Ángeles del Infierno - 666

Enviado por Alexrock el Mar, 13/09/2011 - 12:32
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Después de parir tres discos llenos de heavy metal claramente influenciados por la N.W.O.B.H.M. y regalar al mundo uno de los temas mas importantes del metal español de todos los tiempos a la vez que explicativo, en gran medida, de nuestra movida en la década de los 80, como fue el himno “Maldito sea tu nombre”, Ángeles del Infierno se enfrentaban al duro trance de crear una obra que no se alejase de sus primeros discos y que al mismo tiempo se adaptase a una ola de talentosos músicos que desde los EE.UU. influenciaban, y de que manera, a todo el panorama hard rockero mundial, bandas como Whitesnake, Bon Jovi, Ratt, White Lion, “… and many more…” que hacían un hard rock pasado por un tamiz “aoriano” que llevó a los suecos Europe a la cima del mundo con su final de la cuenta atrás de 1986 y que también llegó a nuestro país, como no podía ser de otro modo.

Así, en España, en 1988, año de salida de este “666”, veía la luz “Cuerpo a cuerpo”, emotivo álbum de Sangre Azul, Niágara copaba las portadas de la revista Heavyrock, no hacía demasiado que Santa, ya con Leonor Marchesi, habían editado “Templario”, triunfaban, mas o menos, grupos como Júpiter, Banzai, Marshall Monroe y un largo etc., bandas que se empeñaban en combatir, con mayor o menor fortuna, a los ya dinosaurios de la época, bandas como Obús, Barón Rojo (de hecho, el “Tierra de Nadie” -1987- de los barones ya supuso también un giro en su estilo acomodándose un poco al rock mas “pastelosillo” imperante) y, desde luego a Ángeles del Infierno.

Motivado por ello, o quizá, simplemente, porque les apetecía, Ángeles se sacaron de la manga un “666”, que nada tenía que ver ni con el diablo, ni números de la bestia ni nada que se le asemejase. Disco, que si bien contó con un sinfín de detractores dado su nivel de melodías comerciales, supuso el éxito rotundo de la banda, la venta de miles de copias y el triunfo mas allá de nuestras fronteras, de hecho, me cuentan que en México son adorados y amados hasta la saciedad.

Me vais a permitir que deje de ser ortodoxo en el orden de los temas en la reseña y que vaya a mi puta bola porque eso es lo que siempre me ha transmitido este disco, es más, quiero situarme en 1988, quien suscribe contaba con 15 “añazos”, y comprarse un disco en la única tienda de discos del pueblo era una hazaña!, confundían a los W.A.S.P. con los WHAM hasta el punto de encargar un disquillo de Blackie y el dueño de la tienda traerme uno de los de George Michael (juro que es verdad!!) y mi padre me obligaba a cogerme mi “melenilla” con una coleta para cenar, así que si a alguien le parecen excesivos los cuatro cuernos que le otorgo al disco, lo siento, amigo, pero “… marca mi número… es el 666” ya que son impagables los “conciertos” que, raqueta en ristre y delante del espejo de mi habitación, me he pegado con este disco de Ángeles del Infierno, y como ya he comentado en alguna ocasión creo que la música son sentimientos, y este disco los que me transmite son fantásticos.

Recuerdo, e igual me confundo, que el single del disco era “Todo marcha bien”, corte 6 del disco, que comenzaba con una guitarra tipo “Torero”, enlazando con un redoble de batería para acabar con una melodía que se mantenía durante todo el tema… “complacientes, sonrientes.. no he olvidado enseñar los dientes…”; vale, ya desde ese primer tema radiofónico (yeppp… no, no de 40 criminales, no, me refiero a la “Emisión Pirata” o al “Rompehielos”) se notaba el “apastelamiento” de la formación pero ¡¡que coño!!, mola, mola mucho, te transmite energía!!, y eso pone!.

A continuación “Nada que perder”, y tírale los trastos a la colega del garito que te mola y a la que no te atreves a decirle una mierda porque tienes la cara llena de granos pajeros!. Tema 7 del disco, melodía, mucha melodía, acordes que te llevan a pensar que al final te la vas a ligar! ¿Son los Ángeles del Infierno?, no lo parece, es mas una mezcla entre…. Ufff, no se, pero al final, “… mas tarde o temprano contigo me lo haré!!.

