda imaginar, al punto tal de que es difícil discernir lo que está pasando. Los riffs, melodías o cualquier otro atisbo de estructura pasan a un plano secundario, prevaleciendo por encima de cualquier cosa un todo condensado como una grotesca masa amorfa que evoca el morbo más puro. No sabes qué es ni sabes de dónde salió, pero no te queda otra que contemplar aquel engendro sin cuestionar nada.

“Tortured” es lo que es: monótono ruido que apenas sube de frecuencia, donde los escasos picos decibélicos son unos “simpáticos” eructos y vómitos que inexplicablemente resultan refrescantes entre tanto alquitrán y huesos pulverizados. Es más que evidente que Agonized bebieron como unos posesos de las malsanas fuentes de los Xysma más primitivos y los Carcass más inmundos, pero hay algo que los separa de dichas bandas mencionadas y no tiene nada qué ver con si son mejores o peores, sino que tiene que ver con el intento de llevar todo al extremo más incoherente y sinsentido. Agonized querían sonar más inaccesibles, más burros, más irreconocibles y más densos que las bandas a las que les rinden culto ¿Lo lograron? Pues sí y no, porque ciertamente suenan más densos e incomprensibles, pero quedaron muy lejos de sonar más brutales o pesados, quedando un curioso resultado de “Death Metal podrido y enfermo, pero sorprendentemente relajante y atmosférico”. Los fineses suenan a mil cosas innombrables, pero también te sirven para echar la siesta de la tarde para dormir como un bebé ¿Contradictorio, absurdo? Puede ser, pero así son las cosas y viniendo de dónde vienen no pidas lógica.

“Gods...”, “Long Live the New Flesh” (genial referencia a Videodrome de Cronenberg) y “Devour the Savior” varían lo justo y necesario. Continúan en la misma línea sin salirse ni un nanómetro. Nada más que guitarras con afinaciones tan graves que las cuerdas se volvían fideos cocinados de más, guturales tan graves que dan a entender que el vocalista tenía un agujero negro en el estómago y que todo iba pa’dentro salvo cuando se tomaba 3 litros de refresco y expulsaba tres novas lanzándose unos eructos sabrosos de esos que refrescan y aligeran cuando te los tiras. La batería apenas se escucha, anda en lo suyo aporreando sin meterle mucha cabeza y aporta su qué en todo este embrollo pestilente y salvaje.

En síntesis, “Gods...” es una demo donde no hay nada más que crudeza proveniente del más puro e irracional instinto donde las neuronas brillan por su ausencia.

Death Metal “Ooga Booga” en su esencia menos adulterada. Escúchalo y en el proceso pierde unas cuántas neuronas, date cuenta el cómo perder unas cifras de coeficiente intelectual es un método de relajación bizarro pero 100% efectivo.

Puntuación: 8.0

Mauno Roppola: Batería
Mika Hautoniemi Guitarras, Bajo
Antti Tamminen Guitarras
Seraphim J: Voz

Sello
Independiente