Agent Steel - Mad Locust Rising

Enviado por Hawkmoon el Jue, 29/12/2011 - 22:26
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Los californianos Agent Steel, papis de un debut molón, de puro acero, como fue "Skeptics Apocalypse", aposentaron, y con un solo trabajo, sus cojones sobre la mesa.

De todo en el menú, hermano. Riffeo metalero, ondas Thrash, locura Speed y huracanes Power (Power americano ochentero, aquí aún no reinaban ni Helloween, ni Gamma Ray, ni demás fauna teutona). Casi nada, ¿eh?. Gloria decibélica, y marcada a fuego por los siglos venideros. Unos titanes, adelantados a su era, que nunca vieron premiada una carrera (incluso cercenada, paradísima durante muchos años) de lujo. Energía de primera, metaleo del seminal. Agent Steel pudieron tocar el culo de Dios, así de enorme es su premisa. Poderosa, frenética y técnica. Vacilantemente genuína. Pioneros no reconocidos.

Una pena que el destino, cabrón como él solo, se riese de los americanos y los castigase con la indiferencia de miles, millones. Gente que, de dar con el material de Agent Steel (cosa difícil, pues en pocas tiendas encuentras movidas de los mendas), acabaría flipada perdida, con el tatuaje del logo en el brazo y tarareando, y todo el santo dia, "Bleed for the Godz". Un tesoro para los que los conocemos, y veneramos. Algo muy nuestro. Joder, incluso me mola el rollete de que no sean unos Metallica y hasta mi abuela sepa un par de temas. Elitismo metalero. Mola conocer a los grandes. Aunque nadie sepa que lo son. Tengo ojo de T-800 y te lo digo así de claro: Agent Steel son de los grandes. Primera línea de combate, colega. A los que mandas, en la sombra, para el trabajo sucio. Perros guerreros. Amantes del peligro. Como tú. ¿O no? Dí que sí y no me jodas la reseña.

Antes de que la banda nos obsequiase con su segunda joyaza de campeonato, "Unstoppable Force" (para mí, su puta cima), los colegas se salieron de madre con un E.P, "Mad Locust Rising". Algo que tenía que calmar los nervios entre su primer disparo y su segunda guerra. Y vaya si los calmó. Casi nos mató. Eso sí, del gusto.

Agent Steel estaban lanzadísimos en 1986. Eran jóvenes y aún no conocian las miserias de la música y del alma humana. Todos ellos eran puro fuego, clamando por hacerse un hueco en una escena emergente (coño, si ellos mismos estaban desde el inicio de la movida Power-Speed), pensando que, de dar con temas certeros, con Metal del grandioso, todo estaba listo. Pero las cosas no son así en nuestro loco mundo. No basta con ser un dios. Debes tener un mánager, medios, suerte y dinero, que te amparen para que te escuchen, para que puedas llegar a algo. La historia de Sepultura, de la nada al todo, pasa una vez en la vida. Y a Agent Steel, pobretes, la suerte parecía evitarles. Pero no nos pongamos tristes con las jodiendas de otros. Pongámonos cipotones. Llenemos de sangre nuestra varita de la perversión. Estallemos de gusto ante el mundo riffero de Agent Steel. Flipemos con "Mad Locust Rising".

"The Swarm is Upon Us", intro de marras, breve, como todo lo bueno, le da pie a "Mad Locust Rising", titán sonoro, veloz como un jodido velociraptor, afilado en sus cuerdas, que tanto suelta candela solista a lo Thrash, a lo Slayer, como que, de repente, el poso más técnico se apodera de la movida y te descoloca. Cyriis, con un timbre personal, agudo, nasal, que parece más bien una espécie de Frankenstein parido a cachos entre Geoff Tate y Rob Halford (algo constipados), mucho más light, menos certero que los citados dioses de lo vocal, aunque con un carisma adecuado y afín a la premisa de los Steel, vende, del todo, la moto que nos ofrecen Garcia y compañeros. Temita veloz, hermano. Me he quedao despeinado de cojones. Speed, colega. No esperes medios tiempos vacilones, con bajos que quieren ir de listos y baterías que aprovechan para descansar y darle vueltecitas a las baquetas, en plan Tommy Lee. Agent Steel ponen el coche al máximo. Ya que salen a la carretera, los tios se lo curran a lo Mad Max. Máxima potencia, y en todo. No hace falta inyectarse mierda. "Mad Locust Rising" es todo un subidón.

Los americanos tienen sus influencias, claro está. Muchísimas, pero no hace falta ser un cerebrín para darse cuenta de que la N.W.O.B.H.M. y el legado de Judas Priest pone a los Steel al rojo vivo. Normal, coñes. ¿Qué banda no está influenciada por Priest en el reino del Metal? "The Ripper" es la elegida para convertirse en el tributo a los soldados de Glenn Tipton. Y menudo tributazo. Cyriis muestra un nivelón de cojones, las guitarras de Garcia y Versailles manipulan levemente el mensaje del tándem Downing-Tipton, pero de buenas formas, sin que nadie resulte ofendido. Más revoluciones, más pegada. Superior, incluso, a la pedazo de versión que el bueno de King Diamond se pegó unos añetes después, de cara al disco tributo a Priest que se hizo en 1996. ¿Calcando? Para nada. Reinventando a los maestrazos. Olé. Y en 1986. Priest en la cima y los americanos diciéndoles "eh, Priest, estamos aquí. Ojito". Declaración de intenciones.

"Let It Be Done / The Day at Guyana" (dos partes en un tema), cierra el fantástico, aunque en exceso breve, trabajazo. Las guitarras vuelven a emprender el vuelo y a cercenar cabezas de infieles, la batería marca un paso férreo, lanzada, pegándose unas pateadas que ni el T-1000 de "Terminator 2, Judgement Day" (me mola más como suena en inglés ¿A tí no?). El sonido de la obra, que deja claro que no se dejaron una millonada en el estudio, actúa como plus al invento, dándole a todo el conjunto instrumental y vocal un aura de disco clásico, con "polvillo". Trabajo con vocación de mandamás. Será por que se lo puede permitir.

Astros del combate guitarrero. 4 cuernos (altos) para "Mad Locust Rising". Entremés de puta madre para lo venidero.

Otros dioses en la sombra, otros relegados a las mazmorras del olvido, a los que nunca olvidaré. Ni tú, si eres como debes, y tienes lo que tienes que tener. Maestrazos. E.P de fuerza imparable.

John Cyriis: Voz
Juan Garcia: Guitarra
Bernie Versailles: Guitarra
George Robb: Bajo
Chuck Profus: Batería

Sello
Combat Records