
1. Starlight
2. Breaker
3. Run If You Can
4. Can't Stand The Night
5. Son Of A Bitch
6. Burning
7. Feelings
8. Midnight Highway
9. Breaking Up Again
10. Down And Out
Por fin, tras dos intentos titubeantes, Accept se marcaron un disco sólido y más metálico que el robot de Futurama, un pedazo de Heavy Metal puro sin rastro de contaminación por intereses comerciales, maduro y bien ejecutado por una banda que a la tercera había alcanzado la mayoría de edad. Breaker ciertamente supone el antes y el después, marcado por unas composiciones estupendas y un Udo Dirkschneider al fin convencido de que su voz estirada al límite le iba a hacer inconfundible. Puede que le sirviera de ejemplo el impacto que tuvo la irrupción de Brian Johnson y su peculiar estilo en el éxito de AC/DC a nivel mundial con Back In Black.
El despegue de Starlight con su riff de cuero en Re y Udo alcanzando sin escalera esas notas que muy pocos osan siquiera rozar ya anuncia el rumbo definido que se echaba de menos en los dos primeros álbumes: mucho más Heavy y menos Rocanrol. Breaker es el tema más rápido del disco y está marcado por un estupendo estribillo y un riff de lo más... Heavy, coño, me sale otra vez Heavy, ¿qué va a ser si no?. Run If You Can, donde destacan una vez más el estribillo marca de la casa, el duelo solista entre Jörg Fischer y Wolf Hoffmann y los rellenos tipo sirena con efecto Doppler. Can’t Stand The Night no es una balada fácil de digerir para el oyente casual. Se trata de un medio tiempo desgarrado, en el que el talento de Udo explota definitivamente, manejándose con garra y soltura en dos octavas. Para redondearlo, Wolf Hoffmann se marca un solo bien templado formado por una selección de notas hecha con el extraordinario gusto que siempre le caracterizó, así que inevitablemente los pelos como escarpias. Son of a Bitch es prosaico y distinto, con ese riff perverso que parece que te está sacando la lengua y un desconcertante puente “neoclásico” entre todos esos “hijoputas”. Destaca especialmente entre toda la discografía de la banda. Burning, rocanrol metalero con directo de lata, de esos para tocar sin mucho esfuerzo parando a la mitad e invitando a la peña a pegar cuatro voces. En Feelings, las Flying V de la contraportada nos vuelven a obsequiar puro Heavy Metal como mandan los cánones: melódico y macarra. Cuando ya va quedando poco para echar el cierre nos topamos con Midnight Highway, himno alegre y melancólico a partes iguales y buena muestra de la ausencia de ambición comercial en este disco. Buscando el atractivo inmediato cualquiera lo habría colocado al principio, para evitar que pudiera pasar desapercibido. ¿Qué decir de Breaking Up Again, la auténtica balada del álbum, esta vez con la más convencional pero resultona voz de Peter Baltes? Pues que es otro tema para enmarcar. Down & Out es quizá el más flojillo, de él sólo me llama la atención el ruidito del principio, ése que todos hemos hecho de pequeños pasándonos por los dientes un globito bien hinchado. El mismo ruido que se oye en en Balls To The Wall cuando se queda el bajo solo con los coros. Qué cosa más tonta, pero, ¿y lo bien qué queda?.
La producción no es que sea brillante, pero al menos se puede decir que no se les fue la mano en nada, lo cual es más que suficiente cuando se trata de un puñado de canciones tremendas, ya que toman el protagonismo con naturalidad, sin necesidad de un sonido espectacular.
Es sin duda mi disco favorito de Accept, y lo considero un trabajo esencial cuando pienso en discos que encajan exclusivamente y como un guante en la categoría de Heavy Metal.
Udo Dirkschneider - voz
Wolf Hoffmann - guitarra
Jörg Fischer - guitarra
Peter Baltes - bajo y voz en Breaking up again
Stefan Kaufmann - batería