
1. Caught Up in You
2. Back Door Stranger
3. Back on the Track
4. Chain Lightnin'
5. Rough-Housin'
6. You Keep Running Away
7. Breakin' Loose
8. Take 'em Out
9. Firestarter
Una de las frases más icónicas de mi vida la esbozó un extraño sujeto que conocí hace años: “recordar es vivir”.
Él había vivido los 80’s desde que comenzaron hasta que terminaron, y, como batería de sesión, tocó en muchas agrupaciones por todos lados del mundo, desde México hasta España, desde Estados Unidos hasta Chile y en algún otro lugar que ahora no recuerdo. Pero era firme cuando decía aquello, que esa música jamás iba a volver, que se quedaría allí para siempre, pero era hermoso oírla de nuevo y recordar esos años.
A veces no hay que vivir el momento para entenderlo, menos cuando bandas como .38 SPECIAL dejan esa huella inmaterial en sus trabajos, ese fragmento de su alma que hace volver inmediatamente a aquella cabina en esos años, con personas que creían que su música era el mejor modo de trasmitir emociones y sentimientos. Esas ganas de dejar marcadas sus pisadas en álbumes donde sólo oímos un Rock tan sentimental como sensible, fiestero y lleno de júbilo. Cada tema con su estilo, con su motivo para hacerte inflar el pecho y luego liberar todo ese humo rosa que se esconde en tus pulmones.
Música hermosa, que te hace cerrar los ojos así vayas conduciendo para luego abrirlos, y encontrarte en un tiempo diferente. Ver que ahora eres todo un “wild-cowboy” norteamericano que prepara sus cosas para la siguiente expedición a El Dorado estadounidense (California). Sólo queda gritar “¡Vaya, vaya!”, mientras dejas que esas sonrisas y esos besos te lleven de la mano hasta perderte en cada fraseo, cada palabra delineada con una emoción de infarto, con un sentir que se te pega, te contagia el entusiasmo sin razón.
El quinto LP de los estadounidenses .38 SPECIAL (capitaneados por Donnie Van Zant y el todavía feroz Don Barnes) sigue la línea que marcó fuertemente Wild-Eyed Southern Boys (1981) el año pasado. Si bien esas cucharadas simbólicas de patriotismo y raíces Blues-Country siguen sin desaparecer por completo, las composiciones, todavía más que en el disco anterior, se mueven hacia las melodías más pegajosas, los himnos de estadio y los tributos a la modernidad de ese entonces. Sin embargo, este Long Play es tan rockero como el primero y tan fino como él solo, uno de sus lanzamientos más acertados y completos, al lado del Wild-Eyed Southern Boys que, en mi opinión, es su joya de la corona.
Special Forces (1982) se goza como cualquiera de sus producciones. Este, como su predecesor, tienen la capacidad de conectar las dos épocas del grupo: la más sureña, que empezó con sus dos primeros discos y luego empezó a bajar la intensidad a partir del Rockin’ into the Night (1979) y la más melódica y sentimental (aunque jamás abandonaron los temas full de Hard Rock) que está a punto de asentarse aquí pero que lo logra en el siguiente Tour de Force (1984). Todos sus discos son buenos y no tienen desperdicio, sin embargo, hay para todos los gustos. Lo más resaltable es que estos dos discos bisagras son los más destacados, la conexión perfecta entre dos décadas y la demostración de la transición del sonido macarra Hard con raíces Blues hacia uno más acentuado en la sofisticación, la melodía sentimental y los estribillos Pop, sin perder la dureza.
Special Forces me hace preguntar lo siguiente: ¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo simples instrumentos musicales y una voz humana puede hacer que a uno se le erice todos los vellos del cuerpo y sonría bobamente? Cada canción de este disco, especialmente ese hermosísimo y especial Caught Up in You, me hacen sentir maravillado, hipnotizado, en sintonía con lo que ellos quieren trasmitir: el instinto de supervivencia siendo rescatado por el flujo torrencial de hormonas que hacen aumentar la presión de la sangre, consiguen hacer temblar piernas y generar sudor frío. Rock, sólamente Rock. Una musicalidad que consigue hacerte doblegar y rendirte ante esa manifestación divina de lo que llevamos por dentro. Letras que te hacen decir “¡Sí! ¡Sí! ¡Yo estuve ahí! ¡Yo viví algo así!”. Impagable.
.38 SPECIAL va a lo suyo. Aunque tienen muchos integrantes y colaboración, saben que lo hacen es Rock. Hard Rock, Blues Rock, Rock melódico, etc. Las nenas se van pintando sus labios con las balas del revolver 38, los músicos se colocan las camisas entre los calzones y el público los espera afuera. Instrumentos en mano, empieza la función y todos se balancean como monos por todo el lugar, gozando ese ambiente de euforia y descontrol desmedido que en cada tema se plantean lograr. Y lo logran. Todos ellos conocen lo que pueden lograr, quienes los escuchan bailan por todas partes y nosotros, los que los seguimos oyendo más de treinta años después, nos identificamos con lo que nos muestran.
En Special Forces, canciones como Back Door Stranger, Rough-Housin’, Breakin’ Loose y Firestarter son una clara explosión emocional en el fondo de todos nosotros. Un viaje repentino por desiertos, carreteras interminables, paradas congestionadas y valles que pueden resultar tan excitantes como escabrosos. .38 SPECIAL tocan todos los temas que nos envuelven al ser humano (amor, drama, comedia, tragedia, misterio, horror, melancolía, amistad, superación) y los contiene en pocos minutos en forma de canciones que pueden hacer que todos griten de emoción, frente a semejante derroche de distinción e influjo. Un Rock que convence a tu corazón.
De la forma que sea, Special Forces es ese trabajo que no debes perderte a la hora de viajar de vuelta a los 80’s y recordar o experimentar lo que esa década nos ofreció desde los Estados Unidos más recónditos, pero a las vez juguetones y elocuentes. Un disco extremadamente recomendable para todos los públicos. ¡Que esa portada no los confunda, amigos! Su contenido es tal como ella: cuentos de la vida diaria de unos hombres del sur que se mueven a las ciudades más populosas, donde hacen de las suyas y establecen un pedazo de sí allí, aunque también aprenden del entorno para fusionar una cosa con la otra y producir ese Rock nostálgico que te provoca lanzarte en un viaje sin fin desde Georgia hasta California y desde Oregon hasta Massachusetts.
No te lo pierdas, por favor.
.38 SPECIAL te va a hacer sentir cosas increíbles.
Ese Rock capaz de hacerte vivir por él. Por lo que te hace sentir...
El testimonio de esos años.
Donnie Van Zant - Voz.
Don Barnes - Voz, Guitarra y Coros.
Jeff Carlisi - Guitarra y Coros.
Larry Junstrom - Bajo y Coros.
Steve Brookins - Batería.
*Colaboración*
Carol Bristow - Voz femenina y Coros.
Lu Moss - Voz femenina y Coros.
Jimmy Barnes - Armónica.
Terry Emery - Percusión y Piano.
Steve McRay - Teclados.
Jack Grondin - Batería Adicional.