Volvamos al principio y nos ponemos serios porque esto será sometido a los comentarios más exigentes de los sabios lectores de “El Portal…”. Ostias ¡! No me ha dado tiempo de darle al “rew” y poner, el, ahora CD, porque el vinilo ni se sabe donde está, al principio.. y de repente, sin solución de continuidad suena el tema 8… “No me cuentes problemas”, mas rockero, enrolladete y vacilón… Juan Gallardo no hace alardes de voz como antaño ni falta que le hace, me lo imagino subido a un escenario, vacilón, como diciendo, nena aquí está el tío Juan, que es un tío normal y no sabe porque a veces quieres jugar a que te ponga un zapato de cristal!, y es que “Vives en un cuento” relata eso, entre riffs guitarreros y machacones de Robert Álvarez y una base de Santi y José excelente que hace que ese espejo en el que dibujas cabriolas con tu raqueta se mueva al ritmo de ese final que se desvanece entre “uhoos” de Juan.

Espera, traguillo de cerveza y antes que empiece “Donde estabas tú”, de la que después hablaremos, volvamos al principio, joder, que nos queda medio disco.

“Dando por detrás” da inicio al álbum. “Ahora si… ahora si… puedo ir tranquilo por ahí,..”. ¡¡Coño!!, es verdad, Ángeles han bajado decibelios, se han sometido a la moda imperante del momento, pero con un rollo guapo!. Tema rock and roll 100% , si hubiésemos empezado por el principio, cosa que, sin que sirva de precedente, no hemos hecho, diríamos que los del Infierno han emergido a tierra firme para disfrutar un poco de los ritmos, incluso a veces “scorpionsnianos”, vamos como para coger aire entre tanto azufre. Y así lo refrendan con “Estamos todos locos”… jodeeer, si es una versión del “Mama, we´re crazy now” de los Slade, si, si esos del “Cum on feel the noize”… sin palabras, me entran ganas de bailar como un poseso….ahora vuelvo!!

Ya estoy aquí, y nena “… marca mi número… es el 666”. Tema homónimo, a medio camino de la nada, entre el hard rock, el heavy metal, el aor, ¿pero esto que es..? Juan Gallardo haciendo “nananas…”?, pues si, hey!! Y le queda de vicio, nunca mejor dicho, el número erótico ha dejado de ser el 69, ha pasado a ser el 666, porque “… con nicotina y unos tragos… es la vitamina ideal!!. Enormes!!, que el cuerpo siempre nos pida mas!. Es un tema casi, casi, poperete, pero como todo el disco pegadizo a mas no poder.

Y ahora la seriedad, el desamor, la balada heavy de todo disco heavy, esa que le ponías en la cinta TDK a la chavala a la que querías “apretar”. Con un inicio rompedor, alarido de Juan, y lágrimas de desamor corren por tu mejilla cuando la chavalita te dice que prefiere a Mecano, pero tú eres duro, no cesas en el empeño, y ella pasa de tí, y tú piensas que “…a la mierda”, que ahora eres quinceañero y quieres comerte el mundo, aunque sabes que a los 18 te llamarán los que mandan para ir a la mili… “Hoy por ti, mañana por mí”, es otro tema blandito, como casi todo el disco, pero que continúa en esa línea enrolladita, fácil de escuchar, que te transmite buenas vibraciones, con un trabajo de cada uno de los músicos decente, sin llegar a ser de otro planeta pero que en general mantiene una calidad importante.

Que no, que no se me olvidaba!!, nos queda “Donde estabas tú”. Da la impresión que Ángeles con este tema quiso demostrar que no se le acabó el heavy metal, y nos sirven una despedida heavy, heavy. Tema rápido, cañero, crítico con el estamento eclesiástico y que sirve de despedida a un disco de Ángeles que, como decía al principio, si bien desencantó a sus fans mas “true”, fue, posiblemente el mas vendido de su discografía y su éxito rotundo en América.

Cuando comencé esta reseña estaba muy predispuesto a darle cinco cuernos al disco, aunque reconozco que con el paso del tiempo la emotividad que me produce es menos que antaño, pero sigue siendo grande, por eso le rebajo la puntuación a cuatro cuernos, aunque insisto, la música son sentimientos y este disco tiene, para el que suscribe, mucho de eso, mucho sentimiento.

• Juan Gallardo: Voz
• Robert Álvarez: Guitarra Solista
• Manu García: Guitarra Rítmica y coros
• Santi Rubio: Bajo y coros
• José Sánchez: Batería

Sello
Warner Music